Si hablamos de centros pioneros en la investigación del Kraj, el más importante era sin lugar a dudas el Centro de Investigación Paranormal Independiente o CIPI, una organización que combinaba el talento de todo el mundo para buscar una solución al Kraj y aunque con el tiempo desapareció para dar paso a Hoffnungsschimmer, en realidad muchos de sus centros fueron abandonados por considerarse obsoletos y más cuando surgieron las mejoras otorgadas por las genios científicas Irene Sánchez y Beatrisa Yvanovich.
La cosa es que el centro donde habían establecido su base estaba investigando otro tema interesante, los denominados Deformados, monstruos creados por la ciencia loca de Demiurgo, un miembro de la especie de la creadora de Prasma y Átropos, Dualidad y que eran de hecho, los enemigos de las niñas mágicas de primera generación como Colín y la misma Bianca.
—No puedo creer que aun existan— Fue la primera respuesta de Bianca cuando los vio. Estaba claro que estaba asqueada.
¿Y cómo no? Si fueron una pesadilla.
Prasma, en ese momento Irene sabía que habían terminado con ese enemigo hace mucho tiempo pero no sabía cómo hasta que conoció a Colín quien le platico un poco y ahora con Bianca, pudo rellenar los huecos que tenia de la batalla contra Demiurgo.
Irene incluso le pregunto a Bianca si conocía a Colín pero solo dijo que si, sin dar más explicaciones ¿Serán enemigas? Sabía que en su momento las niñas del Caos y las del Orden no congeniaban bien. Todas eran preguntas que de vez en cuando venían a su mente mientras estaba ahí.
Y lo más importante ¿A dónde fue Dualidad? ¿Por qué no estaba ahí, con ellas?
La verdad es que esa cede del CIPI era grande, una instalación subterránea y cuadrada que estaba bajo tierra, con varios pisos divididos en bloques, siendo los más bajos donde se trabajaba con armamento para hacer frente a la amenaza y en medio, los que se centraba en la biología de los monstruos y hasta arriba, los pisos de cuartos para el personal. Eran al menos tres pisos por zona aunque actualmente solo se usaba el más cercano a la entrada, la base central y los del medio, desde donde Irene y Diego realizaban las pruebas.
Diego la secuestro con el fin de mejorar un suero creado a partir de los Deformados, los cuales tenían la capacidad de recuperarse hasta de ataques mágicos desde los restos más insignificantes de su ser.
Irene pensaba que en teoría esos monstruos ya no deberían existir por lo que la única explicación por la que la CIPI tenía uno, es que lo tuviera secuestrado desde hace años, mucho antes de la llegada del Kraj y demás.
Los humanos no son tontos, al fin y al cabo pero entonces ¿Qué tanto habían avanzado en su investigación? Con las computadoras inservibles, ya no podía saberlo.
Los primeros pisos conectaban con una cueva, la tapadera de aquel gran complejo de investigación.
—Este enemigo, Demiurgo ¿Era como ustedes?— Diego siempre se mostró curioso a toda la historia que no conocía y más cuando tenía aliens de por medio.
—No como Beatrisa y yo, nosotras somos sintéticas, algo así como las hijas hibridas de Dualidad y Demiurgo es en realidad miembro de la especie de Dualidad, otro Iluminado...
—Genial…— Diego asintió.
—Esa alarma es…— Irene levanto la voz en cuanto subieron al elevador que los llevaría tres pisos arriba.
—Este lugar aún no está equipado con las alarmas antiKraj que ya tenemos en las otras bases, pero aun funcionan las alarmas de proximidad y de ataque así que debe tratarse de eso— El chico se encogió de hombros— Lo que es raro ya que el lugar es indetectable aunque lo mismo se decía de la Madriguera.
— ¿Quién podría acercarse aquí?
—Lo averiguaremos— Dijo este, con una leve sonrisa.
La habitación central era circular, y desde ahí se podía ver todo el complejo pero también se podía ver hacia afuera aunque usando sistemas de cámaras muy viejos y camuflaje activo de vieja escuela.
—Realmente es viejo— Irene comenzó a teclear algunas cosas para encender las cámaras de afuera.
—Increíble que conozcas su funcionamiento para ser tan viejo— Diego se sorprendió.
—Es innato, de todos modos parece que las cámaras no funcionan, bueno, no todas así que tendremos visión limitada— Dijo está, revisando una por una las cámaras antes de encenderlas.
— ¿Y qué es lo que vemos?— Diego se inclinó un poco hacia ella pero sin ver todavía nada.
—Tranquilo, ya vienen las imágenes— Dijo está, entonces las cámaras se iluminaron, aunque algunas en la pantalla tenía la leyenda de fuera de servicio.
Una cera de la entrada mostraba a un Kraj golpeando la puerta.
— ¿Nos encontraron?— Diego no pudo evitar sonreír con emoción.
—Era de esperarse, este lugar es viejo y seguro que esos tienen sus métodos para buscar humanos— Dijo Irene, haciendo una mueca.
—Sí está provocando temblores, debe de ser un Kraj especial ¿No?— Diego se irguió en su lugar con despreocupación. Habían localizado al Kraj en la puerta pero debido a las fallas, no se distinguía bien si era un especial o no.