CAPITULO II AUTORIDAD

AUTORIDAD
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"LA AMBICIÓN NO HERMANA CON LA BONDAD, SINO CON EL ORGULLO, LA ASTUCIA Y LA CRUELDAD"(LEÓN TOLSTOI)
 

Nos encontramos en el distrito 3 con un cielo triste y con altas insinuaciones de lluvia, los jóvenes llegando a las estaciones de conexión. A estas alturas los distritos ya están siendo reubicados, Vitali esta concentrado en conseguir a los programadores que trabajaran con él. Los elegidos son 4 jóvenes, los mejores de su clase. 
 

- Quiero que, estén conscientes de que este proyecto será llevado en secreto y se hará publico siempre y cuando tengamos éxito, la decisión es de ustedes, pasar a la historia como las personas que salvaron a la raza humana o no ser nada.- Les dijo Vitali.
 

Los jóvenes se vieron fijamente, dudosos y sorprendidos por la oportunidad que tenían, uno de ellos preguntó.
 

- ¿Esta es la última opción del consejo?
 

- No, pero, si es de las últimas, jóvenes estamos desesperados por lograr sobrevivir, y se que ustedes también están preocupados, nos quedan pocas opciones. Nuestros programadores están ocupados reparando los daños en la red telefónica del distrito 1, por eso acudo a ustedes, son los mejores de su clase, entonces, ¿Qué dicen?- Respondió Vitali.
 

- ¿Qué beneficio tendremos nosotros?- Replico uno de ellos.
 

- Serán trasladados al distrito 1, además, de ser un éxito, serán recordados por todos los tiempos.
 

- Vale, yo acepto.- Dijo uno de ellos.
 

Los demás se vieron fijamente y aceptaron, seguido de esto fueron escoltados con sus cosas a la estación del distrito 3, una nueva vida los esperaba en el distrito 1. 
 

A lo lejos se veían los vehículos militares transportando a los ancianos al distrito 4, sin saber que serían llevados a su tumba. Vitali veía impotente por no poder hacer nada, se sentía culpable por las muertes que esta crisis ocasionaría. Recordó un momento de su infancia con su madre, era una tarde con un clima agradable, estaban en el único zoológico de los distritos... 
 

- Vitali, hijo ven aquí, ven a ver esto.- Recordó la voz dulce de su madre.
 

- Mami, ¿Qué son esas cosas que están en los árboles?- Preguntó, mientras señalaba la copa de los arboles frente a él.
 

Pero, antes de siquiera escuchar la respuesta de su madre, su conciencia le haría una mala jugada. El zoológico se transformó en un juzgado, con paredes obscuras, sangre fresca en el piso y muchas personas sin rostro en los lugares para sentarse. Se escuchó una voz fuerte y un tanto distorsionada.
 

- ¡Vitali Strugatski! Serás juzgado por tus crímenes, todos de pie para recibir a la jueza Samantha Petrov.
 

Una puerta se abría por detrás del podio, era su madre vestida con una túnica negra de la cual escurría sangré. Su rostro era irreconocible al igual que el de las demás personas.
 

- No, no, esto no es posible, yo no, yo no, he hecho nada.- decía, mientras intentaba huir de la habitación -. ¡Yo no he hecho nada! ¡No me pueden juzgar! - Gritó con desesperación, mientas empezaba a llorar.
 

Las voces de los presentes sin rostro se escuchaban gritando,¡Culpable!¡Asesino!¡Matenlo!

- El pueblo ha decidido tú sentencia Vitali.- Dijo su madre mientras esta desaparecia en una cortina hecha de humo.
 

Vitali pestañeo rápidamente y se encontraba en una guillotina, y antes de siquiera poder decir una sola palabra, cayó, desprendiendo su cabeza con un corte limpio y perfecto. 
 

Vitali regresó a la realidad, estaba empapado por la lluvia que había empezado a caer. Se paso las manos por el rostro, estaba alterado y asustado. En ese momento recibió una llamada de Tesia.
 

- Vitali, ¿Dondé estas? Dijiste que estarías en el nexo para entregar la lista de tus programadores.
 

- Lo siento Tesia, voy en camino.- Respondió Vitali, pero su voz denotaba preocupación.
 

- ¿Te sientes bien? Te escucho un poco agitado.
 

- No, claro que no estoy bien, pero no hay tiempo para eso.- Dijo a la vez que terminaba la llamada.
 

A la vez que todo esto sucedía, en el distrito 4 Magdel esta supervisando las operaciones de los militares y policías. Se separó del grupo con Robert Ford, uno de los mejores militares, integrante de las fuerzas especiales, dedicadas a buscar a los traidores y asesinos de los distritos. 
 

- Conozco tus capacidades muchacho, has atrapado a 3 de los 4 criminales mas buscados del régimen de asesinos, ¿No es así?- Preguntó Magdel mientras se quitaba sus lentes obscuros.
 

- Así es señor, ¿En que le puedo servir?
 

- Escuche señor... Ford, ¿Verdad? Yo crecí con la ilusión de ver al mundo en el que vivimos en su máximo apogeo. Lamentablemente, no todos están dispuestos a pagar el precio...
 

- No entiendo a que se refiere señor- Interrumpió Ford, recordando su primera conversación.- Usted me dijo que tenia un trabajo para mi y que a cambio, conseguiría un lugar en el distrito 1, para mi familia.
 

- Muy bien, me gusta que seas directo, el traslado de todos los habitantes a sus nuevos distritos acaba aproximadamente dentro de 15 días, para ese entonces tú familia estará contigo en el centro del distrito 1.