Ni Que fuera Casualidad

Capitulo 15

𝐷𝑒 𝑉𝑒𝑟 𝑌 𝑁𝑜 𝐶𝑟𝑒𝑒𝑟

MAX

Ya van dos días, dos jodidos días en los que no viene al instituto. No responde mis mensajes ni llamadas, es que ni a Samantha le responde.

Desde ese maldito día, no he sabido nada de ella. Tengo los pelos de punta con tan solo haberla escuchado balbucear lo que nos contó sé que paso por algo demasiado fuerte.

Algo con lo que ella no va a poder lidiar, por suerte ese maldito no hizo nada. Bueno, nada que no fuera grave.

Solo...Solo le corto un mechón de cabello. Y eso ya lo había escuchado antes, ese maldito volvió para joderme la vida otra vez. Pensé que ya se había retirado, que se había rendido desde lo que le hizo a Nicki lo di hasta por muerto.

Voy a estar bien, tranquilo...

Estar bien y una mierda.

De no haber estando tirandome un buen polvo, hubiera llegado y nada de esto hubiese pasado.

Estoy esperando a que este viejo termine de hablar de lo que sea que esté hablando para ir a buscarla, no he podido estar concentrado en todo el puto día.

La imagen de Emma ese día me atormenta, un mechón de su cabello estaba más corto que los demás, estaba pálida sus manos no paraban de temblar, su respiración era un desastre y su labio no paraba de temblar haciendo que sus dientes castañearan.

Se notaba cuanto trababa de no llorar por hacerse la fuerte. Porque no la viéramos débil.

Pero lo que más me sorprendió de ese día fue en el momento en el que puso su mano sobre la mía, su calor hizo que me callara más no me tranquilizara. Esa acción era muy rara viniendo de ella.

No estoy acostumbrado a no agradarle a alguien, siempre la situación es que no me agradan a mí, le caigo bien a todo el instituto mi nombre siempre ha sonado y siempre sonara por los pasillos de este instituto.

¿Cómo no?

Si soy guapo y deportista. Soy el alma de la fiesta, el amigo que todos desean tener.

No soy problemático, bueno no tanto, pero no me meto con nadie aquí.

La cosa es que con Emma es diferente, desde la primera vez que cruzamos palabras no es que nos hayamos llevado de maravilla.

Lo admito, si me comporte algo grosero, pero estaba estresado estaba hasta la coronilla de todo. Después de hablar con Violet ese día mis pensamientos estaban sumidos en lo que me dijo.

Despertó.

No tienes opción.

Debes hacerlo.

Sera la última vez.

La muy perra sabia como podía convencerme y hacer que cediera, muy casualmente por andar pensando en ello recordé que mi clase quedaba al otro lado del instituto razón por la cual tuve que salir corriendo.

Y como digo, dio la casualidad que me estrelle con Emma. Me comporte como todo un idiota, pero no me iba, ni me voy a disculpar.

Es todo tan complicado con ella, es como una patada en el culo. No se puede mantener una conversación normal con ella sin que discutamos y eso me fastidia más esto de estar fingiendo ser novios.

Maldigo el momento en que Violet manipulo a ese chico para que me siguiera para asegurarse de que esté cumpliendo.

¡Malditas fotos!

Lo que fue aún más estúpido de mi parte fue darle dinero. No pensé que fuera tan grave, es solo dinero, se paga después de un favor ¿No?

Fue hasta después de que azoto la puerta que me di cuenta del error que había cometido. Espero que lo del café lo haya recompensado, para mí lo hizo por lo menos la hice reír y quitarle esa cara de amargada con la que siempre trae.

Lo que me dejó pensativo es como demonios con el picaflor ese no tuvo problema en darle un jodido beso, cuando el que me dio a mi fue el beso más forzado que he sentido, lo hiciera como si el no hacerlo le trajera una consecuencia. Lo que es aún más increíble es que cuando yo le doy un beso hacia sea el más pequeño me quiere partir las bolas. Lo detesta.

Como va a detestar y no estarme rogando por un beso mío. Existen chicas que pagarían por eso. Literalmente.

El viejo avisa que la clase da por terminada, agarro mis cosas y me voy directamente al casillero por mi maleta. No espero nadie voy a paso acelerado al campo ya que hoy tenemos entretenimiento.

Sin embargo, no voy exactamente a entrenar.

- ¡Beehler! - Lo llamo desde las gradas, este me escucha y se acerca trotando.

- ¿Por qué no estás listo? Ve a los vestidores ya, no tenemos todo el día.

-No voy a entrenar.

- ¿Entonces qué esperas? ¿Un beso en cada mejilla? ¡Largo de aquí! - Me echa apuntándome con el dedo la salida.

- Mira Beehler- Me tomo el puente de la nariz, pienso determinadamente que palabras voy a usar porque lo último que quiero es tener una discusión con el caballero- Sé que no nos llevamos muy bien porque soy el novio de tu hermana pero que más se hace ella me escogió a mí. Esa no es la cosa, la cosa es que quiero pasar a verla hoy.

O más bien la escogí yo a ella.

- ¿Y eso a mí qué? Pues ve, si lo que quieres es mi permiso, pues adelante.

-Mira Alex estoy tratando de llevar las cosas bien, así que deja esa actitud para otro momento- Trueno el cuello, y me cierro el puño sintiendo e escuchando crujir lo huesos de ambos en un intento por calmarme­- ¿Ella está bien?

-Algo así- Agacha su cabeza y luego la levanta rascándosela.

-Voy a sacarla a dar una vuelta hoy, solo aviso. No la ve hace días.

-Que no llegue más de las ocho, es mi única condición. Aunque no creo que este sola.

Asiento, le doy la espalda y voy camino hacia mi auto para luego ir camino a la gran casa Beehler.

Me bajo del auto y justo cuando estoy al frente de la puerta un pensamiento me pasa por la cabeza.

¿Qué mierdas estoy haciendo?

¿Qué carajos hago acá?

Se supone que esto debe de suceder cuando es necesario que nos vean juntos.



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En el texto hay: misterio, amorodio, romance

Editado: 15.09.2021

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