Nexus Parte I V: La Singularidad

Berserker.

El vestido blanco que Hela llevaba ahora era rojo oscuro con el borde de sus mangas largas y de la falda, teñidas de blanco. Los listones que antes colgaban ahora eran listones de sangre quemándose en los bordes. Aun llevaba un corsé negro y la manzana que llevaba en el cuello como collar parecía manchada de sangre. Las botas de Hermes estaban negras, con lo que parecían lava corriendo por algunas zonas. Su cabello negro estaba suelto y sus puntas estaban teñidas de sangre. Su broche en la cabeza estaba destrozado, irradiando vapor verde y morado.

Humo se estremeció, parecía listo para cambiar de forma pero chillo en cuanto comenzó a ser succionado por el robot pues se había acercado para terminar su trabajo. Diego y José trataron de apartar al robot pero era imposible con sus poderes tan reducidos y con esa capacidad de regenerarse. 

Entonces el robot se prendió en llamas, estremeciéndose, y comenzando a derretirse, por todos lados, además de claro, se comenzó a desarmar de forma violenta desde dentro cuando Humo emergió. 

José y Diego solo pudieron ver como el dragón, ahora prendido en llamas lo derretía todo sin afectarlos a ellos, quemando también todos los intentos del robot por repararse.

Amapola aun portaba su vestido rojo, que le llegaba hasta sobre las rodillas, pero ya no llevaba sus hombreras, ahora eran un par de cañones con la forma de lobos rugiendo, con los cañones siendo sus dos bocas, su corsé blanco seguía ahí, sus botas blancas con protecciones metálicas eran mucho más gruesas y los lobos también parecían cañones. Sus brazos tenían apariencia metálica. Su capa roja vibraba con el aire, creando rugidos de lobo. Sus cabellos rojos vibraran con el movimiento y el broche de lobo parecía tener vida propia.

—Hay algo de belleza en su nueva forma— Admitió Marianne.

—Hela…— Comenzó José pero la chica se movió muy rápido, destrozando el suelo y quemando a varios de los clones de la mujer para tratar de cortar a la Marianne central quien la desvió con otro de sus clones.

Amapola se movió a gran velocidad detrás de ella y trato de golpearla con un escudo deformado pero esta lo corto en el aire, entonces un fuerte sonido hizo vibrar toda la sala, provocando la caída de sus compañeros hacia atrás junto con la cabeza destrozada de esa Marianne.

—Se cansaran si usan tanto poder de forma brusca pero tomando en cuenta que portan dos Orígenes, será complicado— Admitió otra Marianne mientras todas su yo formaban una espada de huesos.

Hela siguió su ataque prendiendo en llamas a varios clones que de todas formas se movieron para tratar de cortarla pero esta las esquivaba como si nada y las mataba, aun así, algunas lograban herirla pero esta sangre al caer en su piel o incluso en el suelo, se prendía en llamas.

—Están controlando ambos Orígenes de forma brusca pero parece que es algo que les funciona— Observo Marianne.

Amapola trato de matar a otra con sus cañones de sonido pero otro clon trato de cortarla desde atrás. La capa roja vibro, destrozando su mano junto con su espada.

Amapola se giró y corto su rostro con un escudo filoso.

Un cañonazo le disparó haciéndola chocar contra la pared, acto seguido más disparos de cañones que se desplegaron desde todo el suelo y las paredes del panóptico, destrozando algunos clones que quedaron atrapados en el fuego cruzado.

—Solo son un grupo de cañones— Susurro Marianne quien los controlaba.  

El dragón había comenzado a pelear contra los clones también, ignorando su orden de cuidar a los chicos aunque eso sí, no los atacaba y se mantenía apartado de ellos.

José por poco es alcanzado por un disparo pero Hela logro reventar un disparo con una espada, evitando así el daño pero aun así la onda de choque lo hizo retroceder, entonces un escudo deformado apareció frente a Diego y a él para evitar que les dieran.

El dragón se acercó a destrozar los clones de Marianne pero el robot no parecía haberse rendido en su reconstrucción.

— ¿Qué podemos hacer?— Preguntó José hacia Irene y Beatrisa por el comunicador.

Irene se quedó pensando, recordando aquella conversación con Edwina.

— ¿Y qué hacemos si ocurre lo peor, lo del modo Berserker?— Preguntó Irene mientras tomaba las notas durante sus clases intensivas sobre orígenes, dioses y demás cosas que Irene termino por creerse porque… Tenían sentido.

La verdad es que las hermanas habían escuchado un poco de Dualidad, su creadora pero no lo pensaron mucho en su momento.

—Ah, no puedes hacer mucho, solo aceptarlo ¿Sabes?— La mujer se encogió de hombros mientras tarareaba una canción que al menos Irene no reconocía.

— ¿Qué?— Eso perturbo un poco a Irene.

—Ellas serán fuertes con modo Berserker o no, con modo Charge o no ¿Lo entiendes? Además, sospecho que algunas personas funcionan más en el caos que en el orden o la neutralidad— La mujer le guiño el ojo.

— ¿Lo que hizo Dualidad al crear a las niñas del orden y el Caos?— Irene se quedó pensativa.

— ¡Tú lo has dicho!

Por eso Irene estudio en Colín el viejo proceso de creación de niñas mágicas. 




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