Niebla y Bruma-Tomo 1

15-La Historia de Bruma p.1-Dos Amigos

En el principio el mundo estaba lleno de magia que brotaba desde las entrañas de la tierra dando vida a incontables criaturas, y aquellas con dones similares se juntaron para establecer clanes.

 

Estaban los Esquejes, los más antiguos, semi plantas que captaban la magia directo de su fuente, y estaban los Djinn, los más poderosos, criaturas capaces de alterar la realidad misma; un día el rey de los Djinn, el Oscuro Spell Nox, decidió que quería toda la magia para sí mismo y el mundo cambio.

 

Fue detenido por el clan de los Esquejes y sellado por siempre, a toda su estirpe se le maldijo limitando sus poderes al caprichos de los demás, pero las consecuencias de sus actos se sentirían de allí en adelante, toda la magia existente se hallaba ahora condensada en un hondo valle donde los Esquejes fundaron su reino y dieron acogida a los clanes que les apoyaron en la lucha contra Spell.

 

El resto del planeta era gris y árido, las personas fuera del centro debieron apañárselas para sobrevivir y tomaron la senda de la ciencia y la tecnología, llegando a convertirse en una civilización increíblemente avanzada en cosa de unos siglos y luego, como era inevitable, al acercarse a su tope de crecimiento giraron la mirada al valle y sintieron odio, envidia por su riqueza y exuberancia, desprecio por su reticencia al cambio, miedo por el desconocido alcance de sus poderes, y sin una provocación de por medio declararon la guerra.

 

Fue un periodo cruento bajo el mandato de Tadashi Koukamy, el rey de los Esquejes quien, como era tradición, era el más joven de su generación.

 

-Su alteza-le informaron-ya está aquí.

 

Tadashi se dirigió al balcón donde le aguardaba un hombre de su edad, unos treinta años, verlo le daba una alegría y un pesar tremendo al mismo tiempo.

 

-Gedeón…-dio un paso tranquilo y luego corrió a abrazarlo-¡Ah, mi amigo!

-¡Eo!, oye, ¿esa bien que el rey del valle abrace así a alguien?

-Eres mi mejor amigo, claro que está bien-pero le soltó y se puso a su lado-¿Cómo están las cosas en Voltville?

-Ya sabes, con esto de los cañones de rayos nos estamos forrando, cuando vuelvas a visitarnos no me vas a encontrar.

-¿Vas a mudarte?

-A dos metros pero no te digo en qué dirección para ver cómo te pierdes.

 

Tadashi se rio, había conocido a Gedeón en su adolescencia y desde entonces eran los mejores amigos, este pertenecía al Clan Voltvet, quienes tenían la asombrosa capacidad de controlar el poder del rayo y generar corrientes eléctricas, su amigo era un hombre brillante a sus ojos, algo impulsivo a veces y con un acido sentido del humor, habían corrido algunas aventuras antes de que debiera tomar la corona y se sentía capaz de confiarle su vida…tristemente estaba por confiarle algo aun más importante.

 

-¿Cómo esta Amelia?, ¿ya han decidido cuando casarse?

-De ser por ella hace dos años, prefiero esperar a que las cosas se calmen un poco.

-¿Y cómo sabes que se calmaran?-desde allí tenían una buena vista de la línea montañosa que delimitaba el valle, en días claros hasta podían verse las monumentales torres de Tech al otro lado-cada día nos atacaban con más frecuencia pero desde hace un mes que cesaron, los adivinos creen que se preparan para una ofensiva total.

-Los adivinos tienen telarañas en los ojos, puede que solo decidieran dejarnos en paz.

-¿Después de seis años de guerra en la que jamás intentaron hacer un acercamiento pacifico?

-No sabemos casi nada de esa gente.

-Los adivinos hablan de aves de hierro que arrojaran huevos de dragón sobre nosotros.

-Ojala supiéramos como llaman ellos a sus cosas, a veces siento que nos oímos como unos estúpidos al describirlas.

-Gedeón, intento hablarte en serio.

-Y a la vez buscas evadirte-allí le pesco-a ver, Tadashi, ¿tan mal está la cosa?, ¿Por qué me hiciste traer con una escolta armada?

-Observa, allí está de nuevo.

 

Tech, la ciudad de acero le llamaban, sabían el nombre por los prisioneros que habían hecho en aquellos años de conflicto y más o menos sabían porque eran atacados pero poco más, a estas alturas aun creían que las gigantescas torres que podían verse por sobre las montañas eran un castillo hecho de cristal, en aquellos momentos una extraña figura como un ave negra que no batía las alas estaba dando vueltas alrededor de la torre más alta.



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En el texto hay: arte, entes, pintura

Editado: 30.07.2018

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