- ¿¡Que estás haciendo!? - dijo enfadado quitándose con fuerza la chaqueta de la cara. Otra vez.
- ¿¡Que haces tu!? - le devolví el grito.
- ¡¡Uuuuy!!
- ¡Pelea!
- Ya te vale Julen, hacerle daño a otra niñita - se burlaban los otros tres como niños pequeños.
Yo les miré con odio haciendo que se callaran al instante, y volví la cara hacia el Zapajo.
- ¿¡Tu estás bien de la cabeza!? ¿¡El dinero no te deja pensar!? ¿¡A QUIEN SE LE OCURRE HACER ESO!? - cada vez iba perdiendo más los estribos
- ¿¡De que estás hablando!?
¿Enserio me estaba vacilando?
- ¡La chaqueta! - reí irónicamente - ¿De verdad? - suspiré para calmarme - ¿No es suficiente humillarme colocando la chaqueta en lo alto del poste de la bandera y hacerme subir a por ella?
- ¿Has hecho eso? - dijo Natham sorprendido
- Yo n.... - empezó a decir Julen
- ¿Tan poco era eso que has tenido que destrozar la bandera de la Universidad y llenarla de ratas muertas?
- ¿¡Qué!? - exclamaron los tres que estaban de público.
- C....Como con ratas muertas? ¿¡La bandera!?
- Enserio te advierto - me acerqué a el amenazante señalandole con el dedo - que sea la última vez que haces algo así, ¿me entiendes? ¡La última!
Sin más me fui de allí.
- ¿De verdad Ju? - pregunté a mi estúpido amigo.
- N....n
- Te has pasado - comentó Nick mientras se subía las gafas.
- No chicos....yo, yo no hice eso - se justificó.
- ¿No?
- ¡NO! Por dios....poner la chaqueta en lo alto del poste todavía....pero, ¿romper el símbolo de la UWK y llenarla de ratas muertas? ¡Ni loco!
- Julen, eres el único que tenía la chaqueta, tu mismo viniste con ella en la mano diciendo que "la sucia rata" te lo pagaría - dijo Jack
- ¡Lo sé! Pero es que esto no lo hice yo.... - dijo con la boca pequeña.
- ¿Y quien mas lo hizo?
- Yo no fui, ¿vale? - respondió molesto como niño pequeño.
- ¿Puedes explicarnos de una vez y deja de darnos largas?
- Yo le encargué a unos chicos de segundo que hicieran lo que quisieran con el fin de molestar a esa niña estúpida. ¡Nunca supe que llegarían tan lejos!
- Te ha salido bien la jugada amigo - dije poniendo mi mano sobre su hombro
- Quítate Natham - Se apartó molesto haciéndome reír
- Le dais una beca para limpiar tu nombre por bocazas, y ahora haces algo peor - Nick, el inteligente, seguía recordándoselo
- Aish....¡Ya lo se! Pero esta vez no fue mi culpa.
- Pero tu mandaste a esos chicos - respondió Nick volviendo a abrir el libro que estaba leyendo
- Espera.... - Jack tuvo toda nuestra atención - Por eso tenia restos de sangre en el brazo y la ropa, ¡pensaba que había comido patatas con ketchup! ¡Y yo muerto de hambre cuando la vi!
- Lo de la camisa era de las ratas - respondió el pelirrojo - lo del brazo era suyo - como si nada, pasó a la siguiente hoja.
- ¿Suyo?
- Ya decía yo que su brazo se veía raro.
- ¿De qué habláis? - dijo Ju
- Esa niña seguramente se habrá herido mientras escalaba el árbol - nuestras miradas se posaron en Julen.
- ¿Que?
Malditos ricos, ¡DIOS! como los odio.
Bueno....malditos ricos.
Y maldita yo.
Otra vez me quedé sin la chaqueta. Tengo que buscarme otro objeto para lanzar a la cara del Zapajo.
No podía permitirme otra broma de mal gusto. Me di la vuelta y me encaminé hacia la estúpidamente-extravagante "guarida" de los J-odiosos4 .
Salté la valla de nuevo y abrí la puerta ante la mirada de esos cuatro.
Yo, toda digna, con mi cabeza en alto y sin decir nada, me encaminé hasta mi objetivo: la chaqueta americana.
La agarré y cuando fui a girarme, alguien me cogió de la mano.
- Deberías revisarte la herida - dijo Nick sentado enfrente mía y sin levantar la vista de su libro.
- Que.... - susurré.
Me giré y vi al Zapajo agarrando mi brazo y acercándolo a sus ojos para verlo mejor.
- Eres una idiota, ¿como puedes hacerte una herida tan fea? ¡Cualquiera pensaría que eres una vulgar y gorila niña!
- ¡No es de tu incumbencia! - respondí soltándome de su agarre y bajando la manga de mi camisa.
- ¡Aun está mas fea si la cubres con esa ropa sucia de sangre!
- ¡Es mi problema!
Salí de allí enfurecida. ¿Quién se cree que es? Tss. Menudo imbécil.
Me fui directa al baño para lavar mi herida. Era leve, pero había salido sangre y parecía mucho peor. Me puse mi chaqueta, la cual cubría tanto la ropa sucia como la herida, y parecía que nada había sucedido.
- Señora chaqueta, por favor, no te vuelvas a separar de mi - dije hablando sola.