1 de diciembre del 2017
Siento que estoy en un interrogatorio.
Lucy y Cat me miraron severas tomando asiento en la cama junto a mí.
—¿Qué son ustedes dos?
—Collins y yo solo somos conocidos. Que quiera invertir su tiempo libre estando a mi lado no es problema mío.
Lucy no quería rodeos y fue directo al grano.
—¿Te gusta Matthew?
—Ustedes me conocen toda la secundaria, ¿acaso luzco como alguien enamorada?
Ambas se encogieron de hombros.
—No lo sé, nunca había pasado antes.
—Responde. Sabes que yo amo a Matthew Collins desde... Siempre —Lucy volteo hacia mí con una mirada ausente—. Se honesta conmigo, ¿qué hay entre ustedes?
—No hay nada—Lo negué como si aquello me ofendiera—. Ni siquiera lo conozco bien, sabes como es Collins, seguro solo soy un capricho pasajero.
¿Quién se enamora en solo unas semanas?
—¿Lo consideras un idiota material para friendzone?
—Idiota, quizá debo conocerlo mejor. Material para friendzone, definitivamente.
Ella estaba en contra de todo aquello que nos relacionaba, algunas veces no se molestaba en ocultarlo. Era evidente que Lucy estaba celosa.
—Si sigues conociéndolo más tiempo te darás cuenta que es un patán y con todas las letras. Aun así, no entiendo como sigo sintiendo algo por él.
No refute nada, ahora solo quedaba un sepulcral silencio.
Ninguna se atrevía a decir algo, en sí no había razón. La tensión en el aire se esfumó cuando Lucy tomó aire y con una voz firme rompió el hielo.
Sus ojos estaban clavados en mi
—Alice, prométeme algo.
—¿Si? —Respondí distante y esperando lo mejor
—Prométeme que ningún chico se interpondrá en nuestra amistad.
Extendió su dedo meñique en símbolo de promesa. Hice lo mismo asintiendo, de este modo sellando el pacto.
—Lo prometo —Sonrió, mientras yo me gire riendo con pena—. Por Dios, esto es tan cursi y cliché.
—No todos los clichés son malos —Cat hablo con una dulce voz, —Simplemente nos recuerdan la importancia de algo que siempre pasamos por alto al ser usada muchas veces.
—¡Genial, aprendimos el valor de la amistad! En el próximo capítulo aprenderemos sobre la importancia de compartir. ¿Qué es esto? ¿Plaza Sésamo?
Lucy rió, mirándome una vez más.
—Pensándolo bien, Matthew no tiene oportunidad contigo.
—Soy intolerante a lo cursi. —Asintió, —Tarde o temprano te darás cuenta de que es un idiota. —Se cruzó de brazos recalcando la última palabra
Es un idiota.
Cat miró el reloj atónita.
—Creo que vamos a llegar tarde a la excursión.
—¡¿Ah?!
Y lo decidí, ese día planeaba alejarme de Collins. Ese reto no significa nada al lado de la regla importante que acababa de romper.
#2. Se respeta y se mantiene distancia con un ex novio, ex ligue, ex 's lo que sea de tú amiga.
Aproximadamente unas horas antes...
Mi cabeza... Mi cabeza está a punto de explotar.
Parece que el analgésico perdió su efecto, menuda mierda de medicamento.
No es la primera vez que siento esto, aun así se lo atribuí al estrés que estoy pasando. Sin embargo, es extraño que sean tan intensos. Ya era demasiado tarde para retractarme e ir a mi casa.
Esta mañana pasó exactamente lo mismo.
En la enfermería solo pedí un analgésico; iba a volver a clase, pero la enfermera me vio demasiado pálida e insistió que descansara. Estaba segura de que no lo necesitaba. Me encontraba perfectamente bien. Al echarme en la camilla sentí el frío del lugar, mire al ventanal y los radiantes rayos del sol cayeron sobre mí recibiendo algo de calor... No me había percatado del radiante día.
Sin más, caí en un profundo sueño.
Estábamos todos en el Orange Squad, incluyendo a Matthew. Tenía una gran preocupación, sin embargo, no recordaba porqué. Hasta que en mi mente cruzó un recordatorio sobre un examen de literatura. Me estaba divirtiendo mucho ese descanso. Lucy fue la primera en irse, luego Joseph. Por primera vez, parecía sonreír sin alterarme por mantener mi estatus en todo momento, solo conversábamos sobre todo y nada a la vez, hasta que me di cuenta de que ya había pasado mucho tiempo. Dejé a todos atrás y fui corriendo lo más rápido que pude a mi clase. Una sombra me seguía a donde fuera, pero simplemente la ignoré. Mrs. Leggind, mi profesora de lenguaje, recogía los exámenes y el mío misteriosamente estaba casi resuelto. Solo algunas preguntas de, ¿Historia?, mi mente estaba en blanco. Mire a la incierta negrura, era una silueta de aspecto femenino. Pregunté su nombre, pero no me respondió, simplemente me ayudó a resolver las preguntas del examen. Joseph entregó su examen al mismo tiempo que yo, pero se me ignoró caminando hacia la salida. Veloz recogí algunas cosas y grité que me esperara. Él se detuvo y se dio la vuelta para mirarme a los ojos. Deje de sonreír y él siguió su camino, mientras la sombra seguía siendo un espectador más. Mirando absolutamente todo y de pronto, el lugar se desmoronó. En un abrir y cerrar de ojos, fui llevada a un habitación cual blancura era tan encegador, pero de pronto el suelo comenzó a desprender miasma, tan negra que se asemejaba al deprimente cielo nocturno sin estrellas.
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Editado: 26.06.2021