Night Walker

12º noche

Shido se acerco hasta Liho. Tenía los ojos cerrados, sin embargo, aun notaba su débil respiración que era inexistente para el oído mortal. Intento despertarla varias veces, pero todo era inútil. La herida que Cain le había provocado era lo suficientemente grande y profunda para haberla matado en el acto. De algún modo había conseguido aguantar, ahora solo tenia que esperar a la ambulancia y se pondría bien. Eso era lo que Shido quería creer, pero sabia que estaba equivocado. Intento despertarla varias veces, pero le fue imposible. Había perdido tanta sangre que no podía ni abrir los ojos. ¿Cómo había sido Cain capaz de esto?, se preguntaba. Cain tenia algún tipo de interés por ella, de lo contrario no la habría salvado aquella vez en los muelles..... ¿por qué tenia que acabar esto así?

Shido tapo la herida del pecho con un paluelo. Nada de lo que intentaba detenía la hemorragia, pero se le acababan las ideas.

- Shi........ do..... – la voz de Liho sonaba débil. Estaba apagada, a diferencia de otras veces, que era jovial y llena de vitalidad.

- No hables – le pidió el vampiro acercando la cara de esta a su pecho – enseguida vendrán a ayudarnos, te pondrás bien.

- Es.... es muy tarde – Liho tenia cada vez mas problemas para hablar.

- No digas eso – el vampiro la miro severo – has pasado por muchas cosas, esta pequeña herida no te hará nada. Resiste un poco.

- Quiero pedirte un favor – Liho comenzó a llorar – quiero ser como tu.

- ¡¿Qué dices?! – Shido se sorprendió un momento, pero enseguida volvió a su actitud severa – no digas tonterías. ¿Quieres ser como yo?. Mírame, no puedo ni morir ni vivir. Solo soy un cuerpo sin alma que va por este mundo. ¿Quieres acabar como yo?

- Quiero estar contigo – Liho consiguió mover una mano y acariciarle la cara – no me importa lo que me pase, mientras podamos estar juntos.

- No... no puedo hacerlo – Shido le cogió la mano – ya lo hice una vez y ella.... Liho, no puedes pedirme eso.

- Esta bien – Liho sonrió – lo entiendo – no te lo volveré a pedir, todo sal...dra.... bi....

- ¡LIHO!, ¡LIHO! – Shido la movió para que despertara. Se estaba muriendo, no resistiría. No podía despertarla y la ayuda no llegaba. No quería perderla, pero tampoco condenarla a su mismo sufrimiento y destino - ¿qué debo hacer?

Abrazándola bebió toda la sangre que podía quedar en su pálido cuerpo. Sabia que esto estaba mal, que no debía hacerlo, pero entonces, ¿por qué lo hacia?. Shido se hizo un pequeño corte en el labio. De ahí, salió un fino hilo de sangre. Lentamente se acerco a Liho y con dulzura poso sus labios en los de ella. Esta, reacciono al sabor de su sangre y lo beso. Las heridas sufridas comenzaron a curarse. El brazo dislocado volvió a su posición y la herida de su pecho poco a poco fue cerrándose, absorbiendo la poca sangre que quedaba a su alrededor. Los ojos de Liho pasaron del verde a un dorado intenso.

- Gracias Shido – Liho sonrió llorando.

- No me lo agradezcas – el vampiro la abrazo – te he condenado a la vida eterna y a ser infeliz. Soy un ser malvado, pero no quería dejar que te fueras.

Estaba amaneciendo. Shido se llevo a Liho hasta la oficina. allí, se encontraba Yayoi esperándolos preocupada. Al verlos llegar corrió hacia la pequeña y se abrazo a ella, dando gracias a dios porque se encontraba bien y no le había pasado nada. oyó la historia de labios de Liho. Todo lo que había ocurrido hasta ahora, era fruto de la ambición de Cain por destronar a Dios y ocupar su lugar. Todo provenía de su deseo de venganza. Yayoi recibió una llamada, por lo que tuvo que cortar la charla y dirigirse a la Central. Liho y Shido se quedaron solos.

- Estarás cansada – Shido abrió la puerta de su habitación – duerme en mi cama, allí estarás mas cómoda.

- Pero, ¿y tu? – pregunto ella volviéndose.

- No te preocupes por mi – Shido tenia una copa en la mano – no tengo sueño.

- Shido – Liho se apoyo en la puerta – no me arrepiento de que me convirtieras en vampiro.

- Ahora no – respondió este – pero llegara el momento, en el cual me odies por ello.

- Yo quiero estar contigo. Quiero ayudarte a vencer a Ca....

- No necesito compañeros – miro a Liho y luego volvió a mirar la copa – nunca los he querido. Sin embargo, tanto tu como Yayoi me habéis dado vuestra amistad y eso me ha hecho sentir vivo de nuevo. Sois unas personas insustituibles para mi y por eso, os protegeré a las dos.

- Shido....

- Ves a descansar – Shido bebió un poco – mañana será un día duro para ti.

Liho caminaba por la calle. Había dejado a Shido durmiendo en la oficina. Ahora se había vuelto mucho mas frío y distante con ella. Pensar que, si se convertía en vampiro, se acercaría a el había sido un error. Lo único que había conseguido era alejarlo.

La brisa nocturna se había vuelto extraña. Los sonidos, las luces, los olores.... todo parecía cobrar vida a su alrededor e intentaban contarle cosas, cosas que ella no comprendía. ¿Eso era lo que significaba ser vampiro? Escucho una voz familiar que la llamaba, al darse la vuelta, una muchacha se abrazo fuertemente a ella.



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En el texto hay: vampiros, romance, magia

Editado: 07.04.2019

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