Nexus Odyssey Vol. 1

23

Su plan no estaba muy trabajado pero parecía sin fisuras, eso seguro. La doctora planeaba entrar como si nada con ellos dos de guardias, entonces se dividirán. La tecnología que esos chicos tenían les permitía intervenir en los sistemas así que, para este, siempre fueron guaridas.

—De verdad es increíble— Aseguro Mandrágora, fascinada por todo eso.

—Listo, también descargue un mapa para tu pulsera— Le dijo Kayo a Gerard— Entremos y hagamos esto rápido.

Se encontraban a solo una calle, justo donde había una antena de vigilancia.

Tras aquello, avanzaron hasta el edificio.

Pese a que no traían tarjetas, los análisis biométricos confirmaron todo y los guardias realizaron el chequeo pertinente.

Mandrágora por poco termina con la cutícula de sus dedos durante este proceso.

—Bueno, pedí el permiso para ir a la escama, aunque no podremos acercarnos mucho pues la están estudiando de cerca, así que, lastimosamente tendremos que hacer un desastre para cerrar distancias— Mandrágora hizo una mueca al decir esto.

—­No se preocupen, con la caída de la central eléctrica, tendrán la distracción que necesitan— Kayo les sonrió, levantando su pulgar— Si algo pasa, aun podríamos huir así que nada de ser héroe, Gerard.

—Eso debería decírtelo a ti…

—Supongo que si…— Kayo soltó una risotada— ¡No vemos!

—Estará bien— Le tranquilizo Mandrágora.

­ —Lo sé… Vamos— Gerard siguió a la mujer.

—Pero ¿Qué tenemos aquí?— Preguntó un hombre con un elegante traje negro mientras observaba la pantalla de su computadora y esbozaba una pequeña sonrisa que dejo ver sus colmillos.

— ¿Qué ocurre?— Preguntó la chica, joven frente a su escritorio, portando ropa tan formal como la del hombre y con los brazos detrás.

—La doctora Mandrágora vino…

— ¿Es raro?— Preguntó la chica, inclinando su rostro con curiosidad.

—Lo es pues aparentemente durante el incidente del trozo de dios en Ploresi, fue secuestrada aunque según lo que dijeron los que estuvieron presentes, en realidad estaba ayudando a los ladrones…

—La matare…

—No, yo me hare cargo… mientras tanto ¿Por qué no vas a la planta energética? Si planean robar el trozo de dios también de aquí, ese sería su principal punto de interés… Ve y mata a quien se meta en la sala.

—Sí, señor— Los ojos negros de la chica parecían agujeros negros.

Kayo avanzo solo un poco antes de observar el mapa. Necesitaba grabarse las escaleras y su localización en cada piso para no abrir el mapa siempre y al mismo tiempo, evitar el levantar sospechas.

Decidió avanzar de vez en cuando usando su gran velocidad para marear a las cámaras pero en general, evito a la gente.

De alguna forma todo parecía tan familiar, hasta el olor a alfombra y ¿Cómo no? El olor a suministros médicos pero ¿Qué estarían haciendo ahí? En su mundo, niñas mágicas pero ¿Aquí?

Un estremecimiento me recorrió.

—No, imposible…

Kayo siguió avanzando.

Mientras tanto, Gerard y Mandrágora avanzaban como si nada hacia arriba, aparentando ser solo la científica con su guardia.

—Este lugar…

—Como te dije, es un centro de investigación aunque es verdad que no se limitan al trozo de dios— Le dijo la mujer mientras acomodaba sus lentes— Tecnología, avances médicos y militares…

Tampoco le sorprendía, al menos, no del todo, aún así, no pudo evitar apretar sus puños con fuerza.

Mandrágora solo pudo mirarlo con atención. No sabía si debía consolarlo o qué, por lo que decidió seguir avanzando. Parecía tan joven como ella pero su mirada era mucho más oscura, mucho más perdida.

Ambos llegaron a la central, al menos desde donde podrían ver la escama.

Y si, ahí estaba, el gran torso brillante que estaba siendo analizado por muchas personas con trajes de radiación. Otros no los tenía pero estaban protegidos por cuadros transparentes grandes.

—Que exagerado— Dijo Mandrágora mirándolos con atención.

— ¡Doctora Mandrágora!— Le saludo un hombre bien vestido— No la esperaba por aquí hoy ¿Qué la trajo por aquí? Tampoco recibí el correo de Ploresi ¿Han descubierto algo sobre el trozo de dios?

El hombre era alto, de tez clara aunque con manchas oscuras en la piel, de labios gruesos, nariz respingada y unos hermosos ojos verdes. Sus cabellos largos estaban atados en una cola alta.

El líder de Tovs, al menos, el principal representante frente a los otros planetas. A Mandrágora no le preocupaba, pues era un bonachón.

—Fue un viaje de emergencia, señor Jackson pues en realidad si, descubrí algo ¿Cree que podría acercarme? Le enseñare algo increíble que nos beneficiara mucho— Aseguro la doctora acomodando sus lentes.

— ¿En serio? Suena prometedor...— El hombre abrió mucho sus ojos y entonces asintió— Bueno, dejen que tomen sus muestras y entonces nos acercaremos ¿Qué fue lo que encontró?



#684 en Ciencia ficción
#4911 en Otros
#909 en Acción

En el texto hay: aliens, multiverso, batallasepicas

Editado: 27.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.