Ni en mis sueños mas locos

Capitulo 24: Me gustas mucho

Aún era de madrugada cuando me desperté vi la hora en mi celular y eran las 4:30am, frunzo el ceño ¿por que estoy despierta tan temprano? no he dormido nada, trate de conciliar el sueño pero fue imposible, así que me levanté al baño amarre mi cabello en un moño desordenado, me lave la cara y los dientes, decidí ir al balcón, me emocionaba la idea de ver un amanecer desde ahí.
Comenzó a amanecer y era hermoso, estaba tan concentrada, no me fije, que alguien se puso al lado mío hasta que hablo,
—¿Es hermoso cierto?

Grite por el susto y tome mi pecho porque el corazón me saltaba del miedo, cuando logré calmarme pude notar que era Andrew
—Ahhhh, me asustaste Andrew.

El se ríe, me abraza y da un beso en mi cabello,
—Jajaja lo siento no creí asustarte, ¿Qué haces despierta tan temprano?

Suspiro,
—No podía dormir, así que vine a ver el amanecer ¿y tu?

El encoge sus hombros,
—Siempre salgo a correr en la mañana.

Sonrió,
—Oh, no lo sabía, ¿ahora vas a correr?

El sonríe y toma mi mano,
—Si, aunque si quieres puedo quedarme contigo mientras los demás despiertan.

Su comentario hizo que me sonrojara,
—No es necesario, ¿puedo acompañarte a correr si quieres?.

El ríe,
—¿Quieres correr conmigo?.

Enarcó mi ceja,
—¿Crees que no soy capaz?

El me abraza para que no pueda notar su risa,
—Claro que lo eres, me encantaría que me acompañaras.

—Está bien solo espérame un momento.

—Ok, te espero en el piso de abajo.

Sonrió y subo a mi habitación, busco un par de tenis, una camiseta y un short, entro al baño y amarro mi cabello en una coleta. Me veo al espejo y sonrió, estoy lista para demostrarle a Andrew que soy muy rápida.

Baje las gradas y mire que Andrew hablaba por teléfono así que fui a la cocina a tomar un poco de agua para darle privacidad.
Al salir noté que ya había terminado la llamada el sonríe y me pregunta,
—¿Lista?

—Claro, vamos.

Salimos de la casa a las 6:00am y comenzamos a correr, corrimos como 30 minutos y ya me sentía cansada y Andrew parecía muy tranquilo,
—Andrew, ¿no estás cansado?

El me ve y sonríe,
—No aún no, solo estamos calentando.

Lo veo con una expresión de asombro y con mis manos en las rodillas,
—¿Calentando? Llevamos corriendo como media hora.

—Si pero normalmente corro 2 horas.

Con mis ojos llenos de asombro,
—¿Qué? Dos horas, Wow eres increíble.

El sonríe algo avergonzado,
—No es para tanto, corro desde que tengo 17 años.

—Claro que es para tanto, empezaré a correr desde hoy, para poder seguirte el ritmo.

El ríe y toma mi mano,
—Jajaja, Lizzy eres muy linda, pero no necesitas salir a correr, por mi.

Suspiro cansada y algo avergonzada por lo que dije,
—No saldré a correr por ti, es porque quiero ser muy rápida.

El niega con la cabeza y tiene una sonrisa en su rostro,
—Está bien, si quieres puedo entrenarte.

—Oh, entonces serás mi segundo entrenador.

El me ve con curiosidad,
—¿Segundo? ¿Quién es el primero?

Encojo mis hombros no dándole importancia,
—Mmm, es Matthew me enseña defensa personal.

El frunce el ceño,
—No sabía que estabas aprendiendo defensa personal, ¿por qué lo haces?, volvieron a molestarte.

Veo hacia el mar,
—No, pero desde el día que las chicas tiraron sus copas de vino en mi vestido quise aprender, así no necesito que me rescaten siempre que esté en problemas.

El me toma por la barbilla para que lo vea a la cara, tiene una expresión de molestia,
—¿No te gusta que te rescate?

Sonrió algo avergonzada,
—No es eso, solo que no me gusta molestar a otras personas con mis problemas.

El sonríe y acaricia mi mejilla,
—A mi me encanta rescatarte, si no hubiera sido por esas chicas que derramaron vino en tu vestido no te hubiera besado y no me hubiera dado cuenta de lo que siento por ti.

Tapo mi cara avergonzada,
—Andrew, eres tan dulce.

El me quita las manos de la cara y automáticamente bajo la mirada estoy muy sonrojada el dice con voz ronca,
—Me encanta verte sonrojada, te vez muy hermosa.

Sin pensarlo decido abrazarlo y esconderme en su pecho para que no note mi vergüenza, pero como sabiendo lo que voy a hacer levanta mi barbilla con una mano y envolviendo mi cintura con la otra, baja su rostro y acerca sus labios a los míos, sin darme cuenta estoy siguiendo su beso, sus labios son tan suaves, en este momento es cuando siento que todo a nuestro alrededor desaparece, solo somos el y yo, subo mis manos a su cuello para abrazarlo y estar más cómoda, faltándonos el aire decidimos separarnos, con nuestras frentes juntas sonreímos,
—Andrew, "me gustas mucho."

El me ve de manera sorprendida, se aleja de mi, puedo notar que su rostro está levemente sonrojado, sus ojos tienen una sonrisa, me ve con ternura, veo que trata de asimilar mis palabras, tomando mi mano y con vos dulce,
—Lizzy eres increíble, tu también me gustas mucho, agradezco haberte conocido.

Me sonrojo un poco,
—A mi también me alegra mucho haberte conocido Andrew, creo que debería volver a casa, tengo algo de hambre.

El me da un beso en la frente,
—Vamos a comer entonces.

—¿No seguirás corriendo?

—No, vamos juntos.

Llegamos a la casa y entré a la cocina, se que tenemos sirvientes que hacen el desayuno pero hoy no perdería la oportunidad de cocinarle a Andrew, así que le pedí a la señora de la cocina que me dejara cocinar, al principio no estaba muy convencida, pero logré convencerla ella acepto y se marchó.

Salí de la cocina con una sonrisa de triunfo y le pregunté a Andrew,
—¿Quieres desayunar?

Andrew me ve algo perplejo,
—¿Y la sirvienta?

Le sonrió algo apenada,
—Mmm, le pedí que me permitiera cocinar.




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