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Cuando la Odyssey arribo al planeta, el día de los habitantes del planeta ya había iniciado, moviéndose de un lado a otro en la ciudad, algunos rápido, otros más lento, algunos arrastrando la nieve del suelo con palas o maquinas que la acumulaban o la derritan y otros levantando unos pilares negros que parecían dar calor una vez conectados. Otros estaban poniendo sus puestos de comida o de otras cosas, preparando algunas fogatas o calentadores eléctricos para ofrecer calidez a quien sea que se acerque.

— ¡Este lugar es horrible!— Hela estornudo cuando pisaron la superficie, abrazándose con fuerza. Incluso con su ropa especial y con la ropa extra, podía sentir como el viento penetraba su piel.

—Pensé que te sentirías como en casa— Bromeo Radis.

Hela le miro mal y de no ser por el ya de por si ambiente frio, podría haber sido una mirada fría y peligrosa.

Radis observo las túnicas negras que llevaban los hombres que los habían ayudado a aterrizar y quedo fascinada pues parecían cálidas y se movían increíble con el viento frio del planeta, como figuras misteriosas y peligrosas.

Hela hizo que la pequeña nave en donde venían los chicos volviera a la Odyssey con un botón, sorprendiendo a todos los presentes, incluyendo a los hombres de las túnicas que veían el movimiento de las naves con fascinación.

También identifico que el pedazo que recupero Kayo y Gerard estuviera bien y como ese era el caso, sabía que no podían quedarse mucho tiempo y menos ya teniendo la escama completa.

—Bienvenidos— Saludo Khaz cuando las recibió, destapándose pues fue uno de los guías en la tormenta, como siempre— Es un gusto recibirlos, sobre todo cuando fueron de gran ayuda cuidando a mis hijos.

—De verdad parecen vampiros— Susurro Radis hacia Anid quien le regalo una sonrisa avergonzada a Khaz.

— ¿Hijos?— Preguntó Hela.

— ¡Radis!— Saludo Lirio, levantando sus manos y corriendo hacia ella para abrazarla.

— ¡¿Lirio?! ¿Cómo llegaste aquí?— Radis recibió el abrazo de todas formas y luego levanto la vista no solo para ver a sus amigos si no para ver a Gerba, a Lavanda y a Blas quienes le saludaban con la mano.

—Es una larga historia— Aseguro Gerba recargándose en el hombro de Blas.

Al final tuvieron que contar otra vez la historia aunque también se contaron las vivencias en los otros mundos. Parece que ningún equipo la tuvo fácil pero al menos todo había terminado bien.

—Por poco— Kayo acepto eso cuando termino de contar su historia.

—Sí, lo mismo por acá— Hela se restregó el rostro y entonces miro a Khaz con una mueca avergonzada— Entonces… ¿Está bien que nos llevemos el fragmento de dios? Escuche de mi alumna que…

—Adelante— Khaz asintió un poco— Es mejor que este fuera de aquí, si es tan peligroso.

— ¿Solo así? ¿Y si en realidad somos de otro planeta, listos para robarnos los cuatro fragmentos?— Hela levanto una ceja en su dirección. Casi estaba incrédula de que fuera tan fácil.

—Lirio y Blas me hablaron de ustedes, no parecen que sean malos, sin mencionar que será completamente estúpido robar los cuatro planetas para luego darle los fragmentos a uno, en cuyo caso hubiese sido mucho más fácil venir aquí primero y luego decir que irán a visitar cualquiera de los otros planetas, dejando ahí los fragmentos de dios de forma más discreta— Explico Khaz mientras rascaba su barbilla.

Hela se sorprendió de que lo entendiera tan rápido— No traicionaremos su confianza, sacaremos de aquí esta cosa tan peligrosa y sus mundos no tendrán que preocuparse por ningún problema… Incluso espero que la parte de la guerra de a poco se atenué, ya sin intervención exterior.

—Me alegra escucharlo aunque lo de la guerra… Parece imposible— Khaz dejo caer sus hombros con alivio.

—Vera que sí, por lo tanto…— Hela se puso de pie.

— ¿Ya se van?— Preguntó Lirio poniéndose de pie también.

—Debemos hacerlo…— Le dijo Hela, esbozando una sonrisa un tanto avergonzada.

— ¿Podrían quedarse al menos hoy y ya irse mañana? Hay que ir a hacer turismo y…

—Lirio, si están ocupadas, no podemos ser egoístas…— Le dijo su hermano mayor.

—Lo sé pero…

— ¿Podemos? Quizá un descanso no nos vendría mal— Dijo Radis golpeando suavemente el costado de Hela quien no pudo evitar mirar tanto a ella como a Lirio quienes le regalaban una sonrisa suplicante.

—Bien, solo por hoy— Hela se rindió, dejándose caer en su lugar. La realidad es que necesitaba un baño caliente— Por cierto, señor Khaz ¿Podría ir a mi nave a bañarme? Ya sabe, necesito que me saquen y…

—No es necesario, ya que nos están quitando ese gran peso que es el fragmento de dios, pueden usar nuestros baños, con cálidos y contamos con tinas— Aseguro el hombre poniéndose de pie.

— ¿Te molesta si te acompaño?— Preguntó Lavanda levantando su mano— Pese al frio de este lugar, no puedo evitar sudar.

—Sin problema— Le dijo Hela, encogiéndose de hombros.

—Espere…— Gerard detuvo a Khaz quien se giró, alzando una ceja— El hombre de ayer ¿Cómo está?