Nexus Parte I V: La Singularidad

Verdaderas diosas.

Edwina golpeo a Lavanda en la cara con un puño gigante pero su enemiga se cubrió con una pared de roca que reventó generando lo que parecían pequeños agujeros negros que comenzaron a absorberlo todo.

Pero la científica los desapareció con Lavanda al son de un chasquido. No podía negar que le sorprendió que usara la tierra para crear pozos gravitatorios oscuros que habían comenzado a devorarlo todo.   

La chica quedo flotando en el aire solo para ser embestida por Celeste quien le lanzo un montón de cortes que la atravesaban como si nada y tras un corte que iba a su cuello, la científica la atrapo, lanzándola contra un lago de lava.

Roció doblo la imagen para atraparla en el aire y enrollarla en sus discos, entonces usando su fuerza el viento la reventó en pedazos, deteniendo el tiempo para evitar que se regenerara o que modificara la realidad.

Edwina le pego en la cara con tal potencia que debió lanzarla lejos pero solo termino lanzándola un poco lejos.

El aire a su alrededor se congelo, encerrándola en una cúpula que fue reventada en pedazos por Hela quien comenzó a cortar a Edwina con su sangre, pero ella estaba bien, lejos de los ataques.

El poder congelante y calcinador de ambas era fantástico pero aunque le gustaría admirarlas, comenzaba a molestarse.

La científica esquivo un corte de Hela inclinando hacia atrás su cuerpo, entonces uso la trayectoria de Navier que también se acercó a ella para matarla para que se la enterrara a ella, provocando que se prendiera en llamas. Acto seguido golpeo a Hela en la cara, lanzándola y haciendo que se estrellara contra un escombro flotante.  

La chica entonces tomo el brazo de Navier y copiando una espada con su mano se la enterró en el cuello.

Amapola estaba ahí cerca, por lo que un escudo por poco le aplasta la cabeza de no ser porque la chica hizo aparecer a Lavanda cerca de ella para que recibiera el impacto, pero Lavanda tomo con su mano sin recibir daño y trato de cortarla con su lanza a lo que Edwina cambio las propiedades del escudo para atravesarlo y golpearlas a ambas como si nada.

Celeste con un parpadeo apareció con sus tres dragones de rayo rodeándola y lanzando cortes con las tres espadas a gran velocidad creo una esfera de luz que destrozaba los escombros flotantes como si nada.

Mientras tanto Roció la atrapo dentro de la esfera eléctrica con sus hilos a lo que Edwina se liberó, apareciendo lejos solo para ser interceptada por Hela quien la quemo con un corte en pecho.

Edwina termino escupiendo sangre, sorprendida por el impacto.

—Ahora que entienden quién es, deben entender cómo enfrentarla— Explico Marianne a Hela y Amapola mientras hablaban sobre la verdad de Edwina, mucho antes de que llegaran a enfrentar a Edwin.

—Ni siquiera sabemos si podemos confiar en ti— Hela aún estaba bastante escéptica.

—Y con justas razones— Marianne asintió levemente— Edwina es una persona extraña, incluso entre todas las versiones de Edwin, ella es peculiar, junta todo lo peor y lo mejor en un solo ser y por eso les aseguro que no miento ¿Me crees, querida?

Amapola frunció los labios— No… No del todo…

—Lo verán ustedes mismas en cuanto entren y si miento, entonces dejare que me maten sin oponer resistencia— Dijo Marianne sonriendo un poco, extendiendo la mano hacia Hela— Dame tu espada, querida, la enterrare en mi cuerpo original y si miento, entonces explota tu sangre sin pensarlo. Y usa un veneno que me mate lento, no quiero morir sin sufrir.

Hela miro a Amapola quien no supo que decir pero la pelinegra sin pensarlo acepto a lo que Marianne se enterró la espada, dejando que el veneno penetrara.

— ¿Este es tu cuerpo real?— Pregunto Amapola.

—Todos son mi cuerpo real pero si así lo deseo, solo será este— Acepto la mujer, extrayendo la espada de su cuerpo— Que es lo que estoy haciendo ahora.

Los otros clones cayeron al suelo, muertas. 

—Entonces ¿Cómo?— Hela contemplo como la mujer con atención, notando que la herida no se cerró.

—No es letal aún pero duele ¿Eh?— Marianne miro a Hela con una mueca de dolor a medio camino de una sonrisa. Hela le regreso la sonrisa un tanto complacida— Bueno, es muy simple… Tienen que cambiar la realidad que ella percibe usando lo que perciben ustedes en conjunto.

— ¿Qué tonterías dices?— Hela hizo una mueca molesta.

—Se más clara, por favor— Dijo Amapola mostrándose tan molesta como su amiga.

—Lo que quiero decir es que ustedes también son diosas— Dijo Marianne mirándolas con atención— Por si mismas ustedes tienen la capacidad de cambiar la realidad ¿Lo entienden? Deben entender que un Origen pude englobar a otro en su Verdad, por ejemplo…

—El viento y los fluidos ¿No? Era algo de eso— Hela lo recordaba vagamente.

—Suena fácil pero también muy abstracto— Señalo Amapola.

—Si es así, entonces deben entender que un Origen no funciona sin otro pero al mismo tiempo, todos funcionan en un conjunto como con ustedes… La degradación y la Restauración, aparentemente contrarias pero necesarias una para la otra y viceversa.




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