Décimocuarta Noche

-Tengo hambre- dijo sobándose la panza- ¡Hay que comer!- y sin más la arrastro a través de los pasillos del castillo.

Sus manos eran heladas, era como tocar un hielo.

-Sientate- le dijo a Alicia cuando llegaron a la cocina, ella solo obedecio- ¿Qué quieres comer?- sonrio.

-Eh... pues-

-Pide lo que sea, esta vez cocinare yo por nuestro reencuentro- Sonreia ampliamente.

-Pero, es la primera vez que te veo...-

-Vamos Svetlana, ¿Como que no me recuerdas?- Su sonrisa desaparecio.

-Mi nombre es Alicia, me confundes con alguien mas-

-¿Como es posible que te olvidara?,¿ Como olvidaria esos cachetotes?- haciendo un puchero pellizco los cachetes de Alicia.

-Basta, eso duele- y de un manotazo quito las manos de el.

-No te enojes conmigo- hizo cara de perro regañado.

-Eh, no estoy enojada...-

-¡Genial!- y se avento a abrazarla y a frotar su cachete con el de ella.

-¡Argenis!- la voz de Orfeo acompañada de el sonido de un golpe los interrumpio.

El albino solto a Alicia sobandose la cabeza.

-Yo solo la abrazaba, no te enojes hermanito- volvia a poner cara de perrito regañado.

-Tss..- Orfeo solo se digna a hacer una mueca.

-¿Qué?- Alicia no podria estar mas confundida.- ¿Ustedes dos son hermanos?-

-Si- dijo tocandose los cachetes- y somos gemelos, ¿A qué nos parecemos mucho?- dijo abrazandose a si mismo.

-¿Que?- estaba perpleja.

-¿Acaso solo sabes decir eso?- Al fin dijo Orfeo.

-Es que no se parecen en nada... - Contemplo a ambos, no se parecian en nada, eran como el dia y la noche, luz y oscuridad, uno de cabellos blancos y ojos azules grisaceos que sonreia de una forma que irradiaba luz, el otro de cabellos negros y ojos de un rojo intenso que parecia que te fulminarian.

-Claro que si, mira- empezo a señalar con su dedo- Ambos somos altos, tez palida, orejas puntiagudas, colmillitos, ambos somos guapos, los dos te a...- su explicacion fue interrumpida por un codaso que le propicio Orfeo.

-Suficiente Argenis, ¿Que haces aqui?-

-Solo queria ver a Svetlana, tu sabes que no la habia visto desde aquel entonces- dijo volteando a ver a Alicia, sus ojos de pronto mostraron una gran tristeza que fue remplazada rapidamente por una sonrisa- Pero ya esta aqui- volvio a estrujar los cachetes de ella.

-¡Argenis!, sueltala ya- dijo Orfeo molesto jalandola contra el, Alicia solo pensaba que olia muy rico su pecho, bueno, todo el olia rico. Al menos ya sabia que el albino ese se llamaba Argenis, le habia quedado claro cuando Orfeo le grito.

Despegando su rostro del pecho de Orfeo, lo alzo y vio directamente a los ojos de Orfeo, estaban cercas demasiado cercas, los ojos de el brillaban, bajo la mirada a sus labios...

-Orfeo, ¿Porque el me dice Svetlana?- el brillo que mostraban sus ojos se apagaron repentinamente.

-No importa- la solto.

Se quedo pensativa, y cuando regreso en si, nunguno de los dos hermanos estaba ahi pero ya habia un plato de estofado caliente enfrente suyo, asi que se dispuso a comer.

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-¿Eres un imbecil?- le reclamo enojado a Argenis.

-No te enojes, solo estaba feliz porque ella habia regresado- dijo con la cabeza baja.

-¿Y por eso la llamas Svetlana?, ¿No te diste cuenta que aun no despierta?-

-Perdon... ¿Pero porque te dice Orfeo? ese no es tu nombre... oh, ya veo, quieres que ella lo recuerde..- cerro los ojos con fuerza y dejo escapar un suspiro.

-Tsss-

-Entiendo, no hablare mas de lo que debo- empezo a llorar- perdon hermano.

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De todo lo sucedido habia olvidado que tenia cortadas en los pies, pero no recordaba haberselas hecho... pero no era posible...

Ella corria sin parar en su sueño extraño que habia tenido y ahi se habia herido, pero eso no explica el porque cuando desperto tenia las cortadas en su pies, ¿o si?.

Las cosas ahora parecian tan normales, al menos eso creia, pero donde estara ese ente que habia jugando con ella, ¿y su madre?, su unica familia..., la preparatoria, su gato, sus tardes donde solo se dedicaba a leer, tomar un cafe, su vida, ¿donde habia quedado todo eso?¿realemente era una asesina? veia sus manos, ¿realmente ella habia hecho todo eso?, sus abismos existenciales solo se hacian mas hondos.

Aun no sabia porque era prisionera de ese lugar, porque Orfeo la habia "ayudado" aunque no negaba que se sintiera atraida hacia el, apenas se habia percatado de que ni habia pensado en Dante... ¿y Dante?, de seguro estaria con alguna chica siendo feliz, y ella no era esa chica.

Deseaba poderse largarse de ir y destruir a esa "chica" que esta manipulando a su Dante, mientras que ella no estaba, le hervia la sangre de tan solo imaginarlo a el con esa zorra, piruja, mal nacida, queria que hirviera su alma ramera en las llamas rojas como los ojos de Orfeo, ¿que?, ¿Porque pensaba repentinamente en Orfeo?... podia sentir aun el aroma de el, su respiracion, su piel suave.. ¡ay, no!, para ella solo existia Dante... o eso creia.