Pensando en que me estoy volviendo loca, un Conde salvándome, me parece muy gracioso, creo que las muchas novelas que he leído y escrito me pusieron a imaginar cosas.
Todos mis pensamientos son interrumpidos por Andrew
—Elizabeth
Con mucha confusión pregunto
—¿Qué sucede?
El me ve de manera seria y dice
—Las manchas en tu vestido, ¿fueron de forma intencional?
Sacudo mi cabeza para aclarar mis pensamientos,
—Mmm, la verdad fue un accidente, miento.
No para ayudar a esas chicas, lo hago porque no me gusta la idea de ser una princesa esperando la ayuda de un príncipe, en este caso un conde.
El suspira y frunciendo el ceño dice
—Como la señorita dice que solo fue un accidente, deben pagar el triple del vestido.
Muy sorprendida, las palabras no logran salir por mi boca
—¡No!—digo con mucha dificultad, antes de completar mis palabras
El me mira con ojos tan fríos que me hacen sentir escalofríos y guardo silencio.
Las chicas muy molestas porque Andrew me ayudo decidieron aceptar.
—Está bien, pagaremos el triple, dice la chica del vestido verde
Andrew la ve con su rostro oscuro,
—No quiero que vuelvan a molestarla, si se meten con ella es como que me molesten a mi.
Andrew
Estoy cansado de saludar a tantas personas, decido salir al jardín y tomar un poco de aire.
Veo a un grupo de chicas rodear a Elizabeth, observo desde lejos para conocer que traman, cuando de pronto, una chica tira su copa de vino sobre el vestido de Elizabeth, otra se acerca y hace lo mismo, pero mi sorpresa está en que no se defiende, frunciendo el ceño recuerdo la vez que la ayude cuando la estaban golpeando, ¿siempre es así? ¿Nunca se defiende?
Dejo a un lado mis pensamientos al ver que las lagrimas de Elizabeth comienzan a caer por sus mejillas, no soporto verla llorar, me acerco y trato de ayudarla, ella opina que todo fue un accidente lo cual no me lo creo porque yo vi todo lo sucedido.
Pero mi solución fue, que pagarán el triple del vestido de Elizabeth lo cual no es mucho.
Una vez arreglado el asunto tomó su mano y me dirijo a una habitación, ella está muy distraída en sus pensamientos que sin darse cuenta me sigue.
Dentro de la habitación salgo al balcón hago una llamada y pido que me traigan algunos vestidos para que ella elija alguno.
Entro en la habitación, parece que ella ya aclaro un poco sus pensamientos, con mucha curiosidad pregunta
—¿Eres un Conde?
Suspiro y asiento a su pregunta
—Si el Conde de la familia Lindsor.
Ella está muy sorprendida por mi respuesta, no dice nada más por un tiempo hasta que nota que estamos en una habitación,
—¿Dónde estamos?
Sonrió es tan linda, no puedo creer que hasta este momento se dio cuenta que estamos en una habitación.
—Te traje aquí para que cambies de vestido.
Ella me mira con ojos admirados y antes que pueda responderme tocan la puerta,
—Adelante.
Traen algunos vestidos y me encanta ver los ojos llenos de sorpresa de Elizabeth.
Cuando están todos los vestidos, accesorios y zapatos en la habitación las personas que los trajeron comenzaron a ayudar a Elizabeth a elegir un atuendo, ella no salía de su asombro.
Estupefacta Elizabeth
—Wow, no se que decir, no era necesario cambiar mi vestido.
Sonrió,
—No te preocupes, solo elige el que te guste, esto no es ninguna molestia.
Ella está viendo los vestidos yo no puedo evitar observarla con una sonrisa.
Ella se da la vuelta, me mira y sonríe
—Te agradezco, nuevamente me ayudaste.
Cuando me da esa sonrisa mi corazón se acelera, finjo toser para calmarme
—No tienes que agradecer, solo pasaba por ahí.
Ella me mira aún con una sonrisa, encogiendo los hombros
—Bueno, gracias por siempre pasar por donde estoy en problemas.
Su reacción me causa gracia, sin más ella se dirige a otra habitación para, cambiarse el vestido.
Sale con un vestido azul cobalto, que le queda perfecto, la observo y pienso, ella es hermosa, no dejo de verla, ella me mira y se sonroja ante mi mirada.
Es la segunda vez que la veo sonrojarse, sin pensarlo me levanto y me acercó a ella, tomándola en mis brazos, siento su aroma dulce, mi corazón se empieza acelerar, ella da algunos pasos hacia atrás, pero aprieto más su cintura acercándola, su cara esta tan cerca que puedo sentir su respiración, en mi rostro, comienzo a sentir sus labios rojos y suaves, tocar los míos.
Al salir de la habitación, Andrew me está esperando sentado en un mueble, el me mira y wow esa mirada hizo que me sonrojara, el se acerca y me toma entre sus brazos, mi corazón se comienza a acelerar, mis pensamientos y sentimientos no puedo compréndelos, decido dar algunos pasos hacia atrás pero el me acerca más, siento su aroma varonil, levantó la mirada y puedo ver qué el está sonrojado y está a punto de besarme, no se que está sucediendo, pero no logro pensar con claridad, mi corazón está demasiado acelerado, siento sus labios suaves y tibios sobre los míos, solo somos Andrew y yo, se sentía como haber encontrado de pronto una mitad de mi misma que estaba perdida, tardo un instante en darme cuenta que le estoy devolviendo el beso.
Volviendo a la realidad, sintiendo que me falta el aire, con mis manos en su pecho lo aparto de mi. El me mira con ojos tan confundidos como los míos y digo bajando la mirada
—Deberíamos volver.
Andrew asiente alejándose de mi.
Saliendo de la habitación con mi corazón aún acelerado y sin poder verle a la cara.
Todas las personas ponen su mirada en ambos
—¿Quién es la chica que está con el Conde Lindsor?
—¿No es la misma chica que estaba con Matthew?
—¿De dónde vendrá?
—Es hermosa, ¿Cómo conocerá al Conde Lindsor?
Esas eran algunas preguntas que se hacía la multitud.
Editado: 11.06.2022