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Una vez que Hela supiera donde estaba la escama, solo necesitaba confirmar la presencia de le enfermedad del Caos. Para bien o para mal esto le serviría a la larga, pues la cosa acababa de complicarse un poco más ¿Cuánto tiempo llevaba aquí la escama? ¿Por qué no la habían identificado hasta ahora en los cuarteles de la COFOS?

Ella sabía que la enfermedad del Caos solo aparece cuando una Escama ha estado presente por mucho tiempo en un Oasis y con ella, la gente comenzaba a perder la cabeza y a verse en la necesidad de destruirse, aunque no lo entendieran.

—Bueno, chicas, hay que recuperar la Escama— Hela se puso de pie.

— ¿De qué hablan? ¿Escama? ¿Hablas del trozo de dios?— Preguntó la mujer atada— ¿No les dije que es una locura? ¡Todos la están vigilando!

—De todos modos vamos a recuperarla, así que no debes preocuparte— Hela le sonrió mientras sus alumnas se preparaban para saltar del vehículo— Ahora ¿Qué haremos con ustedes?

—Yo iré con ustedes— Aseguro Anid poniéndose también de pie.

Hela parecía lista para protestar pero Radis la detuvo.

—Es de fiar, nos puede ayudar sobre todo si trabaja aquí— Aseguro— Además no parece del tipo que vaya diciendo lo que escucha.

—­No lo haré— Anid negó con la cabeza.

—Bien, confiaremos en eso, en cuento a ti, será mejor que te quedes aquí— Le dijo Hela a la mujer atada quien les miraba con una mueca incrédula— Quizá debamos atar también tus pies para que no saltes del vehículo y escapes...

— ¿O porque no la eliminamos?— Kayo le miro con una expresión peligrosa.

— ¡No, no, esperen!— La mujer negó con la cabeza— Yo puedo ayudarles. No olviden que soy un agente y que debido a mi rango me dejan entrar a varias zonas. P-podría ayudarles a meterse en la base y ella…— Señalo a Anid con la cabeza— No está muy arriba en autoridad y creo que tampoco labora aquí, así que no les servirá de nada incluso si planeaban recibir su ayuda.

Las chicas se quedaron pensativas, salvo Anid.

— ¡Prometo no traicionarlas!— Aseguro la mujer.

—Eso se escuchó muy sospechoso— Kayo parecía lista para matar.

­ — ¡Prometo ayudarlos, de verdad!— Rogó la mujer, retrocediendo un poco.

—No podemos arriesgarnos— Hela negó con la cabeza— No te mataremos pero tampoco puedes venir con nosotras. Te ataremos bien y… Diles a todos que pronto todo terminara…

Kayo retrocedió un poco decepcionada y entonces la ataron en el auto, esto para que no escapara, aunque Hela también la dejo fuera de combate.

Radis al ser la última, salto hacia atrás, sujetando la puerta de la camioneta para cerrarla, entonces giro en el suelo un par de veces y logro ponerse de pie aunque termino escupiendo tierra.

— ¿Y ahora por dónde?— Kayo ya se estaba sacudiendo.

Anid ni se sacudió.

—Hay que movernos hacia el norte, ahí es donde está la Escama— Señalo Hela.

—La escama es el pedazo de Dios ¿Verdad?— Anid inclino ligeramente su rostro con curiosidad y Hela asintió un poco.

—De todos modos, solo un nombre clave para ese objeto extraño ¿A qué es genial? Nadie sabrá que hablamos del pedazo de dios— Hela esbozo una sonrisa. Aun así, debía mantenerla lejos de toda su información más importante, por su bien— Vamos, no estamos lejos.

—La entrada se encuentra por allá— Anid señalo al lado contrario.

—Pensé que no eras de aquí…— Kayo le miro levantado una ceja.

—No, pero he estado aquí antes— Anid hizo una mueca, algo que sorprendió un poco a Radis pues no había cambiado su expresión desde que la conoció, al menos no a una tan palpable— Aquí comencé mi servicio como agente.

—Debió ser duro— Radis sonrió para tranquilizarla.

—Sí, algo— Anid asintió y comenzó a guiarlas por el bosque.

Mientras caminaban no pudieron evitar admirar la naturaleza viva del planeta, desde los árboles que se movían constantemente hasta las rosas que se abrían para formar bocas que al menos no las devoraron.

—Cerca hay una barrera— Anid detuvo a las chicas.

Hela apretó su pulsera y se mostró frente a ellas la barrera, en todos sus colores— Puedo abrir un pequeño agujero pero si queremos pasar desapercibidas, será solo por unos segundos.

— ¿Puedes hacerlo?— Anid le contemplo.

—Esta tecnología es anticuada— Aseguro Hela.

—Es la más avanzada— Señalo Anid.

—Bueno, nuestro planeta esta… Bastante más avanzado— Dijo Hela sonriendo de lado— Te aseguro que si algún día formamos una alianza con ustedes, nos guardaremos siempre los mejores juguetes para nosotros.

Anid pareció entenderlo pues estaba seguro de que su planeta haría lo mismo.

Hela presiono un par de botones en su pulsera, entonces el campo se abrió ante sus ojos.

Pasar la primera barrera fue fácil, la segunda sería un problema.

—Mimosas— Kayo hizo una mueca— Quizá si pasamos debajo de ellas, muy pegadas al suelo…