Nexus Parte I I I: El Kraj.

Paseo en el paraíso para los demonios.

Hela trato de cortar a Constanz esquivando las notas musicales pero antes de que su espada se acercara a la chica, otras notas cercanas vibraron en el aire, produciendo un sonido que al instante creo una corriente de electricidad que le golpeo en el costado a gran velocidad.

Esas notas la protegían.

José trato de atacar desde atrás, lanzando una patada pero las notas cercanas vibraron en el acto, generando una pared de viento que lo desvió hacia otro lado.

Un par de notas voladoras le golpearon en la espalda sin que se diera cuenta, reventando en trozos grandes de hielo y rocas, lo que pese a no causarle mucho daño, término sacándole el aire y empujándolo lejos.

José no pudo caer bien debido a la falta de aire y comenzó a toser.

Otras notas brillantes fueron hasta él pero Hela les lanzo un par de espadas, reventándolas antes de que lo tocaran, liberando fuego y hielo que terminaron neutralizándose.    

—G-gracias por eso— José logro ponerse de pie.

—Es imposible acercarse— Hela creo un par de espadas nuevas.

—Una defensa y un ataque sin aperturas visibles— José se puso a su lado— Si puedes distraerla, entonces quizá pueda acercarme a golpearla o al menos golpear el instrumento, si puedo quemar las cuerdas, entonces...

José no podía ofrecerse a ser la carnada pues ya había quedado claro que no daba el ancho.

Constanz cambio el ritmo de su tonada de muerte.

Las notas brillantes y pequeñas se formaron para formar una especie de círculo alrededor de ambos chicos, entonces generaron un corriente que también generaba una especie de melodía y acto seguido las notas más grandes fueron hasta ellos a gran velocidad.

­—Parece que ambos seremos la carnada— Hela avanzo y lanzo varias de sus espadas hasta las notas las cuales reventaban en el aire liberando elementos pero cuando estaba por atravesar a una de las notas pequeñas que formaban la barrera de relámpagos, la misma desviaba las espadas.

El veneno no hacia efecto en los elementos y a menos que alcanzara a Constanz no podía envenenarla. Y envenenar el aire con nubes no parecía funcionar, quizá porque las notas explotaban de vez en vez, disipando el veneno.

Por otro lado, la niña mágica no podía evitar pensar que la tonada que formaban las explosiones y los rayos era… Muy buena.

José evito la mayoría de notas grandes a gran velocidad y ya no ataco las notas pequeñas pues había visto el ataque de Hela, por lo que se centró en saltarlas pero otras tantas aparecían, combinándose con la red eléctrica para evitar que salieran.

José incluso pateo un rayo y aunque no le pegaban de forma directa, pudo sentir que su cuerpo temblaba.

Otra nota por poco lo toca pero este logro saltar hacia un lado solo para ser interceptado por una de las notas pequeñas que lo termino empujando dentro del círculo, electrocutándolo de forma violenta, lanzándolo hasta otra nota que reventó en piedras lo que termino derribándolo.

Hela destrozo otra nota pero un montón la rodearon, por lo que giro sobre sí misma para cortarlas a todas y evitar que los impactos le dieran de lleno pero entonces una nota alcanzo su costado, explotando en frio hielo, empujándola hacia un lado, hasta otro par de notas que la electrificaron.

Hela se recuperó rápido y trato de alcanzar a la mujer lanzado una espada en su dirección pero la barrera de rayos termino por apartar la espada.

—No podremos alcanzarla ahora que estamos encerrados— Hela maldijo. Su ropa humeaba.

José también había logrado recuperarse para evitar otro montón de notas que explotaron antes de tocarlo y solo fue entonces que miro el suelo— Hay que hacer más espacio hacia abajo.

Hela lo entendió y entonces usando su espada, reventó el suelo, abriendo una gran grieta que provoco que ambos chicos cayeran entre una gran nube de escombros y polvo, mientras Constanz los observaba y aun así, no dejo de tocar.

Tocaba con tal ímpetu que una lágrima se derramo en su rostro.

— ¡Es mi canción favorita!— La voz de una niña resonó en su cabeza mientras se mantenía centrada en la melodía, en tocarla tal cual la recordaba.

Sus notas seguían marcas de magia, por lo que no importaba que tanto corrieran, de todas formas los encontrara aunque esto se debía más a su melodía centrada en el elemento rayo, lo cual generaba que las notas compartieran descargas, se atrajeran y se repelieran, incluso interactuando con otras fuentes ajenas de magia.

Y esto lo notaron sus enemigos quienes habían decidió bajar un par de pisos más para evitar que se acercaran tan rápido.

Incluso fuera de la red eléctrica, José tuvo que evitar unas cuantas notas que fueron hasta él, reventando antes de que lo alcanzaran por lo que recibía algunos daños elementales que no eran muy severos.

Hela había terminado destrozando un par más de notas con sus espadas. Gracias a eso también noto algo que en realidad era obvio— Parece que mientras más lejos estemos de ella, menos notas hay.

—Debe ser el sonido— Señalo José, tratando de recuperar el aliento.




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