— ¿Sospechas de Anid?— Preguntó Hela hacia Gerba mientras avanzaban a las zonas más resguardas de la base, al menos lo parecían. Esas zonas también habían sido afectadas pese a que ahora solo eran bodegas.
— ¿Anid? Ah, no, no del todo. Lavanda determino que no tenía señales raras ni cuando llegamos así que no lo creo, de todas formas, gracias, casi olvido ese detalle, así que lo investigaré— Dijo Gerba y Hela noto que ella confiaba muy fácilmente en la gente— En realidad necesito que me ayudes con el interrogatorio de una de los soldados que conseguimos vivo.
—No soy buena en eso pero te ayudaré en lo que pueda…
—En realidad me gustaría que me detuvieras si algo se sale de mi control— Gerba le sonrió con cierta vergüenza. No solo era vergüenza, había un deje de tristeza y enojo que en realidad Hela no pudo notar.
Dos guardias las esperaban, saludaron a Gerba y abrieron la puerta para que ambas entraran. Al instante la puerta fue cerrada de regreso dejando solo ver una pequeña lámpara y a una mujer atada, con la cabeza baja.
— ¿De verdad esta es su sala de interrogatorios? Huele a papas— Dijo la mujer francotiradora levantando su rostro con una sonrisa maliciosa, como si aquello fuera de lo más normal— Los chicos vegetales no me dan miedo…
Gerba se sentó frente a ella y con un movimiento rápido le enterró un cuchillo en su pierna, sorprendiendo tanto a la prisionera como a Hela.
—Escucha, muchacha, no tenemos mucho tiempo para hacer preguntas, tenemos que irnos así que si quieres vivir, dinos ¿Por qué hay gente de T’k’bileuli, aquí en Ploresi, sirviendo de guardias como si nada? Eso de que la guerra esta premeditada por todos ¿Es verdad?— Gerba le contemplo con frialdad.
— ¿Así que llegamos tarde? ¿Quieres que confirme lo que encontraron en la computadora? Pues es cierto, esto es necesario para mantener el equilibrio de los cuatro planetas— La mujer hizo una mueca.
Gerba movió su cuchillo dentro de la pierna de la mujer, lo que provoco un gran grito por parte de está. Seguro habría alcanzado el hueso y la sangre no dejaba de salir—Hijos de puta ¿Me estás diciendo de verdad que Mansal murió por egoísmo de los de arriba?
Hela pudo entenderla entonces.
—Que sentida…— La mujer esbozo una sonrisa aunque se notaba que le dolía.
—Hijos de puta, una pierna es…— Hela la detuvo rápidamente antes de que Gerba pudiera cortar la pierna de la mujer o algo peor, sujetando su hombro— ¡Una pierna es un pago suficiente por la vida de mi amigo! Pero yo no soy como ustedes, yo si valoro la vida de la gente, sus extremidades, aunque sean pura basura.
— ¡Hija de puta!— Le grito la prisionera pero entonces Hela le reventó la nariz con tal fuerza que tiro la silla, dejándola inconsciente. La verdad es que ni ella pudo soportarlo así que potencio su puño con viento.
—Bien hecho— Gerba la felicito, dándole palmaditas en la espalda, entonces abrió la puerta— Cúrenla y llévenla a los vehículos, pero vigílenla y tienen permiso para desquitarse.
Los dos soldados entraron mientras Gerba y Hela abandonaban la sala.
— ¿No lo mataran?
—Ella dijo que los chicos vegetales no somos atemorizantes y es verdad— La chica se encogió de hombros— Pero es porque realmente no solemos causar dolor innecesario, si debemos matar, lo hacemos pero si existen las torturas entre nuestra gente y te aseguro que no son bonitas.
Hela casi pudo escuchar gritar a la mujer al otro lado del pasillo.
—Quería seguir preguntándole cosas pero tendrá que esperar hasta que estemos en un lugar seguro, además, tengo que aprovechar para que el coraje se me baje ¿No crees? Bueno, debo hablar con cierta persona— Se despidió Gerba con la mano, esbozando una leve sonrisa, a lo que Hela regreso a ayudar a los demás.
— ¡Chicas!— Gerba se acercó a Radis y a Anid quienes estaban sentadas en el suelo— Disculpa que lo pregunte pero ¿Anid, tu tuviste que ver con todo esto? Ellos llegaron sin equipo tecnológico pero tú…
—No— Anid negó con la cabeza, irguiéndose en su lugar— Destruí la mayoría de mi equipo tecnológico de camino aquí, sin mencionar que esos no eran parte de mi escuadrón. Yo tampoco tenía idea sobre la razón de la guerra.
Era difícil saber si mentía pero de alguna forma Gerba confiaba en ella, sus ojos eran honestos y sus expresiones, aunque frías, no parecían esconder ninguna intensión, por lo que soltando un largo suspiro, negó con la cabeza— Bueno, gracias ¡Las veré durante la evacuación!
—Ah, cierto, debemos ayudar— Dijo Radis poniéndose de pie y mirando a Anid— Gracias.
Anid sé le quedo mirando, con un leve sonrojo en sus mejillas, aunque su expresión no cambio en ningún momento, ni cuando ella se fue de ahí despidiéndose con una gran sonrisa en su rostro.
—Debemos aprovechar para irnos y buscar la Escama— Les dijo Hela en cuanto tuvo un momento con sus dos estudiantes.
—Espera ¿Solo nos iremos? Ellos...— Comenzó Radis, señalando a la gente.
—Se cómo puede sonar pero no podemos involucrarnos más de la cuenta ¿Lo entienden?— Hela puso su mano sobre el hombro de Radis— Este Oasis no tiene el nivel de evolución necesario y si nos involucramos más o si la escama se queda más tiempo, todo podría colapsar, no solo estos cuatro planetas y lo sabes...