Nexus Parte I: Los Remanentes.

El poder de cambiar la desesperación por esperanza.

 

Parte del cuerpo de Gabino cayó al suelo, como un paquete que acaba de ser abierto, derramando todo su contenido en el suelo generando un sonido horrendo cuando los restos cayeron sobre la tierra.

—“Esa es la desesperación”— Dijo el Kraj girándose hacia la niña mágica que tenía los ojos perdidos, una mueca que cambio por desesperación, acompañado de un grito de dolor que parecía liberar magia al por mayor.

Pero como si de un cristal se tratará, la imagen se rompió.

El Kraj estaba por atravesar el hombro de Gabino, este estaba entero y Bella acaba de ser lanzada lejos por una patada de la criatura. El tiempo se había fracturado justo para regresar a ese momento.

Pero antes de que pudiera atravesarlo como antes, al instante Roció llego dándole una gran patada en el rostro que el monstruo ni siquiera pudo sentir o evitar, por lo que termino soltando a Gabino mientras salía disparada lejos de ahí.

— ¿Rosy?—Preguntó Gabino, sujetando su cuello. Ese monstruo lo apretó con bastante fuerza, tanto que entendió que pudo haberlo dejado sin habla. Su garganta ardía.

— ¿Estás bien?— Roció se sintió aliviada de llegar a tiempo y de que ahora estuviera bien.

— ¿Usaste tu poder?— Gabino se dio cuenta de que sus hilos se movían a diferentes lugares, como si estuvieran vivos, una clara señal de que había usado su poder para cambiar algo en el pasado.

—Sí, pero no te preocupes— Roció lo tranquilizo con una sonrisa.

— ¿Estás bien? ¿Cómo es qué…?— Lavanda la señalo, sorprendida de que estuviera transformada.

—Amapola me dejo venir a ayudarlos— Dijo está, esperando que pudiera verla desde las cámaras— Ese monstruo es el que enfrento Ulises así que hay que tener cuidado ¿Si? Vamos con todo desde el principio.

—Eso trataba— Gabino se levantó, sujetando con fuerza su lanza.

—Así que si es ella…— Lavanda se puso en guardia, recordando un poco la historia de Gabino.

La criatura se irguió en el suelo, entonces acomodo su cuello pues su cabeza ahora miraba a su espalda, entonces término de levantarse, preguntándose qué es lo que acaba de pasar pues aquella niña mágica salió de la nada y ni la sintió.

—“No importa que tantas ratas aparezcan, no cambiaran el resultado”— Dijo la mujer que comenzó a correr para embestir a la chica nueva pero se detuvo a medio camino, pues estaba amarrada por hilos que comenzaron a apretarla con tal fuerza que si hubiese sido un humano, hubiese terminado con los huesos rotos.

Lavanda trato de atravesar su rostro con una gran espada pero la criatura movió un poco su rostro, aunque su máscara se raspo en un lado. La criatura entonces usando todas sus fuerzas, logro soltarse de los hilos.

Aunque ahora le faltaba un brazo debido a que los hilos la terminaron cortando en varias partes y una de sus piernas estaba volteada al revés. El resto parecía estar bien salvo por algunas heridas que no eran la gran cosa.

—Cúrate— Se susurró a sí misma y las heridas se comenzaron a curar.

Gabino corrió para atravesarla con su lanza pero el dolor de su pierna lo hizo cerrar sus ojos en el último momento y reducir su velocidad.

El monstruo aprovecho esto para saltar sobre él y justo después se dejó caer sobre este, enterrándolo en la tierra.

Esto podía haberlo matado pero Gabino suavizo su impacto con la tierra, entonces varios pilares de tierra surgieron a su alrededor, tratando de aplastarla a lo que esta salto lejos, usando a Gabino como trampolín. Antes de alejarse, un par de pilares la detuvieron, sujetándola de su pierna.

Las chicas trataron de matarla con sus armas, saltando hasta ella.

—“Alto”— Ambas se detuvieron en el aire, entonces con un fuerte movimiento atrajo su pierna para destrozar los pilares y liberarse. En el acto termino golpeando a Lavanda que estaba muy cerca de ella para apartarla.

La chica termino siendo regresada al suelo de forma brusca.

Roció entendió que tan poderosa era gracias a esa pequeña demostración.

—“No importa lo que hagan, no podrán detenernos… Cúrate”—Dijo la mujer mientras acomodaba su pierna volteada y mientras sus heridas se curaban, entonces fue hasta su brazo cortado para acomodarlo— “Cúrate… Ustedes, creaciones defectuosas”

—Yo creo que estuvimos bastante cerca— Roció le sonrió con astucia, provocando una reacción en su rival pero debido a que la máscara no se movía, no se podía observar nada— Para ser dioses, son bastante frágiles ¿Eh?

—“Receptáculos, eso es todo”—Dijo la criatura.

— ¿Receptáculos?— Gabino no pudo evitar preguntar, entonces miro sus formas— ¿Son humanos?

— ¡Imposible, se están regenerando!— Señalo Lavanda, haciendo una mueca.

—“Sus minúsculas mentes no podrían entenderlo ni aunque lo explicara”— Dijo la mujer mientras inclinaba un poco su rostro— “¿Por qué no mejor se quedan quietos? No me estorben”

Eso fue una orden.

Todos se quedaron allí, quietos mientras el Kraj comenzaba a moverse para regresar con su compañero y terminar con el combate.




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