Mmmm
Estaba incómoda.
¿Que era ese lugar? ¡Me dolía todo el cuerpo!
Poco a poco fui abriendo mis ojos. Quería mover mis dedos....la izquierda bien....la derecha....
No
No no no no
¿¡Me había quedado manca!?
Fui recobrando la conciencia y la vista hasta que, al observar mi inmóvil mano derecha, Julen estaba agarrándola y se había quedado dormido con la cabeza apoyada en mi cama.
Julen estaba dormido agarrándome la mano.
¡JULEN ESTABA DORMIDO AGARRÁNDOME LA MANO!
- ¡JULEN! - dije mientras quité rápidamente mi mano -¿¡Que estás haciendo!?
Es estaba atontado mientras se conseguía despertar.
- ¿Qu....¿Que pasa? ¿Que hora es? - respondió bostezando y rascando su despeinada cabeza.
- ¿Que hora es? ¿Que haces aquí? ¿¡Que hago aquí!?
- ¡Te quedaste inconsciente!
- ¿¡Cuando me quedé inconsciente!?
- ¡Cuando viniste a traer aquella estúpida sudadera!
- ¿¡Por qué insultas a la sudadera!?
- ¿¡Por qué gritas!?
- ¡No estoy gritando!
- ¡Yo tampoco!
- ¡Vale!
- ¡Pues muy bien!
- ¡Perfecto!
- ¡Genial!
- ¡Vale!
- ¡De acuerdo!
- Se nota que Alina está de vuelta.... - suspiró Nick entrando - Buenos días chicos, ¿cómo te encuentras? Aunque si ya estáis discutiendo puedo deducir que estás bastante bien.
- Buenos días.... - le saludé - Me duele un poco el cuerpo, pero además de eso, estoy bien - respondí revisándome, ¿Que me pasó?
- Ayer fuiste a llevarme la sudadera y te quedaste inconsciente.
- Ah....ya veo - ante mi respuesta, Julen me miró de repente y luego a Nick mientras agitaba los brazos pegando al aire.
- Tenias fiebre demasiado alta y además.... - Nick se sentó a mi lado y cogió mi brazo examinándolo - Tal y como dijo el doctor....te faltan nutrientes, estás mas delgada que la primera vez que te vi. ¿Por qué no comes? - Dijo un poco ¿molesto?
- Eso es asunto mio - respondí intentado no sonar borde mientras quitaba mi brazo de su mano.
Pero el me echó una mala mirada.
- Por cierto, muchas gracias por lavar y traer mi sudadera - comentó Nick.
- De nada - dije.
-Estúpida sudadera.... - suspiró Julen.
- Está bien - se levantó - el doctor vendrá a revisarte dentro de poco, pero mínimo hasta mañana no saldrás.
- ¿¡Qué!? ¡No! - me quejé
- Tienes que hacerlo - respondió abrochando un par de botones de su camisa.
- No puedo
- Si puedes - se metió Julen
- No
- Si
- No
- Si
- ¡Parad! Te quedarás aquí y punto.
- Tengo que ir a la universidad, a trabajar y ayudarme a mis padres.
- Tus padres ya están avisados. Anoche estuvieron aquí y se fueron esta mañana para hablar con tus jefes e irse a sus trabajos.
¿Que?
- C...¿Com....
- Tonta, te llevé a tu casa la noche de la tormenta. El doctor me pidió que avisara a tus familiares, así que fui a tu casa, hablé con ellos, los traje aquí y ahora vengo de llevarlos de vuelta.
- Aah....Gracias.
Este suspiró aceptando mi agradecimiento.
- Yo tengo que irme a hacer unas cosas, así que Julen - esté le miró - te quedas a su cargo, cuida de ella y sobre todo....NO os peleéis. Volveré esta noche. ¡Adiós! - esa despedida final al dijo....¿burlándose?
- ¿¡QUE!? - exclamamos nosotros dos. Pero ya se había ido.
Silencio.
Mas silencio.
Lo vi juntando sus labios.
- ¡No! - me apresuré a decir - Ni se te ocurra silbar.
Este los escondió.
- Bueno....y, ¿que quieres hacer? - me preguntó
- Pues....no lo se.
- ¿Quien iba a decir que estaría aquí con la chica que más odio?
- Ah bueno, gracias por el piropo - respondí con cara de asco.
Horas después nos encontrábamos el doctor, la enfermera, Julen y yo jugando al UNO en mi cama.
- ¡Te chupas +4!, ¡Luego +2! , UNO, ¡Y no puedes echar carta! - grité tirando mis últimas tres cartas hacia Julen.
- Serás....
Me sorprendió que no gritara como en las últimas 3 partidas. Yo creo que se está acostumbrando a perder ante mi.
- Veo que os divertís - aquella voz....
- ¡Nick, únete! - le dije
- No, gracias, es que no quiero perder mis amistades - rió.
- Tu te lo pierdes - reí.
Tras nuestras buenas partidas, la revisión del médico y unos cuantos pinchazos en mis brazos para sacarme sangre e inyectar suero, nos quedamos los tres solos.
- Tu familia y tu amiga de la cafetería querían venir a verte, pero les dije, tal y como me dijo el doctor, que no corres peligro y que esté aquí tanta gente podría hacerte mal. Bastante tienes con Julen y conmigo - suspiró - además, esto es culpa nuestra