-Y esa sería la primera parte-concluyo Bruma-hay más pero llevo hablando un buen rato y quisiera…quisiera saber que el parece.
-Me fascina-dijo Heichin, acelerándole el corazón-es un inicio violento y doloroso, lleno de información a medias, si fuera un libro seguiría leyendo para obtener respuestas.
-¿En serio le gusta?
-Propones un mundo interesante y los personajes llaman la atención, imagino que necesita pulirse, mejorarse, pero has hecho un gran trabajo hasta ahora.
-Claro, tengo un Ente-dijo, tomando a Niebla de su hombro-no podría lograrlo sin ella.
-El ente direcciona el talento, aporta una ventaja, pero la creatividad y la inspiración esta en nosotros-se reclino en el sillón-siempre he admirado a los escritores, como parecen crear elementos de la nada.
-Pero usted…-miro alrededor.
-Nunca he pintado algo de lo que no tuviera referencia previa.
-Bueno, nada le impide intentarlo.
-Je, tal vez un día, ¿sabes?, quisiera seguir oyendo más de tu historia pero ya es bastante tarde.
-Es cierto-miro su reloj-no practicamos nada.
-Eso cuenta, después de todo tus poderes se relacionan a tu talento, asique espero oír mas de esa historia en la siguiente sesión.
-¡Claro!, traeré mis notas.
En cuanto salió dio un brinco de alegría y se puso a dar vueltas con Niebla en brazos.
-¡Le gusto!, ¡Le gusto mi historia!
-Tendría que tener muy mal gusto para que no le gustara.
-¡Es maravilloso!
-¿Quieres dejar de dar vueltas?, me estoy mareando.
-Lo siento-le abrazo fuerte-es que estoy muy feliz, creo que al fin nos estamos conectando.
Se dirigía a la sala común cuando fue interceptado por Hana, Nina estaba con ella, se le había apegado mucho en los últimos días y le daba lecciones de flauta.
-¡Hola!, te estaba buscando.
-¿Sucede algo?
-Quiero mostrarte una cosa, ven.
Le llevo hasta la entrada principal, Ulrich se preparaba para salir y les indico subir al auto, al parecer iban a dar un paseo.
-Niebla, prueba esto-le dio un hisopo húmedo.
-¡Es dulce!-exclamo sorprendida.
-Lo hice con ayuda de mi tío, de lo daremos a algunas crías a ver si desarrollan gusto al sabor, entonces podre tener un Ente.
-¿Ya decidiste que talento quieres?-le pregunto Bruma.
-Probare con un musical de viento, como Nina.
-¿Probaras?-dijo Niebla, enarcando la mirada.
-¿A dónde vamos?
-¿Recuerdas cuando llegaste te dije que liberábamos a las crías de ente?
-¿Vamos a liberar una camada?
-Liberamos a la mayoría-revelo-pero vendemos unos cuantos.
-¡¿Qué?!-Niebla le hizo eco-¿Cómo que los venden?
Le explico como había pasado: al principio solo fueron Heichin y su tío Simón estudiando la naturaleza de los entes, Heichin los recolectaba y Simón los estudiaba a fondo, desarrollaron el suero salino para alimentarlos y un sistema sostenible para criarles y reproducirles, poco después su tío descubrió el perfil químico que permitía identificar a un optimista de un miserable, un hallazgo inesperado y afortunado que vino justo cuando más lo necesitaban, Heichin acababa de adoptar a las gemelas y sus pinturas no daban el suficiente dinero para mantener su estilo de vida, criar a dos niñas, continuar con las investigaciones y dar los recursos que necesitarían para avanzar en su lucha contra Ink.
En esos años Simón había tenido que hacer ciertas conexiones con el mundillo del mercado negro para conseguir equipos especiales a precios económicos y fue Heichin quien tuvo la idea de usar todo lo que ya tenían para comenzar un negocio, así como quien no quiere la cosa se filtro el rumor de que habían desarrollado una medicina milagrosa capaz de dar talento a ciertas personas, únicamente debía enviar una muestra de sudor y qué tipo de talento buscaba, si era compatible la cura se le entregaría al precio de cien dólares, en persona, sin intermediarios y asegurando resultados casi inmediatos; paso mucho tiempo antes de que algún desesperado o mero curioso les llamara.