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Anid abrió los ojos, encontrándose con el techo de la Odyssey, o al menos eso parecía y lo confirmo al ver a Radis sentada a su lado, durmiendo como si nada con los brazos caídos y con el rostro echado un poco hacia atrás, con la boca ligeramente abierta.

Entonces recordó lo que paso, acercando su mano a su brazo faltante, junto con parte de su hombro, el cual ya estaba tratado, con muchos vendajes pero curiosamente ya no parecía tener riesgos de abrirse, lo que la alivió de verdad, pues entonces podría moverse con normalidad.

Al instante se acercó a Radis para acariciar su mejilla. Al menos ella estaba bien pero ¿Cómo termino todo?

Trato de ponerse de pie aunque fue complicado con una sola mano, pues estaba débil y temblorosa.

— ¿Segura que estas bien?— Radis le miro con una ceja levantada. Se estaba despertando y había comenzado a estirar sus manos y sus pies, mientras gemía un poco debido a que termino un poco entumecida por el lugar donde se durmió— Puedes descansar más, ya todo termino.

— ¿Termino? ¿Cómo?— Fue lo único que pudo preguntar Anid.

— ¡Fue una locura…!— Radis termino por explicarle todo, incluyendo la batalla contra el ser oscuro gigante con el robot, haciendo los movimientos e imitando los sonidos que hacia el ser de forma graciosa, más que aterradora aunque Anid noto que temblaba cada que lo recordaba o lo imitaba, como si aún pudiera sentirlo.

No podía culparla. Sonaba horrible.

—Entonces ¿Lo mataron?— Kayo se mostró un poco impactada cuando termino el relato, hablando sobre el cómo Lavanda y el grupo Lamia se había llevado la escama y el fragmento negro del ser— C-con lo fuerte que dicen que es, me parece…

—Sí, parece que si lo mataron ¿No es genial? ¡A mi maestra aun le parece imposible!— Radis se mostró bastante positiva.

—Supongo que si— Anid aún no podía creérselo, tanto que incluso termino pasando saliva pesadamente aunque al instante sonrió como si nada— Me alegra que terminaras bien, más allá de que robaran la escama ¿Quiénes son ellos, por cierto? ¿Son sus enemigos? Ya son mis enemigos también.

—Sí, roban las escamas para quien sabe qué pero no puede ser bueno, ya que nosotros somos quienes las resguardamos para evitar que se haga el mal con ellas, pero la verdad no se mucho. Ni la maestra sabe mucho— Radis se encogió de hombros— Solo espero que sea lo que sea, no necesitaran una más para completar su maquiavélico plan, si no, estamos perdidos.

—Ya veo… Espero que no— Anid sonrió de lado.

— ¿Y cómo estás?— Radis apretó los labios con fuerza y le miro, con vergüenza y con mucho pesar— Tu brazo, mi maestra me dijo que tú lo perdiste por tratar de defenderme así que ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho de verdad! ¡Hare lo posible por…!

Anid acerco su mano a su propio hombro pero no se mostró ni triste ni mucho menos enojada— No te preocupes, lo hice porque quería y no es tu culpa.

—No se siente así…— Radis mantuvo la cabeza abajo.

—De verdad está bien— Le dijo Anid sonriendo un poco y acercándose para tocar el hombro de ella ¿Eso es lo que se hacía para reconfortar a alguien, no?— Lo importante es que tu estas bien, y que de alguna forma yo también así que ¿Qué más da? Es solo un brazo, hay prótesis y eso.

— ¡De verdad lo siento!— Radis no levanto el rostro.

—Todo está bien, de verdad, de verdad— Pero Anid tuvo que convencerla por bastante tiempo, incluso cuando esta comenzó a llorar, incitando a la chica a abrazarla para tranquilizarla mientras acariciaba su espalda.

Aunque eso lo hubiera hecho incluso si no se ponía sensible.

— ¿Y los demás?— Preguntó Anid cuando se tranquilizó.

—No lo sé, creo que deberíamos salir a ver— Radis se rasco la nuca— La verdad no tiene mucho que me levante, y termine viniendo aquí casi directamente así que no tengo idea de los demás.

Anid asintió y se levantó como si nada aunque Radis se quedó a su lado.

Salieron de la habitación de Radis para caminar hacia el control de mando de la nave pero justo Kayo y Gerard iban saliendo de sus habitaciones, por lo que Radis fue hacia ellos para abrazarlos juntos.

Estos le regresaron el abrazo.

—Estaba por ir a buscarte— Le dijo Kayo apretándola con fuerza— No estabas dormida en el piso donde te deje…

—Tenía que ir a ver a Anid— Radis se encogió de hombros, entones hizo una mueca. Aun le dolían sus costados pese a que las máquinas de curación habían hecho lo suyo para curar sus huesos de manera casi instantánea.

Ahí también fueron tratadas Anid y Gerba para su recuperación acelerada.

—Me alegra que también estés bien… Pese a todo— Dijo Kayo, apretando los labios.

—Lo estoy, de verdad— También trato de tranquilizarla a ella.

—Me alegra que estés bien— Gerard le sonrió a Radis, acariciando su cabeza.

—Vaya, es más cariño del que pensé que podrías darme— Radis le sonrió con vergüenza— Pero me gusta. Quizá deba meterme en situaciones de vida o muerte más seguido, por si acaso.

—L-lo siento…— Gerard aparto la vista y bajo la mano mientras rascaba su mejilla con la otra.