Décimosexta Noche

"Frío... siento mucho frío"

Abrió los ojos, sintió el aroma de Orfeo, la llevaba en brazos, escuchaba mucho bullicio  a la distancia... sentía mucho frío...

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- ¡Eres un estúpido!-

-No era mi intención  Orfeo - Argenis decía llorando - solo perdi la cordura un momento y ella...-

-¡Por eso te dije  que te alejaras de ella!- le soltó un puñetazo  en la cara, haciéndole sangrar- ¡¿qué harías si la hubieras matado?!, ¡PEDAZO DE INÚTIL!- Su aspecto se comenzaba a distorsionar, sus garras afiladas amenazaban a Argenis.

- ¡Realmente lo siento!-  se arrodillo y pido clemencia.

Orfeo  se detuvo  al ver que las servidumbre los rodeaban cotilleando.

- Levántate y ve con Elizabeth, ella  te proporcionará un mejor castigo que yo-  termino por dictar.

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El aroma de Orfeo  le acariciaba la nariz,  sentía una mano abrazándola por la cintura. Un cosquilleo le recorrió el cuerpo.

- El calor corporal es la mejor forma de calentar a alguien  mas- le susurro al oído.- No pienses cosas sucias Alicia- se rió levemente.

Ella trato de quejarse, pero sintió un dolor enorme dentro  de ella, y solo pudo llevarse la mano al pecho.

-Descuida, se te pasara el dolor  en poco tiempo, es por el golpe que recibiste.

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Sentía el frío en cada rincón de si, su cuerpo pesado caía al vacío, el viento cortaba su carne, y ella solo podía ver hacia arriba, sin la esperanza de poderse aferrar a algo, ni a un hilo de telaraña, sabiendo que ya era demasiado tarde, ya no podia dar marcha atras y solo podia esperar a que su cuerpo golpeara el suelo y todo terminará.

Una hermosa mujer de tez fría, largos cabellos castaños, con su cuerpo desnudo la abrazaba.

-Este solo es el principio Alicia, ven a mi- susurrando -¿No quieres jugar un poco?-,sonriendo con picardía.

-No quiero morir...-

-Toma mi mano Alicia, seamos una sola de nuevo-  enlazando sus dedos con los de ella, abrazándola, cubriendola de la miel carmesí.

Las sirenas se hacían escuchar, el bullicio de la gente que rodeaba a la chica de cabellos castaños que yacía en el concreto desangrada.

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Sus ojos se abrieron, trato de moverse pero no podía, solo sus ojos rodaron hacia los lados, una habitación blanca,  olía a medicina, y había una persona ahí... ¿Quien podria ser?

Alicia!- se levantó de un brinco- Doctor!, ella ha abierto los ojos!, venga rapido!.- salio corriendo del lugar.

"esa voz suena familiar... ¿Dante?... ¿qué está pasando ?, que hago aqui? y ¿¿Orfeo??,¿ porque no puedo moverme?, mi cuerpo se siente tan pesado..."

Sus ojos se cerraban una vez más.

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El rostro de Orfeo se mostraba ante ella , estaba dormido abrazándola.

Su mente confundida solo le permite contemplarlo, ¿porque de pronto Orfeo se le hacía bastante atractivo?, ¿donde quedo su fidelidad hacia Dante?... sus labios entreabiertos le hacían una invitación a acercarse, acaricio su mejilla, pego sus labios a los de él “¿que es lo que estaba haciendo?” sus labios eran muy suaves.

-Svetlana- murmuraron los labios de Orfeo.