Nexus Parte I I I: El Kraj.

La marca de un mundo muerto.

—“¡Yo soy un dios, niñas estúpidas! ¡No podrán derrotarme!”— Grito el Kraj mientras corría hacia ellas para matarlas pero todas se dispersaron con rápidos movimientos que lo dejaron atónito— “¡¿Qué mierda?!”

Un montón de hilos detuvieron su avance, los cuales fueron cortados como si nada, entonces tras la ruptura de la imagen, el Kraj seguía atado, inmóvil frente a Roció quien enterró la punta de su huso en su pecho.

—La única opción era ser más rápida que tu— Le dijo Roció mientras enterraba más su huso en el cuerpo del monstruo con mucha fuerza.

—“Esto no me matara ¿Sabes?”— El Kraj esbozo una gran sonrisa al notar el poco daño que le estaba haciendo.

— ¿Estás seguro?— Roció paso sus cabellos detrás de su oreja con un rápido movimiento y entonces los hilos que ataban al Kraj se unieron a otros que salieron desde el cuerpo del ser, cosa que no esperaba y que con un movimiento circular del huso, terminaron partiéndolo en múltiples partes que incluso mancharon de negro a Roció que sonrió.

El Kraj manipulo las partes de su cuerpo para hacer crecer huesos y látigos negros que atravesaron a Roció por todos lados pero esta exploto en hilos que terminaron enredándose en los fragmentos negros de su cuerpo para dejarlos suspendidos en el aire.

—“¿Por qué no puedo corromper tu poder?”— Preguntó la cabeza del Kraj, volviendo a mostrarse enojado.

—Quizá nunca pudiste hacerlo ¿Lo has pensado?— Roció desapareció en un parpadeo.

El Kraj dirigió su ojo hacia ella.

—En otro tiempo, en otra línea habrías ganado y no porque nos hubieses derrotado, sino porque yo habría sido la única superviviente ¿Lo entiendes? En ninguna versión de esta historia ganaras… Esta triste historia… Tendrá un final feliz pase lo que pase.

El Kraj estaba entero ¿En qué momento se soltó de los hilos y en qué momento se regenero?

¿O quizá no se soltó? El Kraj grito de confusión.

Lavanda entonces lo corto por la mitad como si nada.

— ¿Tienes tiempo para gritar con confusión en medio de una batalla?— Lavanda se quedó mirándolo. Sus ojos eran rojos— Te contaré un pequeño secreto a voces, te odio pero ella te odia más así que te convendría cooperar y morirte de una vez mientras yo estoy acá…

El Kraj se movió con rapidez con solo la parte superior de su cuerpo y trato de cortarla pero la chica lo evito moviéndose en el último momento para entonces lanzar un tajo hacia arriba que partió de forma horizontal al Kraj, quien estaba sorprendido.

Desde las piernas creció otro cuerpo, y se preparó para cortar a Lavanda que le estaba dando la espalda pero Lavanda evito su golpe con solo su mano, entonces sin pensarlo mucho golpeo su cara de forma directa, lanzándolo contra una de las paredes del castillo, destrozándola.

El cuerpo detrás de ella también se regenero y trato de atravesarla con sus huesos y látigos pero la chica lo esquivo, giro y usando la espada elevo su cuerpo, para patearlo y lanzarlo contra el otro cuerpo, provocando que ambas chocaran.   

Entonces los ojos de Lavanda se volvieron azules, acto seguido sujeto la espada con más fuerza que antes y con un rápido movimiento enterró la espada en ambos cuerpos que comenzaban a fusionarse.

—Te lo advirtieron, te odio y voy a matarte— Lavanda esbozo una sonrisa salvaje— Espero que estés preparado.  

—“¡Y una mier…!”— Comenzó pero Lavanda corto su boca, acto seguido comenzó a cortar su cuerpo como si nada, usando ahora dos espadas para hacer papilla de Kraj quien solo podía quejarse.

Estaba… Sintiendo dolor… Eso era imposible.

Tras un parpadeo, ya se había regenerado de nuevo pero aún podía sentir el daño.

—Ya era hora— Celeste estaba cruzada de brazos, mirándolo desde arriba, desde una de las torres del castillo— Estaba a punto de patearte la boca para que despertaras pero te veías todo relajado así que pensé que tendrías un sueño bonito ¿Todavía sueñas, no? Yo suelo soñar cosas sin sentido.

EL Kraj soltó un lamento y se creó látigos y huesos que fueron tras la chica pero esta ya estaba detrás de él, envainando su espada.

Con el destello de un rayo, los látigos y huesos estaban destrozados.

—La verdad es que yo no tengo mucho que decirte así que… ¿Crees que puedes ser más rápido que cien rayos? ¿Por qué no lo probamos?— Celeste le regalo una sonrisa sobre su hombro.

Un rayo cayó sobre su cuerpo, quemándolo, acto seguido, un dragón de relámpagos rojos, morados y azules estaba sobre él, y con el sonido de la espada de Celeste, este rugió y estallo sobre el monstruo.

Su cuerpo se estaba quemando, podía sentirlo en cada célula de su cuerpo, dolía mucho, tanto que casi quería quitarse la piel, quería volverse líquido pero estar en ese estado provocaba que la corriente se moviera todavía más rápido por todo su cuerpo.

Cuando los rayos terminaron de caer, estaba de rodillas, humanado. Su curación era muy lenta.

—Levántate— Hela estaba sentada de cuchillas frente a él. Este ni la noto.

Trato de apartarse pero el gruñido de un dragón morado detrás de él le impidió moverse.




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