Nexus Parte I: Los Remanentes.

El poder naciente de una chica mágica.

Varias de las raíces fueron hasta ella a gran velocidad ahora que ya no liberaba esa cantidad de magia que la protegía a lo que Celeste se preparó para cortarlas antes de que se acercaran a ella.

Pero el corte fue muy potente, carbonizando las raíces casi hasta la base, algo que los sorprendió a todos, salvo al Kraj que se mantuvo inmutable en su lugar mirando con atención a la niña.

Solo Edward que estaba ahí cerca pudo notar que los ojos de Celeste parecían estar liberando rayos azulados.

— ¡Mátalo, si!— Le grito Tool desde atrás que ya se había posicionado en el hombro de Edward.

—“Ya veo, ya no eres la de antes, ese pájaro… Te convirtió en una niña mágica”— El kraj reconocía las firmas de energía mágica así que lo entendió enseguida y por eso trato de matarla de una con esas raíces súper concentradas.

Por otro lado, Celeste no podía creerlo, no por el gran poder que había liberado si no porque la ropa ni siquiera concordaba con la de las otras niñas mágicas que conocía. No era para nada bonita.

“Lo sabía, ese no era su mundo” Pensó.

Ella sabía que por su forma de ser, por sus gustos, casi podría ser un chico y era algo que no le molestaba en realidad, era mejor ser ella siempre aunque de vez en cuando le gustaría encajar con otras chicas o al menos tener más contacto con su lado femenino.

Antes de que los Krajs llegaran, se dio cuenta de que cosas femeninas como ser una chica magia no eran para ella y tras ver su ropa, una mezcla extraña de cosas que no terminaban de combinar, solo pudo confirmarlo.

No era un soldado o una niña mágica.

—Cúbreme, Edward, atacare con todo— Dijo esta cuando recupero su compostura.

—Aprovecha la explosión de poder, niña ¡Aplástalo!— Grito Tool casi pegándole en la cara a Edward.

—“Incluso volviéndote una niña mágica, tus esfuerzos serán en vano”— El kraj levanto ambas manos y entonces el suelo comenzó a temblar para que unos segundos después, muchas raíces comenzaran a salir.

Celeste soltó un leve suspiro mientras acumulaba magia en sus pies y en su espada.

Como un rayo brillante de color rojo la chica se movió hacia el kraj, casi impulsando hacia atrás a Edward y a Tools quienes no pudieron ni reaccionar debido a la gran onda de choque que incluso destrozo parte del suelo donde estaba de pie.

Las plantas carnívoras eran destrozadas cuando Celeste pasaba a un lado de ellas, debido a la potencia de los movimientos de la chica. Las esporas eran carbonizadas enseguida por lo que no le afectaban. 

Celeste cortaba las demás raíces que se acercaban con una habilidad increíble mientras seguía recta hasta el kraj que tuvo que levantar una barrera de raíces que no resistió nada pero cuando pensó que lo había alcanzado, el Kraj ya no estaba.

Su cuerpo irradiaba energía en forma de electricidad.

 — ¡Ese poder es increíble!— Edward solo pudo sorprenderse.

— ¡Claro que sí, claro que sí!— Tool volvió a levantar ambas alas para golpear al chico sin querer— Cuando una niña se vuelve una chica mágica, absorbe mucha magia y es capaz de liberarla de la misma manera pero con el tiempo ese subidón se va ¡Debe aprovecharlo y acabar con él!

—Ya veo…—Edward entendió y levanto su rifle— En ese caso, la cubriré de ser necesario.

Celeste estaba mirando a todos lados mientras trataba de buscar al kraj desaparecido, entonces con un rápido destello esquivo una de las raíces que por poco le da en el pecho, seguido de otra que trato de atraparla desde atrás, entonces giro en el aire, liberando una onda de electricidad increíble que corto varias de las raíces que ya trataban de rodearla.

Las plantas carnívoras trataban de devorarla pero esta las cortaba con mucha facilidad o bien, se quemaban solo tratando de acercarse a ella.

Aún no había rastros del Kraj.

Entonces Celeste sujeto su espada con ambas manos, cargándola de electricidad que al final libero cuando enterró en el suelo.

El suelo tembló pero luego la electricidad comenzó a salir desde varios sitios de la tierra, destrozándola o solo haciéndola brillar, entonces de entre algunos escombros, el Kraj salió disparado.

Eso era lo que quería.

Celeste se movió a gran velocidad hasta él para tratar de cortarlo por la mitad con su espada pero el Kraj no se había levantado solo, en realidad estaba cubierto de raíces que le cubrieron del impacto.

Aunque esto no evito que el monstruo saliera disparado hacia atrás, destrozando la tierra e incluso varias de las raíces que se habían levantado tratando de cubrir al kraj.

La fuerza de Celeste era tal que incluso estibando en el aire, el filo de su espada y los rayos que la envolvían causaban rasgaduras en el suelo y en partes que no parecían ser alcanzadas.

El Kraj se levantó pero tuvo que hacer que las raíces le cubrieran pues Celeste no dejo de atacar, tratando de cortarlo múltiples veces, pero cuando cortaba, más raíces surgían a la misma velocidad por lo que          Celeste entendió que debía ser más rápida, algo que de alguna manera, sentía que poda hacer.




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