Catalina
No sé quién me pasa la botella, pero me empino un trago que hace gritar a todos los fanáticos que tengo esta noche. Sonrío de forma enorme porque todos gritan conmigo. Me siento como en una family zone donde todos son geniales, claro que hay excepciones, como las traidoras que quieren quitarme mi puesto de alma de la fiesta para dárselo a Diego, quien ahora mismo está acostado sobre tres mesas, boca arriba, mientras le hacen beber de una botella a coro.
A pesar de que nuestra guerra sigue, él me ganó en baile, pero acabo de demostrar que puedo beberme una botella de tequila yo sola en menos de cinco minutos, cosa que él no hace y, por lo tanto, termino ganando yo. Eso provoca que los gritos sean aún más divertidos que antes.
—¡Esta noche la disco arde con la presencia de los contrincantes más fieles en este momento! —el DJ lo da todo en el micrófono, ganándose una lluvia de gritos—. ¡Es hora de que nuestros participantes elijan un tema porque llegó la hora del… KARAOKE! —grita, y hasta yo me uno a los gritos de emoción mientras todos aplauden.
Diego termina su ronda de alcohol y levanta la cabeza. Sé que está tan ebrio como yo, y por eso sonríe abiertamente y me señala.
—Ganaré, preciosa —dice, y las mujeres se derriten con su sonrisa. Yo niego con la cabeza.
—Esta ronda es mía —aseguro mientras camino directo al DJ antes de que él pueda hacerlo. Le indico lo que quiero, y sonrío divertida porque ahora sí lo dejaré todo en la pista.
Mira lo que se avecina
A la vuelta de la esquina
Viene Diego rumbeando.
Con la luna en las pupilas
Y en su traje agua marina
Van restos de contrabando
Mi voz definitivamente no es bonita ni elegante, pero me muevo por el lugar con la soltura de una superestrella. Pienso, con toda la fe del alcohol en mis venas, que mi voz se asemeja a la poderosísima Adele en persona. Que nadie me baje de mi nube, por favor.
Y donde más no cabe un alma
Allí se mete a darse caña
Poseído por el ritmo ragatanga…
El público empieza a gritar conmigo y yo estoy convencida de que me aclaman (aunque probablemente solo se estén riendo). No me importa, porque lo estoy dando TODO en la tarima y el DJ sigue mi juego como si fuéramos un dúo épico.
Aserejé, ja, dejé
Dejebe tu dejebere seibiunouva
Majavi an de bugui an de buididipi
Aserejé, ja, dejé
Dejebe tu dejebere seibiunouva
Majavi an de bugui an de buididipi
Aserejé, ja, dejé
Dejebe tu dejebere seibiunouva
Majavi an de bugui an de buididipi
Todos hacen el baile de la canción siguiéndome en mi presentación, que debería ser seleccionada para el Super Bowl de lo genial que es. Escucho gritos, lanzo besos, invento pasos, y mientras tanto no dejo que Diego me gane en esto. Pero cuando miro su rostro borracho solo me encuentro con sus ojos tan claros que me hacen girar en otra dirección, huyendo como si fueran un mal hechizo.
La canción termina con la lluvia de gritos de mis fans, que me hace lanzar el micrófono al público. Casi me quito el vestido y lo tiro también, pero como no llego a tanto, me quito los tacones y los lanzo. Veo a dos hombres y una mujer pelear por ellos como si fueran reliquias sagradas.
—¡Gracias, público, gracias! —lanzo besos, y el DJ me baja del escenario como la diva que nunca pidió ser, pero que claramente nací para ser.
Miro a Diego con aires de suficiencia porque ni en mil vidas él va a superar el increíble espectáculo que acabo de montar en tarima. Por eso sonrío arrogante mientras él me mira.
—¡Verás lo que es convertirse en el rey del pop en este momento! —aclama, y los gritos de las féminas me hacen poner los ojos en blanco. Camina con la seguridad de todo ebrio (arrastrándose casi), pero logra subir a la tarima y tomar el micrófono, lanzando un grito como si fuese el mismísimo Michael Jackson. Le dice algo al DJ, quien le sonríe aprobando, y yo, sorprendida, veo cómo empieza a menearse con soltura por el lugar.
She was more like a beauty queen from a movie scene
I said, "Don't mind, but what do you mean, I am the one
Who will dance on the floor in the round?"
She said I am the one
Who will dance on the floor in the round
She told me her name was Billie Jean as she caused a scene
Then every head turned with eyes that dreamed of bein' the one
Who will dance on the floor in the roun
Mi boca está tan abierta que cualquier insecto podría entrar sin que yo me dé cuenta, porque el maldito de Diego —el mismo hombre tieso en la oficina, arrogante y nada carismático, el que parece tener siempre un palo metido en lo último del culo— está en este momento soltando todos los pasos prohibidos.
Y entiendo por qué se cree el mismísimo Michael Jackson: baila excelente, no, fenomenal. Las mujeres comienzan a lanzarle sujetadores con esos pasos que deberían ir directo a un concurso.
People always told me, "Be careful of what you do
Don't go around breakin' young girls' hearts" (hee-hee)
And mother always told me, "Be careful of who you love
And be careful of what you do (oh-oh)
'Cause the lie becomes the truth" (oh-oh), hey-ey
Lo peor de todo es que tampoco canta mal, como si hubiera practicado esta presentación toda su vida y ahora la estuviera soltando sin el más mínimo sentido. Lo odio. Lo odio aún más cuando me guiña un maldito ojo de forma coqueta.
¡GO DIEGO GO ME GUIÑA UN OJO!
Jadeo, sin salir del asombro, porque este no parece el hombre con el que trabajo en la oficina. No, definitivamente no. Este alcohol tiene algo, quizás drogas que cambian la personalidad, porque ese hombre que mueve las caderas en la pista no es el mismo que me corrige informes con cara de funeral.
Billie Jean is not my lover
She's just a girl who claims that I am the one (oh, baby)
But the kid is not my son (hoo)
She says I am the one (oh, baby)
But the kid is not my son (hee-hee-hee, no-no, hee-hee-hee, hoo)