Nexus Odyssey Vol. 1

31

Ambas damas intercambiaron miradas severas, una tras su espada y la otra detrás de su abanico dorado mientras las alarmas sonaban ruidosas de fondo. No llegaron más guardias pero Hela sabía que eso podría cambiar dentro de poco por lo que tenía que terminar con ella ahora. Un pensamiento que ambas compartían.

Si llegaban a apoyarla, Dextrosa no podría divertirse.

—Bueno, querida, parece que incluso yo ignoro las cosas que hace mi planeta con respecto a los demás— La mujer movió su abanico para encogerlo, apartarse y apuntar a Hela— Y eso también me molesta.

— ¿Lo… siento?

—No lo sientas, ya no importa, cuando termine contigo y con tus compañeras, lo solucionare hablando con mis superiores— Dextrosa entonces se movió a gran velocidad pero Hela la desvió con facilidad— Que molesta eres.

La mujer estiro su otra mano para sacar otro abanico dorado que por poco le saca los ojos a Hela de no ser porque esta logro empujarla con su espada lejos, aun así, pudo notar como el lugar se cargaba de estática.

El impacto ocurrió en menos de un segundo.

Dextrosa sonrió al ver su obra pero Hela había logrado recibir el impacto sin recibir muchos daños gracias a la barrera de viento que formo. Aun así, el impacto contra la pared la agrieto, soltando algunos escombros.

—Que interesante— Dextrosa escondió su furia detrás de su abanico— Y que molesto.

Hela se sacudió los escombros, entonces volvió a ponerse en posición de ataque— Eres fuerte, supongo que entonces no debo contenerme contigo.

Una onda de viento se dispersó desde ella para acto seguido lanzarse al combate.

Mientras tanto Radis y Anid se enfrentaban a los otros guardias que iban detrás de ellas, pero ninguno era rival para la velocidad de Radis quien lograba incapacitarlos con algo de corrientes eléctricas.

Anid se hizo de un arma para cubrirla.

— ¡Lo siento!— Se disculpó Radis hacia el ultimo trio de guardias que ahora estaban en el suelo, estremeciéndose.

—Son enemigos, no deberías…

—Es verdad pero todos tenemos familia, algo importante que proteger y por la que hacemos lo que hacemos, eso es todo— Le dijo Radis sonriéndole un poco sobre su hombro— No podemos quitarles eso incluso si son malos. Y creo que no son malos, solo están… ¿Haciendo su trabajo? ¿Un poco enfermos?

Anid pareció meditarlo. Eso ya lo habían hablado pero también recordó a Kayo… A ella no parecía importarle matar.

—Estamos cerca de la sala de energía— Radis miraba el mapa con atención, acto seguido levanto los ojos hacia el frente— Sospecho que si requerirá una recarga. Espero que la parte de hacerle de técnicas no tengamos que hacerla.

—Yo podría intentar ponerlo a funcionar de ser necesario— Aseguro Anid a su lado.

— ¿Podrías?

—Podría intentar…

—Bueno, algo es algo…

Ambas llegaron a la sala de energía y no había guardias, o al menos eso parecía hasta que notaron a un chico sentado en el suelo, a un lado de la puerta con su arma a su lado y con una mueca aburrida, pues miraba sus uñas, las mordía y volvía la vista a sus dedos con despreocupación.

Levanto la vista y las miro.

Anid abrió los ojos pero el joven no se movió, limitándose a regresar la vista a sus uñas.

Radis no dijo nada y tumbo la puerta con un puñetazo eléctrico, entonces lograron entrar a la sala, desde donde la joven se acercó al panel que necesitaban activar. Era verdad, parecía que nadie lo había activado en mucho tiempo, aun así, se mantenía limpio. Seguro habría otros sistemas importantes ahí y debían darle mantenimiento.

Radis agradeció que no fueran fuentes de energía nucleares.

Aunque pensándolo bien, incluso lo que estaba haciendo podría ser peligroso sin una forma eficiente de evacuar en caso de problemas. Por eso todas las fuentes de energía que no fueran la energía etérea tenían riesgos muy palpables.

Las maquinas comenzaron a generar rayos y pequeños fuegos mientras la base entraba en estado de emergencia de un momento a otro, bajando las luces y prendiendo algunas más tenues. Eso no es lo que quería.

Anid se limitó a mirar al chico que seguía mirando sus uñas.

Radis noto que la fuente de poder se estaba recargando aunque no de sus rayos, si no de la misma base. Quizá eso genero el desvió de recursos aunque solo fue momentáneo, pues la luz volvió tras unos segundos.

Sin pensarlo, Radis le tomo la mano a Anid y la arrastro para irse.

—Traidora…— Fue lo único que dijo el chico, dirigiéndole una última mirada con una sonrisa maliciosa mientras Anid le miraba sobre su hombro, mostrándose verdaderamente aterrada.

Cuando ambas se perdieron en la lejanía, el chico se levantó y acaricio a un perro que salió desde la esquina del pasillo. Ambos parecieron esfumarse tras unos segundos.

—Si la energía se está restableciendo hacia el elevador, entonces ¿Funciona, no? — Radis abrió mucho los ojos— ¡Tiene que funcionar!

Hela lanzaba estocadas rápidas cargadas de viento que Dextrosa evitaba, ya sea moviéndose muy rápido o bien desviándola con sus abanicos, acto seguido lanzaba rayos potentes que Hela evitaba con la misma velocidad o bien los cortaba con ráfagas de viento violento.



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En el texto hay: aliens, multiverso, batallasepicas

Editado: 06.09.2025

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