New Opportunity

7

Q​​uien diría que después de 8 años volvería al lugar menos deseable, al menos para mi.

No había cambiado nada, salvo las generaciones nuevas, admito que avanzó mucho y me gusta estos cambios.

Siempre fui una chica de cambios radiales y me gustaba serlo, era una rebelde sin causa, pero aun así con todo el dolor, vivía para el hoy.
Exactamente como esta generación, es fuerte, aún más que yo.

Aparecí frente a una casa descuidada en un barrio... No muy bueno.
Henry Hilbert, estaba apoyado en la puerta con un celular en sus manos, yo me acerqué cuidadosamente.

Uno nunca sabe si la persona la cual cuidamos tiene algún don especial, pasó muchas veces por eso hay que ser... Un poco precavidos.

Estaba frente a él. Era un niño bastante guapo, sin dudas si mi yo de 13 años estuviera aquí seguramente se enamoraría de él.

Me reí mentalmente, yo era bastante inocente.

Entonces después de pasar repetidamente mis manos frente a su cara y gritarle lo mas fuerte que pude, comprobé que no me escucha ni me ve.
Tenia que intentarlo varias veces, por las dudas.

—No, definitivamente no tienes ningún don. —dije y palmee su espalda.

Henry se apartó asustado, casi pegó un grito y yo quede inmóvil con las manos tapando mi boca, no sabía que podíamos hacer eso.

Estaba segura que no me veía ya que empezó a mirar a todos lados buscando a alguien. Cuando finalmente se relajó entro en su casa suspirando, pero aún con la duda de quién lo tocó.

Cuando entre con el, a su lado, vi el desastre que había, alcohol y comida chatarra por todos lados. Recordé ese extraño olor, era marihuana.

"Maria" como le dicen algunos. ¿El niño fumaba marihuana?

La respuesta a esa pregunta se respondió sola cuando el padre regresó de la cocina y se sentó en un sofá viejo y sucio.

Nada más ver la forma de sus ojos, en como miraba al adolescente pude ver que él tenia algo oscuro...

Era su alma. Estaba oscura. Vi a un ángel guardián a su lado, trataba de luchar con varios demonios a la vez y nadie podía interferir.

No podía ver como poco a poco los demonios iban tomando el control de la pelea. Tenia que hacer algo para ayudarlo, aunque no estaba del todo permitido.

Saqué el cuchillo de plata y me agache al suelo preparando para prender fuego a esos demonios. Deslice el pequeño cuchillo en el suelo y logre que algunas chispas salieran y el fuego comenzaran a ir hacia ellos.

Pero fue demasiado tarde, el ángel había sido derrotado, no por demonios, si no por su protegido. Hizo su elección. No podía hacer nada. Demonios y ángeles no estaban junto a el, no había nada.

La regla número uno es no interferir en las decisiones, podemos guiar, tal vez orientarlos pero nunca tomar decisiones por ellos, es la cualidad del libre albedrío.

El adolescente se fue a su cuarto cerrado la puerta con llave y puso música bastante fuerte, se acostó en su cama como si ninguna preocupación tuviese.

Y eso me preocupaba, que tan mal podría estar un niño de su edad con alguien tan oscuro como su padre.

Antes de morir, cuando aun me juntaba con los bad boy's de mi ciudad solía ver como gente maltrataba a otros y ellos a otros, como una reacción en cadena. Siempre pasaba así, era triste pero era sus realidades.

Henry se durmió y abrí la caja que me habían dado cuando me asignaron este trabajo, en sus principios pensaba  que contendría, no se, algo especial.
No, solo era una especie de estuche mágico para la comida, bastante ingenioso la verdad, deseamos cualquier comida y ahí aparece.
Sin importar cuantas calorías ni carbohidratos tenga, comíamos sin aumentar ni bajar de peso, era increíble.

Comí y luego revisé la casa. Especialmente en un diario, después de todo podíamos mover los objetos inanimados. Claro, con precaución.

28 de junio, 1999
Estados Unidos.

EMPRESA COFFE'S ESTA SIENDO UN ÉXITO EN VARIOS PAISES...

Deje de leer porque poco me interesaba las noticias. Solo quería ubicarme en donde estoy, aun así me siento perdida.

Salgo al patio de la casa, es el lugar mas bonito que vi hasta ahora, era hermoso sin lugar a dudas. Flores, bancos y hasta había una parrilla en  costado. ¿Que esta mal aquí?

Entonces escuché un claro y fuerte sonido de dolor. Henry trataba de soltarse de las garras de su padre que estaba gritando y tomándole del cabello.

— ¡Cuantas veces te he dicho que no pongas música fuerte cuando veo el partido! ¡¿Cuatas?!

— ¡Sueltame! —gritaba desesperado Henry.

Yo estaba igual de desesperada que el, no podía hacer nada, entonces chocó con el estante y cayeron algunas cosas al suelo. Veía sus lágrimas, era tan triste y dolorosa ver esto.

Un bate de béisbol cayo al suelo, y sin que se percatara lo patee hasta él. Entonces golpeó a su padre en las manos haciendo que lo soltara de inmediato.




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