“Memento mori”

Todos estaban reunidos en la sala central de la Madriguera pero esta estaba hecha pedazos debido al combate previo y salvo los portadores de tesoros y las niñas mágicas, solo quedaban algunas personas que estaban recolectando la información de las computadoras para irse de ahí.

En medio de la mesa, el holograma de una chica se levantaba.

Beatrisa Yvanovich era en realidad Átropos, la diosa gemela de Irene por lo que el parecido entre ambas era enorme, salvo que ella tenía el color de cabello oscuro y unos ojos tan profundos como pozos. Pese a que eran hermanas, decidieron tomar identidades diferentes.

—Ya veo… Así que eso paso— Dijo, con los brazos cruzados y una expresión confundida para luego mirar a los chicos con cierta lastima— La verdad es que las cosas se han complicado mucho ¿Cómo están ustedes?

Navier, Gabino, Alejandro, Ulises y Rosy estaban enteros, golpeados por la batalla pero en general bien, incluso José que por poco sucumbe al veneno de Hela y que fue rescatado por Navier en el último momento, estaba bien.

Pero su rostro dejaba en claro que mentalmente estaba destrozado. No era el único pues Amapola y Colín tenían rostros similares, sombríos y tristes.

La única que no estaba consiente era Lavanda, quien descansaba en el suelo, acomodada de la forma más cómoda posible.   

— ¿Y bien? ¿Tú sabias?—Preguntó Navier, mirándola con seriedad.

—Si te refieres a lo relacionado a los krajs, no— Beatrisa negó con la cabeza un par de veces— Pras… Irene y yo desconocíamos mucho sobre esas cosas, más allá de que no vienen de esta dimensión. No puedo creer que también hayan sido humanos en algún momento.

—Son como los Deformados ¿Entonces?— Preguntó Colín.

—No lo creo— Beatrisa negó con la cabeza de nuevo— Los Krjas son muy diferentes, al menos yo no puedo notar firmas de energía etérea similares entre ellos y los deformados, aunque esa área es la de mi… La de Irene.

— ¿Energía etérea?— Preguntó Celeste, mirándola con atención.

— ¿Eh? No importa— Beatrisa se maldijo a sí misma.

—Pero ¿Por qué son humanos?— Navier insistió con la pregunta.

—No lo sé— Beatrisa bajo el rostro.

—Alguien…— Colín se claro la garganta, pues no podía mencionar al hermano de Irene, era un trato que hizo con Amapola, aun así, no pudo evitar mostrarse molesta por no recibir ningún tipo de respuesta que no sea “No lo sé” por parte de esa otra diosa— De verdad son ignorantes de muchas cosas pese a ser diosas…

Tras la explicación de los chicos y recordar lo que ella misma había pasado antes, no le costó creer que Irene y esa chica holográfica eran diosas disfrazadas.

—Lo siento, la verdad es que no soy un dios tan poderoso, soy demasiado ignorante y gracias a eso mi hermana ahora está perdida. Es extraño porque no puedo ni sentirla— Beatrisa trono los labios con molesta— Bien, debemos contraatacar.

—Claro, ahora que todos estamos en la mierda es hora de contraatacar ¿No pudimos hacerlo desde antes?— Preguntó Ulises con su típico tono sínico mientras todos le miraban con curiosidad— ¿Dije algo raro?

—No, pero… ¿Qué haces aquí?— Alejandro le miro con una ceja levantada.

— ¿Qué?— Ulises no comprendía su pregunta.

—Hemos decidido ayudar— Dijo Rosy, mirando a sus amigos— Sé que serán difícil confiar en nosotros de nuevo y tras todo lo que paso pero daremos todo de nosotros por ustedes y por terminar con esto.

—Lo que dijo ella— Dijo Ulises.

—No podemos rechazar la ayuda a estas alturas— Dijo Beatrisa sonriendo un poco hacia Ulises a quien podía leer con la facilidad de una nota, al fin y al cabo ella era la diosa de la humanidad— Tienen que regresar a la Ciudad del Cielo pero…

— ¿Para qué? ¿No reconstruirán aquí?

—Hoffnungsschimmer ha decidido dar la ciudad por pérdida, de momento nuestras operaciones pasaran a la Ciudad del Cielo o a la Atlántida— Explico Beatrisa sujetando una tablet— De momento llego la hora de que aprendan a usar la tercera etapa de sus tesoros.

Alejandro no pudo evitar emocionarse pues con ella, podría aplastar a Bruno cuando lo vea de nuevo.

— ¿Así que ya terminaron de construir La Atlántida?— Gabino no pudo evitar sorprenderse.

—Es nuestra ciudad más segura de momento— Le dijo Beatriasa— Bueno, pronto irán los vehículos para llevarlos a La Atlántida, necesito que manejen algo que estaba pasando ahí.

—Dijiste que era la ciudad más segura— José le miro con una ceja levantada.

—Sí, pero últimamente ha habido casos de pesadillas y muertes misteriosas. No puedo descartar que se trate de un Kraj ahora que… Bueno, sabemos esto— Les dijo Beatrisa.

Todos asintieron, listos para su siguiente parada.

—Yo iré a buscar a Amapola— Les dijo Colin antes de que todos se movieran— Si quieren tratarme como traidora, estoy de acuerdo pero no me quedaré de brazos cruzados, no de nuevo… Voy a recuperarla.

—Bien— Beastrisa asintió— Por favor, tráela de vuelta y las cubriré lo más que pueda.