Ni 1millón de Estrellas

Capítulo 1

Me llamo Alina.

Estudio ciencias de la actividad física en una pequeña universidad de mi pueblo.

Doy gracias a que tenemos este centro educativo aquí.

Trabajo en una cafetería a la vuelta de la esquina con mi mejor amiga. Nos conocemos desde que íbamos a la guardería, con 3 años.
Tengo otro trabajo por las noches en una gasolinera.

Vivo en un pequeño apartamento con mis padres y mi hermana menor. Mi madre, regordeta, con rizos adornando su cabeza y con sus labios siempre de color carmesí, trabaja en una sauna, por otro lado, mi padre, con sus gafas grandes cuadradas, alto y con barriga cervecera, trabaja como barrendero.

Mi hermana tiene 14 años, está estudiando en la secundaria del pueblo, su sueño es ser veterinaria.

Esta mañana, día 14 de Febrero....el dichoso día de San Valentin, nuestra cafetería estaba a rebosar y eso no era todo, pues teníamos decenas de pedidos que entregar.

Nos especializábamos en grandes batidos con frutas y postres deliciosos. Y como no, en esa fecha, los postres y bombones era lo que mas nos solicitaban.
Poníamos todo nuestro entusiasmo en realizar las decoraciones de los deliciosos chocolates y bizcochos, no era por alardear....pero se nos daba muy bien. Por eso eramos tan conocidos en aquella zona.

Al menos puedo enorgullecerme de ello.

- ¡Alina! - me llamó mi jefe, un hombre no muy mayor, con gafas redondas y quien siempre llevaba una pajarita

- ¡Si jefe!

- ¡Necesito que vayas a la UWK para entregar varios pedidos!

- ¡Ahora mismo jefe!

Entre el barullo de gente, me acerqué hasta la barra, donde estaba el, para que me diera los pedidos y la dirección escrita en un papel.

- Ten cuidado Lynn - dijo sonriendo

- Lo tendré - respondí enérgica con otra sonrisa.

Sin mas dilación, y rápidamente, salí del pequeño local en busca de una de las dos bicicletas de repartos que teníamos.
Eran un poco mas anchas que las bicicletas normales, de color rojo con las letras en amarillo y con una cesta en forma de gallina. 
¿Por qué una gallina? , pues, porque antes de ser una cafetería era un restaurante que servia pollo frito y el antiguo dueño nos regaló las bicicletas de reparto cuando el jefe le alquiló el local. 
Podíamos haber quitado las gallinas, pero perdería la esencia, solo cambiamos el nombre tanto del local como el de la pintura de la bicicleta, pero mantenemos a aquella graciosa gallina como mascota del lugar.

Una vez la comida en la cesta y yo preparada, me puse en marcha camino a la próxima casa.

Era la primera vez que iba a ir a este lugar, nunca había ido y al parecer estaba un poco retirado.

Bueno bastante retirado.

Muy retirado.

 

Vale, creo que estoy en otro país.

No se cuanto tiempo me pude pasar pedaleando, incluso los mejores ciclistas me tienen que estar envidiando.

Y allí llegue. Un gran edificio lujoso en medio de una preciosa reserva natural.
Y cuando digo lujoso me refiero a LUJOSO!! Era como un castillo de color blanco con detalles en dorado. Al entrar había una gran fuente con dos caballos blancos de mármol jugando en el agua. Eso por no hablar de la hilera de arbustos recortados a la perfección creando un pasillo hasta la entrada.
Dos enormes puertas marrones se abrieron ante mi.
Hasta el polvo de allí tiene que ser caro.

Mi boca iba a tocar el suelo de lo sorprendida que estaba.

¿Desde cuando existe este edificio? ¿Esto era la realeza?

Aunque mi país no lo gobernaban reyes....sino un presidente. ¿¿Será esta su casa??
No....no creo que ellos pidieran comida de una cafetería normal y corriente.

Dejé mi bicicleta aparcada en la entrada, cogí la comida y entré.

Conforme mas me adentraba, mas bonito era todo.
El edificio tenia un patio interior con fuentes, jardines y arboles increíblemente preciosos. Todo puesto al detalle.

- ¿H....hola?

Miré a mi alrededor y podía ver los cuatro lados interiores del "castillo", habían 4 plantas y, también muchas puertas en cada una de ellas.

Entonces, mientras estaba absorbida por la majestuosidad del lugar, ocurrió.

Un sonido llenó mis oídos. Era como una campanada.

Pisadas y pisadas se escucharon.

Gritos, voces. Gente corriendo.

En cuestión de segundos todo se llenó de personas con uniformes, caros seguro, y aquella avalancha de hormonas empezaron a arrastrarme.

Empecé a perder el equilibrio, hasta que de un momento a otro caí.

¿¿¡¡Por que están todos tan alterados!!??

Mis ojos se abrieron al ver lo que había delante mía.

Los pedidos en peligro de ser machacados por alguien.

Arrastrándome por el suelo fui hasta ellos.

Justo cuando iba a tocarlo.

Justo cuando iba a rescatarlo.

Unos zapatos de piel roja los pisotearon.

No....no no no no.

Ahora tendría que pagar por ellos, volver a hacerlos y traerlos de nuevo....

Esto no me puede estar pasando....

Toda la gente estaba hecha un corrillo, gritando, como fans locos por su ídolo, a alguien.

Me levanté y cogí las cajas de los pedidos....o lo que quedaba de ellas.



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En el texto hay: adolescentes, drama, amor

Editado: 18.11.2019

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