Ni en mis sueños mas locos

Capitulo 26: Admirador secreto

Andrew
Al terminar la reunión, la señorita Brown, mi secretaria se acerca y me entrega el teléfono
—Conde Lindsor.
Le agradezco, cuanto estoy por entrar a mi oficina, la secretaria me detiene,
—Recibió una llamada de una chica, solo que no me dijo su nombre.

Me dio curiosidad, le pregunto de manera despreocupada,
—¿No la tenía registrada?

Ella me ve un poco avergonzada,
—Lo siento Conde Lindsor, conteste el teléfono sin fijarme quién era.

—Está bien, gracias.

Entro a mi oficina y reviso mi teléfono, veo que es una llamada de Elizabeth, ¿Por qué me llamaría Elizabeth? Decido llamarla, pero ella no contesta, veo la hora y deben estar buceando por eso no contesta. Salgo de mi oficina.
La emergencia que tenía ya se resolvió, voy a regresar a la playa.

Salí de la compañía y me subí a mi auto, conduje directo a la playa, ni siquiera me quite el traje.
Al llegar, le pregunto al guía de buceo si los chicos se encuentran aún buceando, el responde,
—fueron a almorzar, hace dos horas y luego de eso irían a nadar con delfines.
Me subo a una lancha, voy directo a donde las personas nadan con delfines, los chicos están ahí, al estar más cerca lo primero que veo es a Elizabeth riendo tan tiernamente con un delfín, sin pensarlo sacó mi teléfono y decido tomarle una foto, se ve tan hermosa, sonrió al ver la foto.
Steven me ve y grita,
—Andrew, ¿Qué haces aquí?¿Terminaste tu reunión?

Al escuchar a Steven todos me ven y Elizabeth me sonríe pero en sus ojos puedo ver algo de molestia, sin quitarle la mirada a Elizabeth le respondo a Steven,
—Si termine luego la reunión, quería pasar más tiempo con mi novia.
Ella se sonrojada lo cual me encanta.

Estoy muy feliz con un hermoso delfín, es tan lindo e inteligente, escucho a Steven gritarle a Andrew, mi corazón se acelera un poco, no se había ido a trabajar, ¿Qué hace aquí?
Andrew le responde a Steven viéndome, que salió antes, porque quiere pasar más tiempo conmigo, mi cara se torna de un rojo carmesí, las chicas comienzan a sonreírme y Matthew grita,
—Eso Lizzy, tienes a un Conde completamente enamorado de ti.
Los comentarios de los chicos y las palabras de Andrew hacen que me sienta tan avergonzada, veo a Andrew y el tiene una hermosa sonrisa en su rostro y en sus ojos color miel puedo notar que lo dice con toda la sinceridad, al observarlo me doy cuenta que aún está vestido de traje, ni siquiera se cambió de ropa, pienso este chico no puede ser más dulce.
No seguí nadando, me acerqué a la lancha que Andrew conducía y subí, quería abrazarlo pero estaba mojada así que no lo hice, estaba muy conmovida por su actitud,
—¿Qué haces aquí?

El me sonríe dulcemente, me abraza y me da un beso en la frente,
—Ya escuchaste, quería pasar más tiempo con mi novia.

Me alejo de él un poco avergonzada,
—Andrew eres tan dulce, pero no me abraces, mojare tu traje.

El me abraza más fuerte,
—No me importa, por cierto la chica que te contesto es mi secretaria la señorita Brown.

Mis ojos se nublan, porque el está dándome una explicación que ni siquiera pedí,
—No te preocupes, no tenías que explicar nada.

El toma mi mano,
—Claro que tenía que explicarte, no quiero que se formen mal entendidos entre nosotros.

—Gracias Andrew por ser tan lindo, sabes llame para disculparme contigo por mi forma de actuar hoy en la mañana.

Besa mi mano,
—No tienes que disculparte, yo fui el que actuó mal, a ti te gusta cocinar y yo no quería que lo hicieras lo siento.

—No debes disculparte, ya paso.

Los demás chicos suben a la lancha y nos marchamos.
Después de  cenar ya era hora de volver a Oxford, me sentía cansada por el día tan divertido que tuvimos.
Al llegar a casa nos despedimos de los chicos, como ya era tarde y estábamos cansadas, nos fuimos a dormir.

Tenía que ir a clases me desperté temprano, me aliste y le dejé un mensaje a las chicas en la refrigeradora,
Las llamó luego, las quiero.

Al llegar a mi primera clase, veo que en mi asiento hay un ramo de gardenias, con una tarjeta la cual tenía una cita del escritor John Keats
No estoy seguro de nada excepto de la santidad del afecto del Corazón y la verdad de la Imaginación. Aquello que la imaginación capta como Belleza ha de ser verdad, haya existido antes o no.

Matthew me ve con una sonrisa,
—¿Son del Conde?

Lo veo con una sonrisa,
—No lo sé, no dice de quien son, solo tienen una cita de John Keats uno de mis escritores favoritos.

Matthew toma el ramo de flores,
—Gardenias, ¿sabes lo que significan?

Lo veo algo confundida,
—Sinceramente no Matt, ¿Qué significan?

Matthew me sonríe de forma traviesa,
—Son para expresar un amor secreto.

Lo veo con mis ojos llenos de sorpresa,
—Wow, no tenía idea, pero si no son de Andrew, ¿De quién crees que sean?

—No lo sé Lizzy, pero eso significa que tienes un "admirador secreto."

Levanto mi ceja,
—No creo, a lo mejor son de Andrew, más tarde le llamaré para agradecerle.

—Está bien Lizzy.

El profesor comienza a dar la clase pero no puedo dejar de pensar en, ¿Quién me entregaría estas flores?, entre mas lo pienso menos creo que sean de parte de Andrew, en primera el no sabe donde me siento, tampoco le he hablado de mis escritores favoritos y si fueran de parte de él debería saberlo, la clase termino y no puse atención.
Tomo el ramo de flores en mi mano y salgo del aula junto a Matthew.

Darcy y Amelia
—Darcy, ¿Quién crees que le envió flores a Elizabeth?

—No lo sé Amelia, pero eran muy hermosas, responde molesta

—Si, ¿crees qué esté saliendo con el Conde Lindsor o con Steven?




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