Nighffall

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—Desde muy temprana edad  me pude percatar que poseía una vista inusual capaz de captar repeticiones, volúmenes, armonía de colores y diferentes perspectivas fácilmente."Tienes un perfecto sentido espacial, deberías estudiar para arquitecta." Esta frase fue la que más escuché durante mi ultimo año de preparatoria, antes de meter opción de licenciatura; pero hice caso omiso a estos comentarios y opté por seguir mis sueños de artista dedicándome especialmente a la fotografía. A pesar de que más de una vez parecía que el universo me decía que eligiera algo más útil a la sociedad y no a mí misma siempre recibí el apoyo de mi familia, a quien debo el estar aquí en este preciso momento — algunas lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos nublandome un poco la vista— No tengo otra cosa que decir más que estoy eternamente agradecida y extremadamente feliz de que mis compañeros me eligieran para  estar aquí inaugurando la exposición que tanto nos hemos esforzado en realizar ¡Sean bienvenidos y gracias por su atención!

Terminé el discurso de apertura y la directora cortó el pequeño listón rojo que cruzaba la puerta de la sala de exposiciones asignada a nuestro grupo del taller fotográfico. El listón satinado cayó al suelo y todos comenzaron a entrar, yo esperé afuera pues quería ver primero a mis padres para ingresar junto a ellos.

Ambos me abrazaron y llenaron de besos , me sentía feliz por hacerlos enorgullecerse de mí. en algún momento de mi vida temí que ese orgullo jamás podría ser posible, pues papá era medico y creía que confesar mi pasión por el arte sería un problema, pero lo aceptó con total tranquilidad, inclusive fue él quien me compró mi cámara, mi objeto más preciado sobre la Tierra.

Los tres entramos a la galería y los conduje hasta la pared trasera, la más grande, que había sido destinada a mis fotografías.  Un par de ellas las había tomado en el estudio de la escuela, pero en su mayoría eran del mundo exterior:  muchos árboles de jacarandas al rededor de toda la ciudad, un hermoso atardecer en el Monumento a la Revolución, los pájaros del aviario del parque Bicentenario y por supuesto mis favoritas tomadas en el centro histórico,  desde el Palacio de Bellas artes,la Alameda Central, la hermosa casa de los Azuejos, el Palacio de Correo Postal, la Catedral , el Templo Mayor y mi lugar predilecto en toda la ciudad El Museo Nacional de Arte.

Estaba de pie admirando mi trabajo,cuando fui embestida por alguien. Giré asustada y vi que se trataba de Natalia, quien venia acompañada de algunas de nuestras amigas.

—Vivi, ese fue el mejor discurso de la historia— me animó Natalia sin dejar de abrazarme.

—Sí, yo casi lloro— Paulina, otra de mis amigas más cercanas, concordó.

—Fue fantástico— dijo el profesor, quien apareció de la nada, aplaudiendo.Todos me alagaban y felicitaban. En ese momento no podía desear nada más.

—Oye Vivi, hay que hacer una fiesta para celebrar— propuso Natalia mirando a mis padres, quienes sonrientes asintieron dando su aprobación — Entonces está decidido ¡Mañana fiesta en casa de Virginia!

Todo el mundo parecía entusiasmado, sin embargo como la tarde iba avanzando mi felicidad se fue apagando por un dolor estomacal que se incrementaba lentamente.No recordaba haber comido nada pesado ni mucho menos caducado. En realidad se sentía muy distinto, se sentía como un presentimiento... y uno muy malo. No era extraño que tuviese esa clase presentimientos, en realidad siempre fui muy perceptiva; era muy frecuente escucharme decir un "yo soñé con esto" al vivir experiencias que estaba segura haber visto entre sueños. Mamá me había contado alguna vez que su lado de la familia ,desde hace muchas generaciones, había tenido ese "poder" de premonición.

A las 7:30 se tenía que cerrar la sala de exposiciones y todos salimos. Mis amigas y yo caminábamos hacia la salida cuando mi estomago rugió audiblemente haciendo que me doblara del dolor.

—¿Vivi, estás bien?— me preguntó Natalia al ofrecerme su mano para apoyarme.

—La verdad no, me duele mucho el estomago, quiero ir  a casa.

—Claro nena, tu mamá está en el estacionamiento— se apresuró a decir Megan, quien ya me ayudaba también a poder mantenerme en pie.

Entré al auto con ayuda, una vez sentada  en el asiento trasero me despedí de las chicas desde la ventana y mamá arrancó el auto. Llegamos a casa y logré bajar. Al abrir la puerta de principal Tysson me recibió con saltos, ladridos y moviendo su peludo rabo.

—Hola mi niño, no me siento bien ¿Jugamos mañana?— le dije triste a mi hiperactivo cachorro. Me partía el corazón no tener las energías suficientes para pasar el rato con mi perro. Subí a mi habitación , con ayuda de mi madre, y me recosté.

—Ahorita que llegue tu padre a ver que te receta— me dijo Esmeralda, la criada de la casa —mientras tanto toma este té de manzanilla, te hará sentir mejor.

—Muchas gracias doña Esme— agradecí al recibir la taza de té humeante. Esme se fue y me dejó sola en mi habitación. 

Estaba sentada en mi cama, ya arropada, y comencé a tomar el té a pequeños sorbos, pero el dolor permanecía. De pronto me sentí un poco mareada y con la mano libre me agarré la cabeza, pero me percaté que no era cosa mía pues sentí que mi cama comenzaba a menearse.  Era un movimiento ligero,  pero me asusté mucho y me levanté lo más rápido que pude. Dejé la taza casi vacía sobre mi mesa de noche y me dispuse a bajar para buscar a mamá. Di unos cuantos pasos hacia mi puerta cuando el movimiento incrementó. Sentí bajo mis pies un golpe enorme y caí de rodillas. 

—Esto era lo que presentía ¿No? — dije en voz alta al intentar ponerme de pie, pero fue inútil. El movimiento era demasiado fuerte , superaba por mucho el terremoto que había sentido hace tres años, en el posteriormente llamado 19s —¡Mamá! ¡Papá! ¡Tysson! — grité llorando, estaba muy asustada y sin poder moverme.

Las  cosas caían por doquiera, no las veía pero si escuchaba como se rompían... ¿Escuchar? Hasta ese momento me di cuenta que la alerta sísmica no sonaba, tampoco las alarma de los autos en la calle, ni los perros ladrando sin descanso. ¿Qué estaba pasando? Un profundo y horrible terror se apoderó de mí y de pronto caí inconsciente...
 



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En el texto hay: postapocalipsis, matrix

Editado: 09.09.2021

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