31 de diciembre del 2017
Era víspera de año nuevo.
Dejé a Harry, Audrey, Nolan, Daniel y a Ethan en el hotel donde se desarrollaba la ostentosa fiesta que era organizada e invitada cada año. Me volví a acomodar el incómodo vestido después de trepar el árbol más alto que encontré mirando el vasto campo frente mío.
Sabía que desaprobarían esta conducta... Solo si lograban encontrarme.
«Eso no es digno de una dama, señorita Aldrich».
Saqué una barra de chocolate, lo mire con culpa antes de darle un mordisco disuadiendo mis prejuicios.
Delicioso.
Parecía que fue ayer el primer encuentro con Joseph, la creación del Orange Squad, nuestra fugaz amistad, su sorprendente declaración y su triste rechazo. Parecía que solo hubiera sido ayer, el día que me perdí y explore el vestuario de los chicos encontrando a Matt. Visitar el desierto club de Ciencias y conocer a Dieke-senpai. No parecía que hubiera pasado tanto tiempo.
Cada recuerdo resumido en un año lleno de incidentes.
Miré, de nuevo la inconstante Luna tan resplandeciente como siempre, cual sea su faceta. Estos días nos traen un aire nostálgico, sensible y cursi. Nos hace reflexionar y arrepentirnos para dar lugar a un siguiente año. Recordar todas nuestras acciones sean buenas o malas.
Detesto estas fechas.
Le di otro mordisco al chocolate, el único problema con el que tengo que lidiar actualmente, tiene nombre y apellido. Además de un narcisismo bastante alto.
¿Hasta cuándo durará su interés por mí? Haga lo que haga quizá será en vano, no conseguirá nada. Aun así, creo que a lo largo del tiempo nos fuimos entendiendo. Se podría decir que se volvió mi amigo.
¿Extraño, no?
Debe haber algo detrás de todo esto. El poderoso líder en las sombras de los GPE, Matthew Collins, no dejaría todo atrás solo por un mero capricho.
Seh, eso creo que significó para él y viceversa.
Nosotros planteamos nuestra relación como una guerra, el que se enamora pierde. Por ahora, Collins lleva ventaja al descubrir una de mis debilidades. Lo curioso es que no lo ha vuelto hacer desde ese día. Quizá no se dio cuenta. Pero eso no quita el hecho de que haya sentido algo por él. Logró enternecerme.
Era interesante.
Mire mi móvil, faltaban diez minutos para entrar a un nuevo año. Guarde lo que quedaba del chocolate y volví a acomodarme para apreciar mejor el espectáculo de fuegos artificiales.
El amor es una ilusión tan dulce.
Existe un nuevo mundo esperando por explorar mis posibilidades, solo debo establecer las prioridades correctas. No hay garantías sólo mejorar mis habilidades y a pesar de ser muy diferentes quiero saber hasta dónde llega esta vertiginosa amistad. No tengo remordimientos por satisfacer mi curiosidad.
El amor es una situación ridícula.
10
El orgullo te hace sentir fuerte, pero quizá te lleve a la estación equivocada.
9
8
¿Sería egoísta pensar en mi propia felicidad luego de hacer infeliz a la persona que más me admiraba?
7
6
5
No puedo cambiar lo que soy, no importa cuanto trate de ocultarlo.
4
3
Solo Dios sabe que no necesito ese tipo de cosas reales, se siente como si estuviera perdida en un laberinto.
2
1
Aunque no es tan fácil, estoy segura de que las cosas se harán a mi manera.
Los fuegos artificiales comenzaron a adornar el cielo nocturno anunciando la llegada del dos mil dieciocho.
Eran hermosos.
No sé lo que me depara, pero no puedo negarlo, estoy frente a una gran tentación. Tendré que manejarlo sin más dudas, no puede haber marcha atrás. Baje de mi escondite sin mucho apuro para reunirme con los demás.
En la vida lo que a veces parece un final, es realmente un nuevo comienzo.
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Editado: 26.06.2021