Nexus Parte I: Los Remanentes.

Una magia incontrolable que los salvo a todos.

El Kraj se arrojó contra sus rivales primero con sus garras extendidas pero Lavanda la detuvo con una de sus espadas pero como esperaba, esta comenzó a agrietarse tras un poco de forcejeo.

—“Apártala”— Susurró la criatura.

Pero Lavanda no estaba escuchando, estaba más centrada en aplastar a su rival.

Sus ojos eran los de un animal molesto.

El monstruo destrozo la espada pero en lugar de continuar con su ataque, recibió un zarpazo que de no ser porque retrocedió, hubiese destrozado su máscara. Era mucho más fuerte y rápido que antes y eso si podía notarlo.

El Kraj se apartó antes de que la chica la cortara por la mitad con otra espada que acaba de formar.

—Esa cosa hablo ¿No? ¿Ignoro su orden?— Preguntó Roció mientras miraba de reojo a Gabino quien observaba el combate con atención, cruzado de brazos y mientras su lanza parecía acumular poder.

—Sospeche que podría funcionar— Aseguro Gabino— Su magia es Bestia y más que los cambios físicos, en ese estado su fuerza, velocidad y poder aumentan pero a cambio de perder su raciocinio poco a poco.

Roció recordó aquel incidente donde casi todos los usuarios de Tesoro y algunas niñas mágicas terminaron abatidas y todo por culpa de Lavanda, quien llego al límite de su poder.

—Entonces no solo la matara a ella, también a nosotros— Señalo Roció, algo perturbada.

—Ha mejorado en su control pero no sabemos qué tan resistente es esa criatura y hasta qué punto tendrá que presionarse ella— Gabino tomo con fuerza el mango de su arma— Si llega el momento, la detendré pero no es garantía que ganara.

—Entonces debería apoyarla— Roció estaba lista.

—No, yo lo haré, tú debes guardar tu magia por si acaso. Ya la usaste dos veces así que no podemos desperdiciarlo— Dijo Gabino desenterrando su lanza mientras rocas parecían levitar junto a ella.

Se preparó para lanzarla.

Mientras tanto, el combate de la niña mágica se recrudecía.

—“¡Detente ahora!”— Gritaba el Kraj pero la chica frente a ella seguía lanzado zarpazos a diestra y siniestra a cada vez mayor velocidad y potencia, tanto que incluso si los zarpazos no le daban, generaban ondas de viento que hacían el trabajo por ella.

El kraj trato de enterrar su garra en el rostro de la chica pero esta abrió la boca y le destrozo la uña de un mordisco, entones esta la sujeto del brazo y como si nada, se lo arranco completo.

Gabino también se había dado cuenta de algo y gracias a esa última acción, pudo recordarlo.

Su poder de curación también dependía de su voz.

Recordó que incluso el primero que enfrentaron si regeneraba extremidades aunque quizá tuviera que ver con el hecho de que absorbía la vida a su alrededor, algo que esta no parecía hacer.

Cada uno debía tener un poder diferente.  

Lavanda lanzo lejos su brazo mientras escupía el trozo de dedo que mordió del Kraj.

Lavanda sin espacio para su rival, se arrojó casi en cuatro patas para lanzar varios zarpazos que el monstruo por poco evitaba, entonces uno le dio de lleno en su estómago, seguido de otro que destrozo la máscara, a lo que Lavanda, sin contemplaciones atravesó al monstruo por el pecho.

Lavanda sonreía, aun algo consiente de lo que había logrado.

Pero el Kraj sujeto su brazo y entonces con su otra mano la imito, atravesando su pecho.

—“Todo ser vivo, crece y muere, y al morir demuestran que son seres imperfectos, no son dioses, no son elegidos, solo son ratas que viven, se reproducen y mueren, obedeciendo leyes que fueron impuestas por otras ¿Libre albedrío? No digan tonterías, solo siguen un esquema creado por mi”— Dijo el Kraj mirando a Lavanda quien termino escupiendo sangre mientras su transformación iba desapareciendo.

De un momento a otro, se mostró aterrada.

Roció activo su poder, quebrando de nuevo aquella imagen.

Ese había sido su ultimo salto, podía sentirlo.

El Kraj estaba por atravesarla pero Roció salto hacía ellas en el último momento, concentrando toda su magia restante en su huso para cortar con sus hilos su brazo amenazante, cosa que Lavanda aprovecho para sacar su brazo del cuerpo del monstruo y entonces sujetar la cabeza del monstruo

El Kraj quedo sin brazos, indefensa.

Entonces su mano destrozo su cabeza, provocando que el Kraj dejara de moverse de un momento a otro.

— ¡Alejarte, Rosy!—Gabino aprovecho para lanzar su arma hasta su compañera, enterrándose cerca del suelo y creando un enorme campo de rocas creció mientras ondas de magia eran irradiadas desde la lanza.

Roció se había apartado del campo en el último momento y acercó a Gabino mientras sentía como la cúpula temblaba pues Lavanda ahora estaba peleando contra las rocas, tratando de controlarse.

—Esa chica de verdad logro derrotar a uno de esos… Parece que vamos por buen camino— Dijo Roció, más tranquila, tanto que una sonrisa se había formado de forma suave en su rostro.




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