- ¿¡Que hizo qué!? - gritó mi amiga
- Lo que escuchas Mery, menudo personaje con el que me he tenido que encontrar.
- Pero tía....¡Estás estudiando en la UWK y conoces al hijo del presidente! ¡El hijo del presidente!
- He rechazado mi beca....aunque estoy empezando a pensar que en la vida han dado una a los "no pudientes", y que lo acaban de hacer por primera vez solo para arreglar lo sucedido.
- ¿Y? Ya que te la han dado, sea por lo que sea, acéptala.
- No puedo hacer eso.
- Tu orgullo no te lo permite, ¿no?
Yo suspiré.
- No puedes denegarla, ¿acaso sabes cuantas personas desean entrar en esa universidad? Eres muy afortunada.
- ¿Afortunada? Ese lugar solo me ha dado dolor de cabeza.
- Solo ignóralos.
- ¿Por qué insistes tanto? Deberías entender como me siento.
- Tu deberías de entender como nos sentimos todas las personas que deseamos entrar en esa universidad.
- ¿Estás enfadada? - realmente sabía que lo estaba, pero aquella pregunta salió de mi boca.
- ¡Claro que no! - dijo mientras se levantaba de golpe.
- Menos mal.... - susurré, ella empezó a recoger su mochila - ¿te vas?
- Si - dijo cortante - Adiós.
Y sin más, se fue dejándome sola en aquel banco de nuestra universidad.
¿Enserio se va a enfadar porque deniegue el entrar a la UWK?
Suspiré.
Me levanté, me subí a mi bicicleta y fui camino a casa.
Total, me iban a regañar igual.
- ¡Vas a volver a la universidad! - dijo mi madre enfadada.
- No, aquello solo está lleno de malcriados.
- Y tu te estás portando de forma muy madura, ¿no?
- ¡Mamá!
- Hija....esta podría ser la oportunidad de sacarnos de esta pobreza, serias el futuro de la familia, ¿de verdad me estás diciendo que no quieres ir? - suspiró, creo que hacer eso viene en la sangre - Está bien, ya eres grande, no voy a decirte que hacer y que no hacer, es tu decisión.
Y se fue.
Se fue dejándome sin saber que decir.
Al parecer todo el mundo a mi alrededor quería que fuera a aquel lugar.
Y eso tendría que hacer.
Para colmo, mi chaqueta se la lancé al estúpido Zapajo.
A ver que hacia mañana para recuperarla....
Me puse a hacer las tareas de la casa: fregar, limpiar, colocar la ropa....entre otros.
Y fue así, que sin darme cuenta, oscureció. La noche se acercó y el sueño me envolvió.
- Lynn, ¿mañana irás a esa universidad de pijos? - dijo mi hermana tumbada en mi cama.
- Si.. - respondí en un suspiro.
- Pero, ¿y tu uniforme? - esa niña tenía ojos para lo que quería.
- Encima de la silla del escritorio.
- No veo tu chaqueta - habló con tono de burla.
Yo rodé los ojos.
- M....mañana me la darán.
- Lynn, no soy tonta, vi como ayer la llevabas puesta cuando me desperté.
- ¡Esta bien! Pero no le digas nada a mama - ella se giró hacia mi poniendo la cabeza entre sus manos y prestando su máxima atención - hoy se la lancé a un chico pijo y malcriado que me hizo enfadar.
Ella estalló en carcajadas.
- Lo peor es que le dije que no volvería....para colmo, tengo que ir a pedirle mi chaqueta....
Christin reía tanto que las lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos.
- Ay no....para - volvió a reír limpiándose los ojos - ¡No puedo! Aaaa JAJAJAJAJA
- Tonta - dije lanzándole la almohada.
- ¿Que harás?
- No lo sé - me tiré a su lado en la cama - ¡Aaaah! ¡¿Como la conseguiré!? - grité mientras pataleaba y revolvía mi pelo.
- Solo pídesela.
- Ni siquiera se si lo encontraré.
- Con la suerte que tienes, lo verás en la puerta - respondió burlándose de mi con mas carcajadas.
- Seguro - dije aceptando la derrota - Anda, vete, necesito descansar.
- Y pensar como recuperarás tu chaqueta - seguía con la rosa.
- ¡Fuera! - dije aguantando las ganas de reir.
Esa tonta al final me iba a contagiar la risa.
- ¡Buenas noches Lynn!
- Buenas noches enana.
- ¡Soy más alta que tu! - rió y se fue corriendo.
Genética alterada, seguro era eso. O eso quería pensar yo.
Pronto me fui a dormir, preparándome para perder la poca dignidad y orgullo que me quedaba al tener que ir a pedirle mi ropa al Zapajo.
Mis ojos se cerraban poco a poco mientras iba adentrándome en un tranquilizador y bonito sueño.
Hasta que la alarma sonó.
Mi mano la apagó.
- Solo cinco minutitos mas....
Nunca hay que confiar en cerrar los ojos por "cinco minutos".
Oh mierda, ya iba tarde.
Primer día, me voy.
Segundo día, y no llego a tiempo.