Flashback
Cuando eran muy pequeñas a Jenny le daba miedo la oscuridad, en consecuencia cuando despertaba a media noche con alguna urgencia despertaba a su gemela para que le acompañase.
-Apúrate-le dijo Joyce, desde la puerta del baño-tengo sueño.
-¡Ya voy!-escucharon un ruido extraño-¡Ah!, ¿Qué fue eso?
-¿Mamá?-Joyce fue a ver-¿Papá?
-¡Espérame!, ¡No me dejes aquí sola!
Le tomo tres minutos terminar, bajar la palanquita, acomodarse la pijama y salir al pasillo oscuro, en esos tres minutos Joyce perfectamente llegaba al cuarto de sus padres y volvía, por eso se inquieto al no verla y por eso se le helo la sangre al oírla gritar.
-¡Joyce!-dio dos pasos antes de que sus ojos se adataran a la penumbra y pudiera verla en la puerta, un hombre le retenía y cubría su boca-¿Papá?
No era su padre, era un desconocido usando un pasamontañas, le indico con gestos que se callara y se acercara y ella obedeció temiendo que le hiciera daño a su hermana, al estar más cerca le pareció que venía luz del cuarto de sus padres pero no pudo ver mucho mas antes de que el extraño se adelantara para atraparla, con ambas en brazos salió rápidamente por la puerta principal, que estaba abierta, y les deposito en el patio, las gemelas se fundieron en un abrazo en cuanto se vieron libres; Joyce lloraba a lagrima viva pero Jenny encaro al extraño, siempre había sido la más fuerte, vio que también tenía guantes y ahora estaba abriendo una mochila, saco un cobertor y lo puso sobre ambas, estaba… ¿cubriéndolas del frio?, se levanto y retrocedió, fue cuando Jenny vio que la casa se incendiaba.
-¡Mamá, papá!-no podía moverse, Joyce le retenía como un ancla-¡Sácalos también!, ¡Por favor!, ¡sácalos!
En su confusión determino que el desconocido acababa de salvarles asique también tenia que salvar a sus padres, este le miro por unos instantes, tenía unos ojos tan oscuros que parecían dos pozos de profundos, retrocedió y volvió a entrar a la casa pero no salió nunca y un buen rato después llegaron los bomberos a apagar el fuego.
Durante los siguientes dos meses se convenció de que el extraño había rescatado a sus padres, aunque todo el mundo le decía lo contrario, aunque todos le decían que el incendio se había dado por un cortocircuito en el televisor del cuarto principal, imaginaba que el hombre los abría sacado por atrás ya que el fuego se esparció muy rápido, se decía que quizás estaban heridos y en un hospital pero irían por ellas en cuanto se recuperasen, se aferro a esa esperanza hasta que Heichin Lavroche les adopto y Joyce recupero el habla solo para echarle los hechos en cara.
-Este será su nuevo hogar-les dijo, mostrándoles la casa-pueden tener cada una su propia habitación, veré que nada les haga falta.
Joyce se había aferrado a él desde el comienzo pero Jenny se mantuvo reacia varias semanas, aunque comenzaba a aceptar la realidad el haberlo retrasado tanto le estaba haciendo muy difícil recuperarse, en las noches tenia pesadillas, se puso malcriada, gritaba y tiraba cosas, consiguió que le vetaran del estudio al arruinar deliberadamente algunas pinturas pero eso fue lo más lejos que Heichin llego con ella en materia de disciplina directa, jamás le levantaba la voz, mucho menos la mano, aguardo pacientemente hasta que ella misma comenzó a cansarse de su conducta infructuosa y destructiva antes de ir a buscarla para darle un regalo: unas zapatillas de ballet.
-Se de buena fuente que te gusta bailar, creo que es tiempo de que lo hagas en serio.
-¿Para qué?
-Si amas algo debes esmerarte en hacerlo bien, quisiera verte convertida en una hermosa bailarina.
-Claro…
-Jenny, yo entiendo que extrañas a tus padres, pero estoy seguro de que ellos también hubieran querido que siguieras adelante, no puedes seguir aferrándote al pasado.
-Se fueron…nos dejaron y no volvieron…-sollozo-¿Cómo se que usted no se va a ir?
-Hmm…podríamos hacer un trato.
-¿Un trato?
-Si tomas clases de danza participaras en eventos, te prometo, no, te juro, que asistiré a todos y cada uno de ellos, me veras siempre en primera fila, así podrás estar segura de que jamás te abandonare.