"Julen Evans agrede a una repartidora la cual cumplía su trabajo"
"La chica se lo buscó"
"Se merecía que le escupieran y la despidieran de su trabajo"
"Ese chico no tiene respeto"
....Todos esos comentarios empezaron a llenar las redes sociales.
- Voy a morir - dije mientras ponía mis manos sobre mi cabeza.
- No exageres, reina del drama - dijo mi gran amiga Mery.
- Solo ha pasado un día desde eso, ¡1 día! Y mira todos los comentarios que hay - tiré de mis pelos.
- Pronto pasará y la gente se olvidará del tema.
Eso espero....
- Lo que no entiendo es, ¿por qué tanto jaleo? Quiero decir, cada día ocurren muchos casos de abuso, bromas pesadas....pero nadie dice nada.
- Seguro es por que son unos ricos malcriados.
- ¿Ricos malcriados? ¿Donde tuviste que llevar el pedido? - dijo mi amiga curiosa
Suspiré.
- A la UWK.
- La UWK....¿¡LA UWK!?
- S...si - la jodía me asustó
- ¿¡Fuiste a la UWK!? ¿Como es? ¿Es grande? ¿Como son los uniformes de allí? Seguro hay chicos guapos ¿viste alguno? ¿El Julen ese lo era? - una bomba de preguntas cayó sobre mi
- S....si, no, ¿no? S....¿cual era la siguiente pregunta?
Ella rodó los ojos y sacó su móvil.
- ¡Mira! - me enseñó la pagina web de la universidad - es la universidad con mas prestigio del país, y la segunda en todo el mundo.
- ¿Que? - eso realmente me sorprendió.
La segunda universidad mas prestigiosa del mundo....wow
- ¿¡Ya estáis vagueando!? - dijo mi madre mientras amenazaba con lanzarnos una zapatilla - ¡Vais a llegar tarde!
Las madres y uno de sus poderes.
- ¡Perdón señora! - se apresuró a decir mi amiga mientras con empujones nos íbamos al trabajo.
- ¡Hasta luego mamá!
Mery iba contándome los mil rumores que había escuchado sobre aquella universidad. ¿Como no había escuchado todo eso de ella? Tanto trabajo y estudios no me daban tiempo para saber lo que sucedía a mi alrededor.
- ¡El próximo pedido a la UWK me lo pido yo!
- ¿Estás tonta? Ya te conté lo que pasó ayer.
- Pero yo no soy tan torpe, no dejaré que se me caiga la comida en ningún momento - dijo con tono de burla
- Tss - intenté decir de mala gana, pero me salió una sonrisa - allá tu, yo por mi te puedes quedar todos los pedidos a ese lugar. No quiero volver allí.
Que tonta eres Alina....que tonta.
Llegamos a la cafetería y nos pusimos a trabajar. Nuestro jefe estaba al pendiente de lo que pasó ayer, realmente tenemos al mejor jefe, es como un amigo para nosotras. No me hizo pagar los pedidos y, si no es porque le agarramos, el hubiera ido a la universidad para golpear a esos ricos.
- ¡Nadie toca a mis niñas! - fue una de las cosas que el dijo.
Solo con esa frase curó la humillación que sufrí aquella mañana.
- ¡Buenas tardes! - grité mientras entraba
- Buenas tardes señor Joon - dijo Mery
- Buenas tardes niñas - respondió con su cálida sonrisa
Y sin mas, comenzamos a trabajar.
La tarde fue bastante calmada, incluso divertida, pues Mery y yo nos la habíamos pasado bromeando.
Tras las 5 horas en la cafetería, terminamos de limpiar, colocamos las sillas sobre las mesas y, por ultimo, fregamos el suelo para poder irnos.
- ¡Hasta mañana señor Joon! - grité
- Estoy a tu lado, no es necesario que grites - dijo tapándose un oído, el cual le pitaba por mi inesperado grito.
- Ya sabe como es ella, siempre alegre y gritona.
- A veces demasiado - respondió con una mirada amenazadora a la que yo le sonreí - si bueno, lo que sea, iros ya anda.
- Buenas noches - se despidió mi amiga.
- ¡Tened cuidado!
Fuimos camino a casa. Por suerte aquella noche no tenia que ir a trabajar a la gasolinera.
- Mañana nos vemos en clase - dijo mi amiga dándome un abrazo.
- Claro! Hasta mañana!
Cada una fue por una calle. Vivimos muy cerca, en la misma manzana, solo que ella vive en la calle de abajo y yo en la de arriba.
Entré a casa, me puse las zapatillas y fui directamente al salón para saludar a mi familia.
Pero lo que vi me dejó perpleja.
- Hija ven, siéntate - dijo mi madre.
Allí estaban ella, mi padre, mi hermana y un señor extraño y trajeado.
- ¿Que pasa? - dije sentándome poco a poco.
- Este señor ha venido preguntando por ti.
- Pero como no estabas, ha decidido esperarte toda la tarde.
- ¿¡Toda la tarde!? ¡Señor, no puede hac....
Mi padre me tapó la boca.
- Disculpe señor, esta cansada y por eso reacciona así.
Yo quité las manos de mi padre de mi boca y le miré si saber que pasaba, pero el me hizo un gesto para que mantuviera la compostura.
- Buenas noches señorita Vell.
- Hasta que habla! - dije sin mas recibiendo la mirada de mis padres.