Observamos el atardecer caer.
Ese día había sido uno de los mejores que viví, al menos desde la iniciación de hace un mes.
—¿ Qué es lo que piensas tanto?—volteó a ver a Lenin.
Sólo sonrió— Nada sólo que este día me ha calmado los nervios.
Lenin sonríe asintiendo, luego vuelve a observar el atardecer.
Los días antes a este de pasan por mi cabeza, había dejado de ser normal, no completamente, pero una parte de mi ya no era la misma y tenía miedo de que esa parte me apartará de Lenin.
Había llegado a quererlo, quizás demasiado, no estaba lista para que el supuesto don que llevaba dentro de mi lo aleje.
Siento como aprieta mi mano, lo observo cuando las ganas de llorar aumentan.
Así es él, con un corazón malditamente bueno, con una sonrisa que calma el alma y con un pasado del que no se nada.
Me acerco y plantó un beso en su mejilla, desearía que todos los días fueran así.
Sin preocupaciones y llenos de amor.
Luces, muerdago y árboles.
Eso es lo que implicaba la Navidad y ya estaba pisandonos los talones.
—¿ Entonces pavo relleno o Pavo normal?
Mi madre inspecciona a su hermana de pies a cabeza — dudo que puedas hacer pavo relleno— rie— así que pavo normal.
Abandonó la cocina, en la sala principal el resto de mis hermana y nuestra prima se encuentran sentadas observando películas referentes a la Navidad.
—¿ Mañana tenemos clases?— la voz de Cloe me hace girar a verla.
Alzó los hombros en respuesta, me siento a su lado para observar de que trata la película que ha llevo media hora dándose.
Luego de una tarde casi mágica con Lenin, las cosas había vuelto a su normalidad, por excepción de que él ahora venía todos los viernes a invitarme a una cita, por su parte Daisy, Keila, Cloe y Emily habían encontrado a Maicol llorando, perdido y cuando vio a Daisy saltó a llorar en sus brazos diciendo que no sabía cómo había llegado ahí, cuando Daisy le dijo que no llorara que el no había cometido nada grave, Maicol abrió la palma de su mano. Revelando la brújula que Keila había escondido en su habitación. Al menos eso fue lo que me contaron.
—¿ Qué es lo que piensas?
Sonrió hacia mi última hermana— en como han cambiado las cosas este año.
La televisión se apaga, Emily se levanta y gira de tal manera que ahora se encuentra al frente de nosotras, sus ojos de clavan en Keila.
— juguemos algo — su voz demuestra diversión — mañana es oficialmente 21 y sólo nos quedan dos días para noche buena.
— por lo mismo — responde Keila— mañana es el ultimo día de clases y nosotras debemos dormir.
Keila se levanta y detrás de ella se van Daisy y Cloe.
Alzó los hombros — ya es muy tarde Emily, es mejor que tu también vayas a descansar.
— No es justo— la voz de mi prima me divierte — sólo quería la verdad.
Me levanto antes de meter la pata hasta el fondo, camino hacia las escaleras y volteó a verla.
— Si ella está lista te lo dirá no la fuerzas Emily.
Y diciendo eso subo a mi habitación a dormir. O al menos a intentarlo.
Mi respiración se vuelve errática, entonces vuelvo a sentarme en la cama, el sudor provoca que mi ropa este húmeda y los gritos se quedan atorados en mi garganta, recojo mi teléfono y observó la hora tres de la mañana.
Decido bañarme e intentar volver a dormir más no lo consigo así que, atraigo mi laptop a mi regazo y comienzo a investigar.
La página de Google se abre frente a mi, comienzo con algo fácil, ¿Qué significa soñar con brújulas?
Al aplastar enter un montón de enlaces aparecen, ninguno me interesa así que prosigo ¿ Es normal soñar con un bosque?
Otra página de enlaces vuelve aparecer, leo distintas plataformas, pero ninguna concuerda con lo que soñe.
Así que resignada, vuelvo a la página de las brujulas, comienzo a indagar en Internet sin encontrar nada que me pueda ayudar.
Apago la laptop e intento dormir de nuevo.
Un nuevo ruido me despierta, me siento en la cama sudada, aunque no recuerdo mi sueño para nada siento que el lugar o el acontecimiento que estaba pasando era demasiado aterrador.
Me vuelvo acostar y cuando estaba por cerrar los ojos lo volví a oír, el mismo golpe secó, moví mi vista hacia el pasillo, pero de ahí no vino el siguiente golpe.
Asustada me bajo de la cama, me acerco a la ventana, un sombra me hace gritar y por inercia muevo las manos hacia adelanto, provocando que la ventana se abra y el individuo saliera volando.
O Al menos supuse eso.
—¿Qué rayos pasa por tu cabeza?— la voz de Theo parecía enojada.
— porque entras así, casi muero del susto — volví a mi cama— ¿ Theo que haces en mi cuarto a esta hora?
El simplemente alza una ceja — Definitivamente ustedes las Herabi enserio que no son normales.
Lo miro arrugado el cejo—¿ Porqué?