11º noche

Esa noche Shido estaba tardando mas de la cuenta. Liho miro el reloj, quizás se hubiera enfadado por todo lo que le dijo antes. Le había culpado de algo que no tenia solución y de lo que el, no tenia culpa alguna. Apago la televisión y fue hacia la cocina. cogió un vaso de agua y se lo bebió. Al volver para el salón vio la muñeca. seguía estando como el día que Shido se la regalo. Le tenia mucho cariño, era su objeto mas preciado. Se sentó y la miro fijamente, todo lo que había ocurrido, ¿había pasado por casualidad o estaba predestinado?. Liho se rió de si mismo, como iba a esperar que la muñeca le contestara. El la salvo de los Bleed e incluso del mismo Cain, pudiera ser que el.... En que estaba pensado. Shido le tenia mucho cariño, el mismo que se le tiene a una hermana pequeña. Lo mejor que podía hacer era quitarse esas ideas de la cabeza. además, a Shido le gustaba Yayoi y a Yayoi le gustaba Shido, ella no iba a ponerse en medio.

Se tumbo en el sofá y cogió una revista. La ojeo sin prestarle demasiada atención. Escucho pasos fuera, alguien andaba por el pasillo. debía ser el vecino, todas las noches llegaba tarde y acompañado por alguna bella mujer. Liho volvió a tumbarse, pero algo la tenia inquieta. Se sentía observada, aprisionada, como si no tuviera escapatoria. ¿Qué significaba todo eso?. Últimamente dormía muy mal, tenia pesadillas horribles con Bleed y monstruos, pero no se lo dijo a Shido para no preocuparlo. volvió a oír pasos, esta vez eran rápidos. Iban de un lado a otro del pasillo, ¿de quien podían ser?. Quizás Shido había vuelto y no se atrevía a entrar. Liho dejo la revista en la mesa y abrió la puerta. En el pasillo no había nadie, que extraño era todo eso. Al darse la vuelta, la habitación había desaparecido y en su lugar, solo había oscuridad. Liho corrió, pero no llegaba a ningún sitio. Cayo exhausta en el suelo y alguien la cogió, tapándole la boca.

- Vamos a comprobar, lo importante que eres para Shido – era la voz de Cain.

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Ya le pareció extraño que aquella vez en los puentes la salvara. Cain iba detrás de Liho, por algún motivo que Shido no llegaba a descubrir. No iba a permitir que la tocara. ¿Qué buscaba de ella?, ¿un nuevo compañero, visto que el se negaba a volver a su lado?. Shido entro en una cabina y llamo al móvil de Yayoi. No contestaba, ¿dónde podía estar?.

corrió lo mas rápido que pudo hasta su oficina, deseando que Liho no hubiera vuelto. Abrió la puerta y todo estaba tranquilo. Parecía que no había entrado nadie desde que el se fue, sin embargo, notaba que algo iba mal. Al sentarse en el escritorio miro hacia la estantería, donde Liho ponía la muñeca. No estaba allí. ¿Se habría ido y llevado con ella?. Al ponerse de pie, noto algo debajo suya. Lo recogió con la mano y se quedo sorprendido. Era la muñeca que le había regalado a ella. Se había roto en mil pedazos. ¿Y si Cain ya...? No, eso no podía ser. No había señales de lucha y la cerradura no había sido forzada. Entonces, ¿qué había pasado?. Cain pudo haberla engañado. Maldita sea, ese vampiro tenia cada vez mas poder y además, era mas antiguo que Shido. Iba a ser difícil pararlo.

- ¿Yayoi? – Shido volvió a marcar el numero de su móvil.

- ¡Shido! – exclamo esta - ¿qué ocurre?

- ¿Esta Liho contigo? – pregunto Shido esperando la respuesta afirmativa.

- No – respondió Yayoi – cuando fui a recoger el móvil, ella estaba allí. ¿Ha ocurrido algo?

- Cain..... – Shido colgó el teléfono y salió corriendo.

- ¿Shido?. Hey, Shido – Yayoi colgó y suspiro - ¿qué puede haber pasado?

Cuando ella dejo la oficina, Liho estaba perfectamente. Quizás hubiera salido a buscarlo y aun no había vuelto. Pero, esa llamada de Shido, le resultaba extraña. Quizás estuviera pasando algo importante. Se sentía que estaban en un enorme tablero de juego, donde Shido y Liho eran las fichas principales. Ella estaba sentada, observando la partida, sin poder hacer nada por ayudarlos. Arranco el coche y se dirigió al parque. Ni si quiera sabia por donde empezar a buscarla. Liho no se aventuraba a estas horas de la noche sola. Ella no era cobarde, pero si tantas ganas tenia de hablar con Shido, pudo haber ido a buscarlo. ¿Por qué no se quedo en la oficina?. Shido tendría que volver al amanecer y podrían haberlo hablado, ahora iba a ser difícil encontrarla.

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Shido caminaba por un pequeño barrio residencial. Por culpa de Cain había sido infeliz. Primero acabo con su felicidad, luego con la de su hermana y sobrina pequeña y ahora intentaba separarlo de Liho. Tenia que darse prisa o seria muy tarde. Cain quería ser su amigo pero, ¿hacer esas cosas era su significado de la amistad?. ¿Qué era un amigo?. Shido no había tenido ninguno. No recordaba haber pasado ningún rato riendo con Cain, ni ningún rato alegre con el. Solo recordaba los fuertes castigos a los que este le sometía, cuando fallaba en su aprendizaje de vampiro. ¿Eso era la amistad para el? ¿Hacer sufrir a las personas?. Quizás lo que Cain buscaba fuera un amigo, en el que confiar y que lo comprendiera.