Night Walker

3º noche

- Se acabaron las clases!! – exclamo Yokho, la amiga de Liho – estamos de vacaciones de verano. Sol, chicos, playa...

- No me ha quedado ninguna – dijo otra sonriendo - ¿qué tal tu Liho?

- A ella tampoco – respondió Yokho – siempre saca buenas notas. ¿Vendrás mañana con nosotras a la playa?

- Me encantaría – respondió Liho – pero tengo muchas cosas que hacer.

- Liho, ¿tienes novio? – pregunto Yokho seriamente.

- Cla.... claro que no – respondió ella sonrojada.

- Es que como te vas corriendo del instituto y tampoco vienes nunca con nosotras, pensamos....

- Pero no ten.... – Liho vio a Shido cruzar la calle – SHIDO, disculparme chicas, tengo que irme.

- ¿Quién es ese chico? – pregunto Yokho – es muy guapo.

Liho corrió hacia donde estaba Shido. Este, se volvió a verla y la abrazó. La abrazo tan fuerte que Liho pensaba que le faltaba el aire. Shido dio gracias por encontrarla a salvo. ¿Qué podía haber pasado para que Shido actuara así?

- Siento mucho lo que te dije en la oficina – respondió Shido mirándola – nada de lo que le dije a Caín era cierto, solo quería que nos dejara en paz.

- Shido – susurro Liho sentándose en un banco del parque – no entiendo nada de los que dices.

- ¿No acabas de estar en la oficina? – pregunto Shido.

- Claro que no – respondió Liho mirándolo extrañada – hoy se acababan las clases, acabo de salir. Pero, esta mañana antes de entrar, me encontré con un hombre rubio que parecía conocerte.

- Caín – dijo Shido poniéndose serio.

- ¿Ese es su nombre? – Liho lo miro – me dijo que yo te retenía y que impedía que te unieras a el.

- ¿Qué dices? – Shido se levanto, volvamos a la oficina, Yayoi esta preocupada.

- ¿Qué esta pasando? – pregunto Liho cogiendo su maleta – tiene que ser grave para que vengas a buscarme.

- Liho, no puedo permitir que te quedes a mi lado, es peligroso.

- ¿Qué quieres decir? – pregunto Liho parándose.

- Liho...

- ¿Yayoi también esta en peligro? – Liho se callo de repente – se que los dos tenéis un secreto. Yo no pido que me lo contéis. Solo quiero estar con vosotros, sois como mi familia. ¿por qué me pides esto?

- No puedo protegerte – respondió Shido – compréndelo.

- ¿Tanto amas a Yayoi como para abandonarme? – grito Liho y salió corriendo.

- Solo lo hago para protegerte, espero que lo puedas comprender. Lo hago por tu bien. Cuando todo esto acabe volveré a buscarte.

Liho camino por la calle. ¿Por qué había actuado así?, ¿por qué estaba llorando?, ¿por qué había pensado que el y Yayoi...?

Shido no la había abandonado, simplemente no quería que a ella le pasara nada, pero Liho sentía que el que estaba en un verdadero peligro era el. Shido se debatía entre dos posibilidades. No tenia costumbre de exteriorizar sus sentimientos y solía ser muy frió. Sin embargo, con sus silencios y gestos, Liho podía saber que le pasaba algo. Solo lo conocía de hacia 3 días. A quien le dijera que lo conocía, no se lo creería.

Liho abrió la puerta de su pequeño apartamento. Hacia 3 días que no iba y todo estaba tal y como lo había dejado. En la nevera aun tenia comida, pero en estos momentos no tenía hambre. En el sofá había una camiseta que, en un momento de prisa que no podía recordar, se olvido de recoger. En el contestador tenia mensajes. Dejo la maleta sobre la mesa y rebobino la cinta. Escucho los mensajes, pero sin prestarles la mayor atención. Algo se le estaba escapando, había algo que no comprendía. Shido y Yayoi le ocultaban algo. Liho no iba a preguntar, no quería obligar a Shido a decir lo que no quería. Sabia que si le pedía que se lo contara, abriría heridas y, que estas no estaban cicatrizadas, pero tampoco seguían abiertas.

Caín, ¿quién era el en verdad?, ¿era el amigo de Shido?. Liho lo dudaba, cuando le hablo a Shido de el, este cambio la expresión de su cara de la preocupación al odio. Se apoyo en la ventana. Tenía vistas a la autopista principal de la ciudad y al mar. Desde la altura a la que estaba Liho, podía ver pasar debajo de ella las luces de los coches.

- ¿Te has peleado con el? – una voz la asusto. Al darse la vuelta vio al hombre de esta mañana.

- ¿Eres Caín? – pregunto Liho intentando parecer valiente - ¿cómo has entrado?

- Shido te ha dicho mi nombre – Caín sonrió y se sentó en el sofá – pero no te ha dicho lo que es. Hoy la noche es calurosa, tendré buena pesca.

- ¿Qué es lo que quieres? – pregunto Liho pegándose a la pared e intentando llegar a la puerta.

- Es inútil que intentes huir – Caín sonrió – antes de que abras esa puerta, estarás muerta. – Liho se quedo inmóvil pegada en la pared, asustada - ¿no te gustaría estar con tus padres?. Vives sola, ¿verdad?. Puedo conseguir que volváis a estar juntos.



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En el texto hay: vampiros, romance, magia

Editado: 07.04.2019

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