Nexus Odyssey Vol. 1

8

Gerard estaba terminando de analizar los datos que obtuvieron de la extracción rápida de información pero en general no había encontrado nada interesante. Mapas de los cuatro planetas que formaban la alianza, sus principales exportaciones e importaciones, además de un recuento de personas, todos en números rojos, lo que significaba que cada planeta tenía sobrepoblación.

Entonces vio aterrizar a aquella nave que entro en el hangar de la base espacial, a su lado.

Pero esta vez no bajaron todos, solo un soldado, una mujer, en apariencia quien avanzo a paso resuelto hacia el bosque.

Gerard casi pudo jurar que la mujer volteo la vista hacia la Odyssey pero era imposible pues estaba camuflada y los sistemas de navegación junto con todo los demás estaban escondidos de las resonancias del planeta. No debería haber tecnología para encontrarlos…

Gerard decidió advertir a Hela sobre eso.

Mientras tanto el grupo de Hela se había acercado a la puerta de la ciudad, cubiertos totalmente de polen blanco además de estar rodeados de algunos tallos y raíces de Mindy las cuales servirían para confundir a las Mimosas pudicas. Las plantas no reconocían como peligrosas a otras plantas, aparentemente.

Los guardias parecieron reparar en Blas quien cargaba la computadora como una mochila pero cuando paso bajo las Mimosas y estas no parecieron reaccionar, perdieron interés en ellos.

Kayo pensó que en general eran tan humanos como ellos aunque todos tenían piel clara pese al ardiente sol que posaba sobre ellos lo que la dejo con una duda momentánea pues lo comprendió todo cuando vio la ciudad.

Dentro de las Mimosas se escondía una ciudad enorme, con edificios de tres a cuatro pisos pintados con colores cálidos como rojo, naranja y amarillo, además de verde y azul, con un techo de árboles enormes, no solo de troncos enormes, si no con hojas enormes que se movían para cubrir a las personas bajo sombras frescas. Todas las plantas estaban vivas, se movían tan libremente como podían, estirando sus tallos, sus hojas o incluso sus pétalos.

La gente sonreía mientras saludaba a otras personas o a las plantas y otros paseaban sus floreros con pequeños retoños creciendo.

Otros tomaban frutos de los árboles que se movían, aunque estos no reaccionaban pues la gente los alimentaba con agua o con nutrientes blancos que dejaban caer sobre la tierra en la que descansaban ¿Una forma de pago?

— ¡Es increíble!— Radis no pudo evitar esconder su fascinación.

—Actúa más normal— Le dijo Kayo golpeando su hombro con su hombro, susurrando en el proceso— Sí que es increíble pero no podemos dejar entre ver que somos turistas, recuérdalo.

—Lo siento— Radis asintió pero el brillo de sus ojos no desapareció.

—Es casi tan brillante como nuestro pueblo— Lirio sonrió un poco hacia su hermano.

—Sí, me trae recuerdos— Admitió Blas.

Hela reviso su pulsera, buscando rastros de la escama pero aun parecía lejos. Debía estar en una base secreta o quizá bajo tierra por lo que de momento ayudaría a esos chicos con su misión.

También recibió la advertencia de Gerard.

— ¿Y ahora?— Preguntó acercándose a los hermanos.

— ¿Eh? Ah, bueno— Blas se rasco la mejilla un poco avergonzado— Debemos encontrar una computadora… Me pregunto si aquí hay de esos lugares donde poder conectarnos, como en nuestro pueblo… ¿Cómo se llamaba?

— ¿Café internet?— Preguntó Kayo.

Los hermanos le miraron raro.

—Así se llama de dónde venimos— Explico Hela encogiéndose de hombros— Contratas por un tiempo una computadora y y…

—Entonces el internet es….

—Sí, a la red, solo que internet nos parecía una palabra graciosa para usar en casa— Dijo Hela— Es una palabra que inventamos, para reducir palabras y sea todo más rápido…

—Suena elegante— Dijo Blas pensándolo unos segundos pero al instante frunció la ceja— Aunque la palabra es más larga que Red ¿No?

— ¿Entonces te haces café mientras usabas la red?— Preguntó Lirio, como imaginándoselo.

—Lo pedias y te lo llevaban— Aseguro Kayo— Además de otras comidas, mientras tuvieras dinero y pagaras, de todo te llevaban a esos pequeños cubículos personales.

—Suena genial, deberíamos abrir uno aquí— Dijo Lirio con los ojos brillantes— ¿Te imaginas? En el de nosotros solo te permiten conectarte a la red… No creo que permitan comer.

—Quizá— Blas acaricio la cabeza de su hermana a lo que esta sonrió— De momento busquemos uno…

Los chicos avanzaron por las calles concurridas, cuidándose de las mimosas vigilantes mientras saludaban a la gente que pasaba a su lado, además de las plantas.

— ¿La plantas tienen ojos?— Pregunto Kayo.

—Claro que no, muchas de ellas usan el tacto para localizar partículas a su alrededor, creo, no sé cómo funciona del todo pero sé que no tienen ojos— Aseguro Lirio mirando una que la saludo.

—Creo que no es un mal lugar para vivir— Aseguro Radis mientras sonreía, mirando las piernas de algunas chicas que pasaban a su lado— Creo que hasta podría quedarme a vivir, si…—Giro su rostro al ver unas muy bonitas.



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En el texto hay: aliens, multiverso, batallasepicas

Editado: 16.02.2025

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