Cosas más grandes.

El monstruo dejo de moverse por unos segundos mientras el humo de la explosión se dispersaba de su rostro, dejando caer incluso sus grandes brazos a su lado. Las niñas mágicas también cesaron su ataque debido a la brusquedad con la que el ser se quedó quieto.

— ¡Increíble!— Celeste no pudo evitar sorprenderse del ataque.

—“¡Sí que lo fue!”— El Kraj comenzó a moverse de nuevo, dispersando el humo y dejando ver su rostro el cual había sido cubierto por huesos que ahora se caían a pedazos— “Si me hubiese dado de lleno, me habría hecho un poco de daño”

— ¡No hemos terminado!— Grito Edward que ya había preparado un segundo disparo que fue hasta su rostro pero que de nuevo fue cubierto por huesos que terminaban desintegrados.

—Tenemos otro disparo antes de que comience su periodo de enfriamiento— Señalo Irene.

—Como odio el “periodo de enfriamiento”— Se quejó Diego.

—Lo siento…— Irene le sonrió con vergüenza.

El monstruo se movió bruscamente y trato de alcanzarlos con el brazo que tenía el cráneo del ser prehistórico que no reconocían y que había creado varios brazos con huesos, pero Amapola se puso en frente, levantando un escudo desde su capa roja.

Los chicos aprovecharon y lanzaron el tercer disparo que dio en el blanco gracias a que Roció y Amapola evitaron que los huesos alrededor de su rostro crecieran.

Pese a sus heridas y quemaduras, ya se estaba regenerando aunque su expresión no era feliz.

— ¡Muévanse!— Amapola no aguantaría mucho su defensa que aun combatía contra el monstruo prehistórico.

Los tesoros se separaron, siendo tomados por sus usuarios y entonces Diego cargo a su hermana para moverse lejos, justo antes de que Amapola también se apartara y dejara que el monstruo destruyera su escudo y parte del terreno donde estaban.

—Cúbranlos, el disparo podría tener gran efecto en el monstruo si da varias veces— Les dijo Beatrisa desde su comunicador.

Las niñas mágicas retomaron su ataque, tratando de inutilizar todas las partes del monstruo mientras este trataba de matarlas, aplastándolas o atravesándolas sin mucho esfuerzo.

Marie se había quedado atrás, vigilando el combate.

Pese a que su poder aun funcionaba, ya que era independiente del Kraj, ya no tenía el poder de la regeneración y si era golpeada, moriría, lo que de alguna forma, solo la hacía sentir más molesta.

— ¡Ey, niña, muévete!— Le grito Ulises mientras todos trataban de encontrar una nueva zona para disparar.

— ¿Eh? ¿Qué?— Marie se apartó cuando llegaron pero al instante les miro con molestia— ¿No pueden ser más eficientes? Digo, están combatiendo contra, no sé, ¿Dios? Y se ponen a buscar un lugar donde campear.

—No pensé convertirme en un campereo— Señalo José, haciendo una mueca.

— ¿Dónde aprendiste la palabra campear? ¿No eres de los años veintes o algo así?— Diego le miro con una ceja levantada.

—Anciana…— Ulises se burló.

—En primera, soy de los cuarenta, específicamente del 1945, en segunda, más que anciana, soy mayor que ustedes ¡Así que respétenme! Y en tercero, lo sé por el conocimiento que tenía el Kraj se quedó en mi cerebro…

—Así que el Kraj sabe que es campear…— Diego se quedó pensativo unos segundos.

—Ahora eso no importa— Alejandro termino de ensamblar sus guantes en el arma— ¡Disparemos de nuevo!

— ¡Destrócenlo!— Marie celebro.

El Kraj estrello su látigo sobre Amapola quien pudo resistirlo con varios escudos, entonces las columnas vertebrales extendieron huesos filosos, destrozando los escudos y atravesando el costado de la chica, a lo que Lavanda tanto de cortar el látigo pero siendo atravesado por los picos desde otro ángulo.  Los huesos se movieron para tratar de partir a ambas en muchos pedazos.

Celeste logro cortarlos con rayos, logrando salvarlas a ambas pero fue embestida por el cráneo de tiranosaurio el cual trato de tragársela pero esta lo evito, moviéndose muy rápido.

Aun así, sus piernas fueron heridas con varios huesos antes de que pudiera apartarse a la seguridad.

Roció logro cerrar la boca del otro brazo, aquel que tenía a la bestia prehistórica que nadie recocía, con sus hilos, entonces Navier salto para tratar de cortar el brazo, usando una espada similar a la de Lavanda pero la máscara por poco le disparo a quema ropa siendo salvada por el dragón de Hela que comenzó a pelear contra la cabeza principal tratando de comérsela mientras esta le disparaba aquellas bombas de energía.

Los hilos se rompieron, entonces el monstruo levanto su mano hasta el dragón para destrozarlo como si nada, tomando con su hocico a Hela, la cual corto su brazo sin pensarlo mucho, esto para salpicar de sangre a todo el monstruo, la cual comenzó a derretirse.

Cuando pensó en celebrar, una bomba de energía la hecho hacia atrás de forma brusca.

Navier no pudo reaccionar, siendo embestida por el cráneo monstruo.

Roció estiro su hilo justo al momento donde disparo aquella energía hacia Hela, pudiendo entonces salvarla, y haciendo lo propio con Navier.