Nexus Parte I l: El Laberinto De Las Pesadillas.

Ama del tiempo.

Roció ahora llevaba una blusa blanca de mangas de largas con pulseras de listones dorados, además de unos guantes azulados que dejaban libre sus dedos. Portaba una falda era azulada que le llegaba sobre las rodillas y unas botas de color blanco brillante. Un grupo de listones dorados formaban un cinturón en su cintura y los largos sobrantes caían detrás de ella como si fueran una cola azul con dorado. Desde sus cabellos ahora sueltos también caían cortos listones dorados. Aquel mechón que siempre caía al costado de su rostro, ahora poseía un par de moños pequeños, uno azul y otro dorado.

Su huso ahora era un pico azulado largo con hilos dorados cayendo a su alrededor mientras que su mango tenía una esfera brillante que destellaba en dorado y azul.

—Ya veo, así que también despertaste tu atuendo sagrado ¿Eh?— Preguntó la niña, sonriendo de lado. Se notaba muy malhumorada— ¡Eso no cambiara nada, idiota, de todos modos yo seré quien cumpla su sueño, yo seré quien cambie el destino!

—No dejaré que lo hagas ¡Yo seré quien cambie el destino!— Dijo Roció creando un segundo huso en su otra mano.

—Así que dos ¡Puedo hacer lo mismo!— Grito la niña creando otro huso también.

La niña se lanzó primero con ambas armas, lista para arrinconar a Roció pero esta desplego varios hilos que detuvieron su embiste, acto que también termino por entededor los hilos de ambas chicas unos con otros, impidiendo que pudieran moverse.

La niña trato de zafarse con una mueca molesta, hasta que noto la sonrisa de Roció, quien parecía confiada en ese momento.

— ¡No creas mucho!— Dijo la niña esbozando la misma sonrisa que Roció.

­         —Nunca lo haría…

La niña quebró la imagen, retrocediendo el tiempo a justo antes de que ambas chocaran, entonces se acomodó para atravesar a la chica en sus brazos con cada uno de los picos de sus armas.

El tiempo regreso a la normalidad y entonces fue golpeada por el huso de Roció que termino siendo enterrado en su hombro.

— ¡¿Qué mierda?!— Preguntó la niña, sosteniendo su hombro con una meuca molesta y sorprendida— Ya veo, saltaste en el último momento ¿No? Está bien, fue mi error pensar que seguías siendo la misma idiota que antes. 

—Sí, claro— Roció mostro sus manos, los cuales estaban heridas pues en realidad el ataque de la niña había sufrido efecto.

La niña no entendió lo que paso ¿Si le dio?

Al instante ambas se curaron o eso había querido pensar la niña pero la capacidad de regeneración de Roció había sido más rápida.

—Se terminó, solo ríndete— Dijo Roció esbozando una leve sonrisa, casi tranquilizadora.

—No te lo creas mucho, maldita— La niña pasó sus cabellos detrás de su hombro con la misma sonrisa.

Ambas volvieron a embestir, chocando las armas en sus manos, creando ondas cada vez que se golpeaban, soltando chispas. Su único fin era adelantarse a la otra pero la velocidad de saltos hacías atrás era la misma e incluso había momentos en que activaban a la vez su poder y luchaban dentro del tiempo muerto antes de que todo volviera a avanzar a su alrededor.

Ulises solo podía ver de lejos, pues ambas se habían rodeado de sus hilos para poder adelantarse a la otra dentro de una esfera de hilos brillantes que se movían constantemente.

Ulises no pudo evitar pensar como en principio decía que el que los hilos fueran la clave de los saltos y su rango fuera limitado también por los hilos era un tremendo nerfeo, una gran limitación para usar su poder pero ahora entendía que si tenía un poder más grande, podría destruir algo más que el espacio-tiempo, algo más que solo otro oasis pues a su alrededor, las cosas habían comenzado a desintegrase.

Sin más opción, tomo uno de los hilos que estaban sueltos, esperando que eso lo salvara de la destrucción cuántica.

Cuando el intercambio de golpes termino, la niña estaba cubierta de heridas— ¡¿Cómo mierda lo haces?! ¡No eres más rápida que yo!

Roció no estaba herida.

— ¿Qué pasa? ¿No lo entiendes? Pensé que podrías entenderlo, al fin y al cabo eres yo… No, había olvidado que no eres como yo— Roció tenía un brillo rojizo en sus ojos.

— ¡Habla!

—Esa mirada… A eso llamo yo desesperación…

La niña se lanzó contra ella con grito pero antes de que reaccionara, Roció se adelantó para patearla en el estómago y hacerla retroceder.

—Eso fue tonto de tu parte— Roció negó con la cabeza— Te contaré porque puedo adelantarme a ti, entonces, quizá entiendas que tu desesperación no me condenará ¡La esperanza me dio una llave nueva para cambiar el futuro!

Con un parpadeo estaban frente a frente, lo que hizo que la niña pasara saliva con dificultad.

Ulises entonces noto el nuevo patrón de salto de Roció pues ya no quebraba el tiempo, destrozando las imágenes rodeadas por sus hilos, ya no lo retrocedía, ahora doblaba el espacio y el tiempo como un papel y se adelantaba a los eventos.

La niña también lo entendió al verla tan cerca de ella.

—Yo…



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En el texto hay: pesadillas, multiverso, chicasmagicas

Editado: 29.01.2023

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