Aquellos que lo perdieron todo.

Hela entendió al instante que esos tipos estaban locos, tanto como adorar a los Krajs como si fueran mensajeros de los dioses y los describían como anticuerpos creados para destruir a la humanidad con el fin de purificar la tierra y de ahí, comenzar de cero.

Ella recibió algunas clases, por así llamarlas pero eso solo la ayudo a confirmar aquello que ya sabía: Todos estaban locos.

Incluso con la poca humanidad que le quedaba, entendió que muchos de esos eran soldados y gente que ya no creía en nada y que solo buscaba una salida fácil, benevolente y quizá, solo un poco, esperanzadora.

Pero también era cierto que todos ellos tenían un objetivo en claro: Matar y morir.

Todos creían desde el fondo de su corazón que estaban haciendo lo correcto lo que los hacía muy peligrosos.

Al final, la chica se dedicó a hacer trabajos pequeños para ellos, que iban desde atacar caravanas humanas o incluso organizar sus provisiones. Buscaban muchas cosas como para hacerse llamar The End.

—Tú debes ser Hela ¿No es cierto?— Era el líder del grupo, Bruno aquel que portaba la guadaña y no la mato. Se acercó a ella mientras limpiaba las armas del grupo— Escuche que has tenido un gran desempeño y… ¿Te he visto antes?

Hela se le quedo mirando, sin decir nada.

El chico abrió los ojos— ¡No, espera, ya me acuerdo! No podría olvidar esos ojos tan fríos ¿Cómo te sientes ahora que puedes matar a otros humanos? Es relajante ¿No? Además de que lo estás haciendo para cumplir con una misión divina.

—Yo no creo en su causa. Todos están locos pero… Me siento bien al matar personas. Más aliviada, supongo— Admitió la chica, aunque luego se maldijo por hablar con ese tipo. Era un hombre así que debía ser cuidadosa de que no intentara nada.

—Ya veo, eso no está mal— Bruno asintió ante la mirada confundida de la joven— Creo que en realidad es lo que buscamos todos, un poco de alivio, digo, no todos queremos matar personas sin piedad pero….

Hela le miro, alzando una ceja en su dirección.  

— ¡No me mires así, es la verdad!— El chico levanto sus manos en señal de rendición— Muchos de los que están aquí perdieron la fe de ganar, de recuperarse, de sobrevivir y solo quieren pensar que al final, sus muertes están contribuyendo a seguir adelante a alguien más.

— ¿Lo Krajs?

—Yo tampoco creo que sean dioses o herramientas de esos, si soy honesto pero muchos han elegido creerlo— El chico se encogió de hombros mientras comenzaba a mover las cajas a lo que Hela solo le contemplo con seriedad, manteniendo la distancia.

—Entonces si todos quieren morir ¿Para qué todo esto? ¿Por qué creaste todo esto si no crees en ello?— Preguntó Hela al final.

— ¿Así que te interesa de verdad?—­ Preguntó Bruno, a lo que Hela le miro de mala gana, provocando que este retrocediera un poco— Bueno, yo no cree la religión, si soy honesto, solo trasmito las ideas de mi amigo y en cuanto a todo esto… Bueno, hay niños y gente por ahí que lo necesita, eso es todo.

— ¿No te sientes culpable por esos niños?

—No, sus padres seguro que sí, trayéndolos aquí— El chico negó con la cabeza— La verdad es que pese a que no creo en las ideas de mi amigo, estoy seguro de que es el camino más recto hacia el final.

La chica le miro con curiosidad.

—Esos monstruos… Yo vengo del otro lado, de la otra dimensión y te puedo decir que lo que vi, es horrendo y es imposible que podamos detenerlos. Al final, toda nuestra resistencia es inútil— Dijo Bruno mientras apretaba sus manos.

Hela noto que estaba temblando.

—Como sea, a lo que venía— El chico recupero su sonrisa— Estamos planeando algo muy grande ¿Sabes? ¡Terminaremos de un tajo con todo! ¿Te interesa? Seguro que sí pero aun así debo preguntar.

Hela se encogió de hombros.

—Actualmente, tanto en esta línea como en la otra están reclutando chicas y claro, muchos supervivientes— Bruno hablaba frente a un grupo de chicos jóvenes— Los ataques que hemos realizado han surtido efecto pero no han causado un gran impacto así que los tomaremos por sorpresa y los terminaremos con un solo golpe.

— ¿Nos infiltraremos?— Preguntó una de las chicas.

—Tu misma no pudiste decirlo mejor— Bruno asintió mirando a las cinco niñas que estaban ahí— Con la construcción de las grandes fortalezas, el buscar supervivientes es prioridad, entonces ustedes abrirán las puertas para que podamos entrar y terminarlos desde dentro.

— ¿Crees que será fácil? Por lo que sabemos, esos lugares serán… Bueno, fortalezas— Opino Hela— Siendo solo cinco o incluso siendo más, será imposible atravesar las defensas como si nada.

—Sí, es verdad, pero no termine de decir lo que tengo que decir sobre las chicas que están reclutando. Según sabemos, serán una especie de brigada importante…— Bruno mostro unos cuantos documentos que hablaban del Proyecto Niñas Mágicas— Parece que podrán obtener mucho poder así que ¿Eso no lo hará más fácil? Escalen puestos, yo que se...

—No se escucha nada fácil— Señalo otra de las chicas­— ¿Qué son las niñas mágicas? ¿Y si nos descubren? ¿Qué pasará si eso pasa? ¿O si no podemos descubrir nada o subir? ¿Qué haremos?