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— ¡Hola!— Lavanda saludo a la gente tras la gran puerta que resguardaba los cuatro fragmentos de la escama que parecían estar siendo unidos a la fuerza por medio de su propia energía— ¡Vengo llegando!

Estos vampiros sabían lo que hacían aunque su tecnología era primitiva. Al menos eso pensó Lavanda.

— ¡¿Y tú quién eres?!— Un guardia levanto su pistola y se preparó para disparar sin más.

Pero la chica solo estiro sus dedos, dejando ver un anillo de color café que brillo con intensidad por unos segundos y antes de que la cubriera una lluvia de fuego, una espada a dos manos ancha y grande, apareció y fue usada como escudo acompañada de rocas que se levantaron con rapidez.

—Por poco— La chica noto que tenía una herida en su brazo derecho pero no parecía afectada, pues levanto la espada con esa mano y la coloco sobre su hombro con mucha facilidad y sin hacer ni una mueca.

Todos los guardas estaban recargando y otros aun parecían incrédulos ante la situación.

Lavanda sonrió, entonces bajo la espada de su hombro para sujetarla con ambas manos y golpear como si fuera una pelota uno de los fragmentos de tierra que se levantó para cubrirla, a lo que todas las rocas fueron impulsadas hacia los guardias con tal fuerza que era como si recibieran disparos a quemarropa.

Los más afortunados fueron lanzados hacia atrás y dejados inconscientes pero los menos afortunados fueron travesados por las rocas más pequeñas de un lado a otro, dejándoles huecos en zonas donde no debería haber huecos.

— ¡Ustedes!— Levanto la voz para mirar a los científicos que se habían escondido— Hay que hablar ¿Cómo planean usar esta cosa? Puede que si la necesitemos después de todo.

Los impactos del combate en la sala posterior con Khaz comenzaron a sentirse, lo que hizo vibrar esa sala— Vaya, ya están divirtiéndose pero no tenemos tiempo para eso...

Lavanda miro su pulsera, apretando los labios pues una nueva firma energía apareció y tal como sospechaba, era uno de esos, al menos así dejaba en claro la ventana que la pelirroja había abierto para indicar que la energía se movía en dirección a la base.

—A trabajar, chica— Dijo acercándose a los panales de control.

Por otro lado, Hela sabía que la situación había empeorado pero no tenían de otra más que manejarlo lo mejor que podían. No podían permitir que un Oasis como ese simplemente sea eliminado porque llegaron tarde para evitar todos estos eventos. Era su responsabilidad.

— ¿Y bien?— Insistió el hombre, mirando a las presentes— ¿Se van a rendir o no? Ultima oportunidad.

Todas se prepararon para el combate.

Amelia y Kayo se movieron por sus costados mientras Hela y Gerba atacaban der frente. Radis y Anid estaban listas para dispararle en caso de que escapara de ellas pero era imposible, estaba rodeado.

—Ya veo— El tipo vibro y solo las niñas mágicas y Radis lo notaron.

Esquivo la espada de ambas chicas echando atrás su cuerpo aunque de una forma demasiado inhumana, como si no tuviera columna vertebral, entonces las sujeto de sus brazos, aquellos que levantaron para atacar y con un rápido movimiento se los arranco, acto seguido uso esos brazos como armas para desviar el fuego de Gerba y hasta el viento de Hela quienes terminaron siendo empujadas hacia atrás, entonces arrojo los brazos con tal fuerza que de no ser porque Radis logro darles en el aire, les abrían impactado a ella y a Anid quien ni noto los movimientos.

Hela se alegró que de Radis se acostumbrara rápido a su núcleo pero no sería suficiente para derrotar a ese tipo.

—Mi turno— Aseguro el hombre y vibro.

Fue directo contra Hela y Gerba, la última siendo su objetivo, listo para atravesarla con todo y su espada y de no ser porque Hela logro impedirlo, desviándolo por poco con su espada.

Antes de que Hela se apartara, el hombre le apunto por lo bajo con un dedo de su otra mano y le impacto el estómago, lanzándola contra la pared contraria con mucha fuerza.

Gerba aprovecho para levantar una cortina de fuego que no le hizo daño al tipo que incluso detuvo con sus manos un par de flechas de Radis las cuales explotaron en rayos pero sin hacerle daño, de hecho, sus brazos parecían absorber el impacto y brillar con más fuerza.

Hela perdió el aliento unos segundos, enterrada en la pared que se agrieto con su movimiento tratado de salir. Ese tipo era capaz de dispersar el viento a su alrededor como si nada para impactar con fuerza pero que bueno que siempre lleva dos barreras. Significaba que solo podía hacer daño a lo que conocía.

Ahí estaban los limitantes pero aun así, todo su cuerpo temblaba, no de miedo, si no por el impacto que recibió.

—Quizá si le damos a una zona sin ese brillo blanco de la escama— Señalo Radis, aun mirando los brazos de su enemigo y miro a Anid quien la escucho.

Esta no perdía nada por intentarlo.

La chica se preparó para disparar pero Radis la movió antes de que cortaran su cabeza, solo para ser impactada por el hombre que le dio un rodillazo que la levanto del suelo, entonces la golpeo con su mano brillante justo en el estómago.

Radis escupió sangre frente a Anid aunque Khaz se dio cuenta de que no la atravesó.