Nibiru 3 - La Cosecha

Epílogo

— ¡Maíz ..., Puré ... , Bebé ..., Maravilloso! ¿Dónde están todos? El almuerzo está listo— gritó Gulf desde la cocina.

Y en seguida, el revuelo que se armó en la granja fue fenomenal.

La vieja escalera vibró ante los pesados pasos de un niño reptiliano, quien acababa de cumplir tres años y medía ya casi el doble que un ser humano adulto promedio. Bebé, bajaba cada escalón sin la menor dificultad pese a que llevaba colgados a dos de sus hermanos, uno en cada pierna musculosa y escamosa.

Los gemelos Maíz y Puré ... quienes ante un primer vistazo parecían humanos normales pero que ante una mirada más exhaustiva dejaban ver sus rasgos pleyadianos : ojos platinados, dedos fluorescentes y cabellos tan dorados como el maíz bajo el sol matinal adoraban jugar así con Bebé...

La puerta del frente se abrió de repente y embarrando todo el suelo con sus botas desgastadas, entraron Mew seguido por el niño pleyadiano del Consejo que últimamente pasaba más tiempo allí que en sus misiones espaciales. Detrás de él venía el pequeño gris con su infaltable vestido rosa chillón y detrás de ellos, el comandante reptiliano cerraba la marcha, luciendo un cómico sombrero de paja sobre su cabeza cubierta de escamas de reptil. Junto a él, con un rostro tanto o más joven que el mismo Gulf y unos ojos llenos de vida que se iluminaban como dos luceros cada vez que su reptiliano favorito se acercaba a besarlo, entraba también...

—¡¡¡ Abuelitoooooooo!!!

Un niño de no más de un metro de estatura, con la piel totalmente gris, ojos grandes, alargado y negros, sin orejas ni nariz, y luciendo unas desgastadas botas de lluvia rojas, entraba dando saltos por la puerta lateral.

—¡ Hola, Maravilloso!— exclamó el abuelo, quien ahora lucía más como un quinceañero que como un abuelo y tomó al pequeño gris entre sus brazos.

— ¡Adivina qué ... abuelitoooooo! ¡Adivina qué ... tíoooooo! — dijo el pequeño gris mirando también al Comandante reptiliano— ¡ Pude volar ... yo solito ... sin ayuda ... con el saltador de papá Mew!

La emoción del niño gris en su voz conmovió a todos. Y Gulf y Mew lo miraron como si su primogénito hubiera ganado alguna batalla cósmica, o hubiera creado un enorme planeta ... o incluso un sistema solar completo.

— ¿Cuántos años luz logré volar, papá Gulf?

— Dos metros por sobre el campo de maíz ... pero fueron dos metros completos ...

Y mentras todos aplaudían y se sentaban a la humilde mesa de la granja Eden Valley, Gulf miraba a Mew embelesado y seguía sin encontrar las palabras en lenguaje humano para expresar lo feliz y agradecido que se sentía junto a él y junto a aquella familia suya tan especial. Los frutos de esa cosecha no podían haber sido mejor.

El planeta Tierra, tal como lo había conocido hasta ese momento, empezaba a cambiar...y esta vez cambiaría...para siempre...


 



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En el texto hay: alienigenas, boyslove yaoi mpreg, mewgulffanfic

Editado: 07.10.2023

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