Nexus Parte I V: La Singularidad

Fluidos.

—Una demostración de poder tan digna de ti, mi querida Samantha— Dijo Edwina haciendo una pequeña reverencia frente a la chica— La verdad es que prefiero hacer esto sin que tengamos que pelear. Los juegos de rol son…

— ¿De verdad quieres hablar de eso?— Samantha pareció sentarse en el aire, cruzando sus piernas y recargándose en ellas con una mano, sosteniendo su rostro con aburrimiento— ¿Cuántas veces nos has atacado ya? Nunca pareces venir en son de paz.

—Ustedes están dispuestos a matarme nada más verme ¿No debería defenderme?— Preguntó Edwina, mirándola y regresando a un posición cómoda, cruzándose de brazos.

—Yo podría haber abogado por ti, yo podría…— Comenzó Samanta pero entonces negó con la cabeza— Ya no importa.

—Lo sé pero sabes que no me detendré. No apoyo sus prácticas— Dijo Edwina haciendo una mueca entre afligida y apenada. Aunque también parecía molesta— Pero en el fondo lamento que las cosas hayan terminado tan mal entre nosotras… Yo de verdad…

—No quiero oírte— Dijo Samantha deteniéndola— Ya no me importa.

Su tono parecía dolido pero nadie aparte de Edwina podía realmente interpretarlo.

—Ah, qué más da— La chica se encogió de hombros tras unos segundos y levanto la vista— Supongo que ya les contaste lo que puedo hacer, eso me ahorra un poco de trabajo ¡Los matare muy rápido!

La mujer se movió tan rápido que solo las niñas mágicas lo notaron, logrando por poco apartarla de Alejandro, su primera víctima siendo Navier con su cuchillo, quien lo hizo. Quería tocarlo para meter aire en su cuerpo de forma violenta pero no lo logro.

Tampoco salió herida por el cuchillo de Navier.

Roció trato de matarla con su huso pero esta la desvió con el aire, lanzándola lejos contra un libero gigante que se dobló hacia dentro cuando la chica impacto.

Samantha entonces enterró dos dedos en Navier, justo en su pecho, lo que hizo que tocara su sangre. Su máscara pareció oscurecerse cuando la chica comenzó a sangrar por todo el cuerpo.

—Fluidos newtonianos, no newtonianos ¡No importa! ¡Yo controlo todos!— Dijo Samantha sacando sus dedos, manchados de sangre.

Entonces la imagen se quebró y la mujer estaba de nuevo frente Navier solo que esta vez un montón de hilos detenían su mano y la chica frente a ella impacto una patada en su cara que la lanzo lejos.

Samantha se levantó como si no tuviera huesos y las contemplo— Tiempo, ya veo… ¡Vienes preparada de verdad esta vez!

Edwina solo podía observarla desde donde estaba, apretando los labios.

—Bien, parece que tendré que tomármelo en serio— La mujer entonces extendió su mano, creo una armadura con unos guantes grandes, un chaleco blanco y unas botas grandes, además de una espada blanca. Todo era blanco, creado de la arena blanca pues esta también era un fluido.

Edwina entonces hizo que Katze apareciera bajo sus pies trayendo algo en su pequeña mochila, a lo que la mujer comenzó a sacar pequeños drones blancos que volaron por todos lados.

—Estos ayudaran a que la arena blanca se descomponga, se separe de forma brusca— Dijo Edwina desplegando varias por todos lados— O sea, ayudaran a romper los enlaces de la arena de ser necesario.

—Ya veo, eso servirá un poco— Acepto Samantha.

Navier trato de matarla con sus cuchillos pero esta recibió el ataque con el casco, entonces la arena pareció comenzar a comerse a la chica, por lo que su enemiga se giró para golpearla con sus guantes con tal fuerza que la pobre no pudo evitar ser lanzada lejos.

Navier creo una lanza para evitar chocar contra cualquier cosa enterrándola en el suelo.

— ¿Fluidos? No… Tu poder es diferente… ¿Creación? Ya veo, el origen de la creación— La chica asintió— Tiempo y creación, dos cosas muy interesantes ¡De verdad te preparaste esta vez!

—Eres mi enemiga, no podía escatimar— Dijo Edwina.

— ¿Y ustedes?— La chica apunto a Ulises y a Alejandro— ¿Qué saben hacer? Aparte de ser presas fáciles.

Los dos chicos se quedaron en silencio mientras Alejandro congelaba su alrededor, bajando la temperatura de toda la sala, lo que en realidad ayudaba mucho, ya que entre menor temperatura, menor es el movimiento de las partículas, incluyendo el de los fluidos.

—Que divertido— Admitió la mujer lanzándose contra él para patearlo pero este se cubrió con una gran pared de hielo que comenzó a congelar su arena pero esta se extendió desde todo su cuerpo destrozando la pared y por poco alcanzando a Alejandro quien fue salvado por Ulises por poco con una gran ventisca—¡Ya veo!

La chica se apartó girando en el aire para volver a sentarse para mirarlos a todos desde arriba.

—Ahora que ya lo he visto todo, puedo jugar todas mis cartas— Dijo la mujer moviéndose a gran velocidad para tratar de matar Roció pero esta se envolvió con hilos que evitaron su movilidad y su visión, entonces usando la arena trato de atravesar su defensa solo para ser golpeada por Navier con la empuñadora de una lanza.

Samantha fue empujada pero en realidad tomo el mango de la lanza y jalo a Navier hacia ella para atravesar su cabeza con sus dedos pero una onda de viento desestabilizo la arena de su brazo, destruyendo su guante blanco, pero esto no le importó a la diosa quien de nuevo logro atravesar un poco la mejilla de su enemiga con sus uñas, haciéndola sangrar de nuevo por todos lados.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.