—Este tesoro es especial— Le explico Irene mientras contemplaba a Constanz, quien se veía solo un poco más joven que en la actualidad pero igual de intimidante que siempre. De todos modos, la joven científica no se mostró ni nerviosa en ese momento— Durante la creación de este segundo prototipo de tesoro nuestra misión fue la fabricación en masa, que todos pudieran usar un tesoro pero parece que no será posible más que nada porque la técnica es tardada y no tenemos el tiempo ni los recursos así que nos centraremos en aquellos que tengan Luceros, de todos modos este segundo intento es lo más cerca que estuvimos de lograr un tesoro sagrado para el mundo.
— ¿Y me lo darán a mí?— Constanz paso sus dedos por la lira.
—Este mundo es diferente del mío, está en peor estado así que estoy segura de que le sacaran mayor provecho— Irene asintió con seriedad— Y muchos aquí dicen que no hay nadie mejor para portarlo así que es tuyo.
—Gracias— Constanz tomo la lira— Con ella hare lo posible por salvar el mundo.
—Estoy segura de que así será— Dijo Irene, sonriendo un poco.
— ¿Así que es un prototipo que es mejor que un tesoro convencional? ¿Cómo se les ocurrió esa brillante idea a ti y a tu hermana?— Preguntó Diego mientras avanzaban hacia la zona del combate.
—Un tesoro está especialmente diseñado para un portador, no hay mejor arma para él y solo ellos pueden sacarle el máximo provecho pero la lira es el único objeto que no hace distinción, así mismo ocupa cuerdas de magia comprimida, mejores que los cartuchos y que permiten el control de varios elementos a través de vibraciones— Explico Irene a su lado— Su control es tal como el de un Lucero y sigue limitado a las cuerdas así que no es mejor pero si podría ser más versátil en las manos correctas, así mismo, solo cuenta con dos etapas, a diferencia de los tesoros completos.
— ¿Y la portadora actual son “las manos correctas”?— Preguntó Diego.
—Sí, lastimosamente si…— Irene recordó la escena de Constanz rodeada de cadáveres de Krajs a su alrededor. Eso lo había logrado ella sola— Creo que no hay nadie más apta para utilizar ese tesoro.
—Eso ya lo veremos— Diego esbozo una gran sonrisa, mientras regresaba la vista al frente— Estamos cerca así que prepárate.
Hela trato de cortarla pero la mujer desvió su espada con la lira, entonces deslizo su dedo sobre las cuerdas las cuales brillaron y al instante una nota de color azul apareció en el aire, golpeando la espada de Hela, la cual termino siendo empujada por una gran ráfaga de aire.
Constanz estiro sus dedos hacia abajo y nuevas cuerdas se deslizaron hasta sus dedos para al instante ser acomodadas en la lira, la cual atrapo los hilos y los acomodo en su lugar de forma casi automática.
— ¡Vamos a Rockerar!— Grito y deslizo sus manos por las cuerdas.
Un par de notas salieron disparadas hacia Hela quien corto la primera, la cual exploto en llamas y acto seguido la segunda ni siquiera fue tocada pero se quemó con el impacto de la primera liberando un torrente de viento que con el fuego, se convirtió en un tornado.
Hela salió del humo y con un rápido movimiento, apago un fuego en su muñeca.
Esas notas volando portan los elementos por lo que cortarlas no parece la mejor idea y tampoco sabía si podía predecir de que era la magia que contenían. Quizá si observara las formas de las notas pueda descubrirlo.
Hela formo una segunda espada.
—Aun te vez temerosa, pequeña mariposa— Constanz hablo con confianza hacia Hela quien no pudo evitar retroceder un poco pero al instante apretó las espadas y regreso a su posición original.
Ya había llegado a una respuesta y no iba a faltar a ella.
—Supongo que hablaremos cuando todo termine— Hela hablo y miro a José por encima del hombro, pues noto que este último se había puesto detrás de ella para cubrirla— Ahora vamos a matar a esta bastarda.
—Eso duele un poco sabes ¡Yo fui como tu madre!
— ¡Mi mamá murió hace tiempo! ¡Usted nunca será mi madre!— De alguna forma, la mención de su madre le hizo enojar, olvidando casi por completo el nerviosismo que sentía para sustituirlo por ira.
— ¡Eso rompe mi corazón!— La mujer cubrió su rostro como si estuviera sufriendo pero estaba sonriendo— Entonces te eliminare, los eliminare a ambos o ¡Ya se! Los capturaré y los obligare a ver como el Kraj masacra a sus queridos amigos.
Sus enemigos se prepararon.
—De verdad te volviste débil, Hela, lo note en cuanto regresarte ¡Ya no ibas a misiones tan regularmente como antes! ¿De verdad puedes creer en sus mentiras sobre que todo estará bien? ¿De qué ganaran la guerra? ¿De qué te quieren? Aunque la pregunta es ¿De verdad los quieres? No importa pero debes tener una cosa clara, nada de lo que hagas aquí cambiara el final— La mujer se mostró decepcionada cuando termino de hablar— Solo será un desperdició de energía porque todos nos iremos al mismo sitio…
Hela sabía que todo podía ser cierto pero desde que regreso con The End, no había dejado de sentir que le faltaba algo, que de un momento a otro, hacia demasiado frio en todos lados.
—La verdad es que sé que pueden mentirme, lastimarme, odiarme, sé que podrían traicionarme incluso pero desde hace mucho tiempo que no me siento miedo de ello— Hela levanto la voz— Elijo creer que no todos los humanos son horribles y que hay algunos que son como ellos… Tan cálidos.