Nexus Parte I V: La Singularidad

Tres diosas.

—Parece que comenzó de este lado también— Beatrisa abrió los ojos con sorpresa y miro a su hermana pero estaba claro que ella estaba más preocupada por el combate de Amapola y Hela, sin contar el hecho de que no habían encontrado todavía al grupo de Celeste y Lavanda por ningún lado.

Samantha observo con atención la transformación mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

Navier llevaba el mismo vestido blanco como la nieve pero ahora los adornos plateados de estrellas brillaban en un color azul brillante, sus hombros descubiertos llevaban una especie de velo blanco brillando con estrellas, unos guantes largos  ahora cubiertos por una armadura planteada con estrellas e incluso copos de nieve azulados. Su falda era un poco más corta ahora, cubierta con un velo transparente que simulaba la caída de la nieve, dejando ver sus zapatillas de cristal. Llevaba una tiara de color blanco con detalles de estrellas y copos de nieve, mucho más grande que la anterior y con sus cabellos sueltos con las puntas de sus cabellos de color blanco y parecían reflejar el color del arcoíris. Su espada ahora era mucho más delgada, parecida a un bastón con una empuñadura en forma de copo de nieve.

Roció con su atuendo portaba una blusa de mangas largas con listones de color verde metálico, con unos guantes que ahora si cubrían todos sus dedos los cuales parecían gotear un líquido dorado. Su falda azul con detalles verdes en forma de hojas, y que le llegaba sobre las rodillas además de unas botas blancas con detalles verdosos en forma de vientos o tornados. Los listones de su cintura eran azulados y verdes, y caían había atrás aunque terminaban como si hubiesen sido cortados de forma irregular. Sus cabellos estaban sueltos y volaban con el aire, dejando ver también algunos listones que parecían salir de su cabeza. El mechón que caía al costado de su rostro también estaba formado por esos listones que parecían cabello. Su piel parecía estar llena de cortes sangrantes que se cerraban y se abrían de nuevo. Su nueva arma eran los chakrams de viento, estos eran la misma arma circular con filos que ahora formaban un circulo completo pero a su alrededor ahora portaban un mecanismo que dejaba ver hilos que giraban a mucha velocidad junto con el filo del arma.

—Que formas más interesantes, seguro que usar dos es mejor que uno aunque no puedas controlar el primero— Dijo Samantha mirándolas con atención— ¡No sé si tu idea es brillante o estúpida!

Roció fue la primera en moverse, cortando la cabeza de Samantha que se deshizo en brea negra pero esta cayo como si hubiese si siempre hubiese sido agua y acto seguido la chica lanzo su disco hasta otro cuerpo de brea que de nuevo, exploto como si fuera agua.

—Cada golpe que da, altera el tiempo de lo que toca— Dijo Edwina entendiéndolo enseguida— No es que se convierta en agua literalmente, es que adelanta su tiempo de caída, como si fuera un líquido con una viscosidad increíblemente baja en lugar de ser lo contrario.

—Pero no servirá si no logra pegarle a la de verdad— Dijo Alejandro haciendo una mueca.

—Pero para eso está Navier…— Dijo Ulises mirando que esta se quedó quieta, con los ojos cerrados y con el hielo arremolinándose a su alrededor mientras su vestido y su velo se movían con los vientos— Creo.

Los tres se giraron a verla.

De a poco todo se llenó de nieve, o más bien de arena blanca.

Samantha evito otro golpe de Roció pero entonces un montón de hilos salidos desde los discos la atraparon, acto seguido la hicieron girar de forma violenta deformándola en aquella brea negra.

Samantha comenzó a formarse en otro lado pero era… Mucho más lento de lo que esperaba, entonces Navier enterró su espada en su cara, reventándosela, acto seguido se formó en otro lado para ser cortada por Roció.

—Atacan a lo loco pero no dejan que se forme— Dijo Edwina mirando la extraña escena— Impiden que se forme congelando el tiempo y la materia, mientras evitan cualquier clase de daño.

—Se han coordinado mucho pese a que no solían trabajar juntas— Dijo Alejandro.

—Muy bien, queridas niñas— Dijo Samantha soltando una risotada que se escuchó por toda la sala— Están bien coordinadas pero no entienden la verdad tras mí poder ¡Yo estoy en todos lados!

Una mano gigante de brea tomo a Navier y la estrello contra una pared pero esta se congelo enseguida, siendo destrozada y aun con eso Samantha apareció entre el hielo para golpear su estómago, entonces la sujeto de la cabeza y la arrojo contra Roció quien trato de atrapar a su enemiga con hilos pero en su lugar atrapo a su amiga en el aire, entonces como si el aire se volviera pesado, les golpeo la cabeza para estrellarlas contra el suelo.

—Sigue siendo más fuerte— Dijo Navier, levantándose como si nada.

—No será suficiente contra las dos juntas, tranquila, la acorralaremos— Roció sonrió con confianza.

Samantha las observaba desde el aire, cruzada de brazos.

Roció, entonces hizo un movimiento con sus discos y un montón de hilos salidos de la nada fueron a enredarse en el aire como si nada, creando una red de araña enorme y que alcanzaba toda la sala.

Estos se volvieron transparentes.

—Ahora yo soy el tiempo de esta sala…

—Increíble, estas rozando la verdad de tu origen ¡Que fantástico!— Dijo Samantha tocando un hilo, entonces su mano pareció comenzar a vibrar, mostrando una mano joven y otra más anciana— ¡Que genial!




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