Primera Noche

La habitación estaba oscura, solo un rayo de luz que se filtraba iluminaba su sonrisa demente.

-¿Creyeron poderse esconder de mí?- canturrea.

-Shhh... no llores – los susurros apenas eran audibles.

Su sonrisa se amplía -Solo quería pasar tiempo con ustedes... ah...pero esto pasa. – se acerca lentamente hacia la puerta del armario, y se asoma.

-¡Aléjate!, ¡Estás loca!- grita entre sollozos.

Se lleva la mano al pecho- Oh, me hiere tanto que me creas loca, no tienes idea cuanto- dice de una forma sarcástica.

Levanta el hacha que sostenía en sus manos. Veía con tanto repudio a su víctima.

-Adiós, mami... nos vemos al rato en las puertas del infierno- Sonríe.

La cabeza cae rodando al suelo. Ella ve el espectáculo sin expresión en su rostro. Sus ropas salpicadas. Las paredes teñidas, un cuerpo inerte.

Deja caer el hacha y observa sus manos - ¿pero... que es lo que eh hecho?- Su mirada sigue perdida. Reacciona cuando unos ruidos la sacan de sus pensamientos -¿pero qué...?

El suelo se abre y ella cae.

-¡aahhh!- Su grito se pierde en ese vacío, parece que nunca caerá.

Azota contra el suelo, se incorpora sobándose las pompis.

-¿Por qué esta tan oscuro?- alza su mano- Apenas puedo ver mi mano-

-¿Sera que así es tu alma?- Una voz profunda hace presencia.

-¿Quién dijo eso?- Voltea hacia todas partes.

-BOO- Alguien aparece de la nada enfrente de ella-

-No me asustas- trata de parecer indiferente.- Además, ¿Quién eres?-

- Soy quien te conoce mejor- Solo podía ver una leve sonrisa, atreves de la oscuridad.-

- ¿A si?, entonces, dime...- es interrumpida.

-Mejor pregúntate que se siente que la persona que amas te traicione.-

-No me interesa, yo no amo a nadie, eso no existe, en mi corazón... es más ni siquiera tengo corazón- Su gesto es serio.

-¿Ni siquiera sientes un poco de amor hacia el?- De sus gélidas manos llamas rojas aparecen mostrando el rostro de un hombre.

El rostro de ella cambia drásticamente- Bueno... creo que solo un poco.-

El rostro del ente sonríe complacido. Chasque los dedos.

-Oh... no...- Cae nuevamente por un precipicio que se abre debajo de ella.

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Un intenso aroma cálido, le inundaba los sentidos.

-Que sensación tan agradable- dice para sí misma.

-Entonces, ¿Solo soy agradable para ti Alicia?- Esa voz le resultaba familiar.

-Eh...- Sus ojos se abren drásticamente, sus mejillas ardían.

-No te preocupes Alicia- Toma su rostro entre sus manos- siempre estaremos juntos.-

-¿Lo prometes? – la acerca más hacia él y la abraza.

Alicia se sentía tan feliz, pero, algo no estaba bien. Sintió una intensa punzada en su espalda. Alza la cabeza a verle atónita.

-¿Por qué?- Escupe un poco se sangre, cae de rodillas al suelo.

-¿Acaso creíste que me enamoraría de un ser humano patético como tú?- La observa con tanto repudio.

Sus ojos comienzan a derramar lágrimas, cierra los puños- Yo creí que...-

-¿Qué cosa?-ríe- ¿Qué te amaría?, eres una ilusa, eres un asco de persona, no mereces nada- le escupe.

Su dolor era profundo, su herida hecha por el puñal no era tan intensa comparada con ese sentir de vacío que volvía a ella. Que la cegaba de nuevo.

Escupió más sangre, ya no podía, intento alzar su mano, se desangraba como si una fuente fuera.

-Lo único que eh hecho... ha sido... amarte- Ya no pudo más, se inundó en eso abismo.

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-Dime, ¿Que se siente morir?- Lo decía de una forma burlesca.

Continuará....