- Alina, ¿Todo bien? - preguntó Nick tocando a la puerta del baño
- S....si - respondió ella con debilidad
- Voy a llamar al doctor, Julen revisa que ella no....
- ¡No! ¡No llaméis al doctor!
Esas palabras hicieron que mirásemos a la puerta como si intentáramos descifrar los ojos de Alina.
- Estoy bien de verdad.
Pero obviamente mentía....aunque fuera cuidadosa y lo mas silenciosa posible, sabíamos que estaba vomitando.
Lo único que hicimos fue sentarnos en nuestros respectivos sitios, esperándola.
Minutos después, ella salia con sus manos mojadas y algunas gotas de agua en el pijama del hospital.
Una vez se tumbó en su cama....Nick comenzó el cuestionario.
- ¿Eres anoréxica?
Directamente.
- ¿Que? ¡No!
- ¿Bulimia?
- ¿De qué estás hablando? No, tampoco.
- ¿Aún te encuentras mal?
Yo miraba a los dos como si estuviera viendo un partido de tenis, con la mirada de uno al otro.
- Un poco....
- Di la verdad.
Ella suspiró rindiéndose. Nick podría pasarse así hora tras hora hasta saber lo que quiere.
- No estoy acostumbrada a comer tanto, últimamente no como mucho para poder ahorrar.
Este suspiró.
- Sabíamos que algo pasaba....sino, ¿Como explicas que el doctor haya dicho que te faltan nutrientes? - dijo subiéndose las gafas mientras la miraba fijamente.
- Eh....pues....¿el doctor dijo eso?
- ¡Por supuesto! - exclamé haciendo que los dos me miraran - Te han hecho varios análisis, está claro que el doctor lo sabe todo sobre tu condición.
- ¿Por qué no nos has dicho nada? Podríamos haberte comprado comida o cualquier cosa.
- ¿Le compráis comida a los que lo necesitan? - dijo arqueando una ceja.
- Nunca se nos ha dado ese caso....solo conocemos gente con clase - respondí ganándome una miraba asesina de ambos.
- Podríamos haberte ayudado.
Ella rió irónica.
- ¿Y que relación tenemos como para que me ayudéis de esa forma? Vosotros sois el "maravilloso" J4 y yo la trabajadora pobre golpea zonas bajas, asesina de ratas y humilladora de la bandera de la UWK - respondió molesta - si quisiera ayuda de verdad, se la habría pedido a mis amigas.
- Entiendo - dijo Nick.
- En parte tiene razón - volvieron a mirarme - ¿Que? ¿No puedo comentar?
- ¡No! - respondieron al unísono.
Yo levanté mis manos en símbolo de rendición.
- Pero ahora queremos ayudarte.
- ¿Queremos? - dije
- Si, queremos
- ¿Por qué? ¿Que ganáis con eso? ¿Limpiar vuestra imagen?
- Nada, simplemente quiero hacerlo - respondió Nick sin mas haciendo que ella se quedara callada - Tendrías que haber sido mas cuidadosa - contestó de repente molesto.
- ¿Que?
Aunque Alina hizo la pregunta, yo tenia la misma duda.
- Tenias que haberme dicho si tenias frío aquella noche - dijo molesto
- Ya me diste tu sudadera, ya hiciste demasiado.
- Pero no lo suficiente.
- Bueno - me metí en la conversación - ya no importa. Al menos ya estás mejor.
Ella asintió con una sonrisa.
Y así pasaron las horas. El doctor vino a recetarle un tratamiento a Alina y le dio el alta.
- Al fin a casita - dijo mientras se estiraba una vez salimos del lugar
- Hoy no vayas a trabajar y mañana tampoco, ni siquiera asistas a clase - comentó Nick
- ¿Que? ¿Por que no? Ya me encuentro perfectamente.
- Es tu salud, pero haz lo que quieras.
Tras esto, nos fuimos al coche de Nick, para llevar a Alina a su casa.
El trayecto estaba siendo silencioso.
Puesto que estábamos en un prestigioso hospital de nuestra zona, el camino hasta la casa de ella será un poco largo, es por eso que estiré mi mano para encender la radio.
Justo en ese momento, una llamada rompió aquel ensordecedor silencio.
- ¿Si? - contestó el pelirrojo mientras se ponía un pinganillo en la oreja - ajam....¿de verdad?....¿Ahora?....*suspiro*....De estas formas no está bien....si, lo se....de acuerdo.
Volvió a suspirar una vez colgó la llamada.
- Lo siento chicos, pero voy a tener que tomar un desvío.
- ¿Que pasa? ¿Donde vamos? - pregunte sin saber que estaba pasando.
- A tu casa, han venido los jefes de nuestras sucursales de otros países a la casa de mi padre y obliga mi presencia allí. Os dejaré en tu casa y la llevas sana y salva a la suya. SANA y SALVA - hizo hincapié en esas dos palabras.
- ¿¡A su casa!? ¿¡Con el!? - se quejó la rata
- Lo siento, por favor, esto es importante.
Ella suspiró aceptándolo.
- Si lo digo yo no....aaah pero si lo dice Nick si - me quejé
- El es de los pocos ricos que conozco con un poco de humanidad - me miró desafiante
- Em....¿gracias? - dijo Nick, pero ninguno de los dos le prestó atención
- ¿No tengo humanidad?
- Ni una pizca - dijo acercándose a mi amenazadora